Brasil “no quiere contaminarse” de la crisis global

Lanzó medidas para impulsar el crecimiento

BRASILIA.- El gobierno de Dilma Rousseff adoptó ayer una serie de medidas para resguardar a su economía de una posible crisis global, incluyendo rebajas de impuestos e iniciativas para reducir el costo del financiamiento.

El anuncio lo efectuó el ministro de Hacienda, Guido Mantega. “No permitiremos que la crisis global contamine a la economía brasileña”, sostuvo.

Las medidas incluyen un rango de herramientas, que van desde la reducción del impuesto al crédito personal hasta un recorte de impuestos sobre un amplio rubro de artículos que van desde los refrigeradores hasta la pasta.

El Gobierno recortó además a cero un impuesto sobre las compras de acciones por parte de extranjeros, lo cual debería ayudar a estimular la inversión y dar un impulso a la bolsa brasileña, que ha perdido casi un 18 por ciento de su valor este año.

El ministerio eliminó también el impuesto a las transacciones financieras sobre las compras de bonos corporativos ligados a proyectos de infraestructura por parte de extranjeros.

Los anuncios se producen un día después de que el Banco Central bajó la tasa de interés clave a un 11 por ciento, argumentando los peligros que representan las turbulencias externas.

Brasil introdujo medidas similares en plena crisis financiera del 2008, cuando bajó el impuesto a los electrodomésticos para impulsar el consumo en el mercado interno. Esas iniciativas ayudaron al país a salir rápidamente de la recesión y a crecer un fuerte 7,5 por ciento en el 2010.

Pero ahora, la economía ha comenzado a desacelerarse y se teme que incluso en el tercer trimestre pueda no haber crecido.

Una crisis de deuda soberana en la zona euro ha afectado a los mercados por dos años, elevando la preocupación de que el crédito internacional se seque y la economía mundial se frene.

Mantega presentó a las medidas como “una señal importante para que el empresario continúe invirtiendo e indicó que ha habido acuerdos con la industria para que mantenga el empleo.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, elogió la “solidez” de la economía brasileña y las políticas macroeconómicas y financieras del país, tras reunirse ayer con la presidenta Dilma Rousseff y con Mantega.

“Brasil está más inmune y mejor protegido que otros países de los efectos de la contaminación, de las consecuencias que ha desatado la crisis del euro”, expresó Lagarde.

(DPA y AP)


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