Cae un 16% la demanda eléctrica en la región

La inactividad de industrias y comercios tiene su efecto en el consumo de energía en la Patagonia. Edersa registra una baja de entre un 15 y 20%; EPEN acusa un 9%.

La caída de la actividad económica como consecuencia del aislamiento tuvo un correlato casi lineal en la demanda de electricidad: en todo el país se retrajo un 23% y en el norte de la Patagonia, un 16%. Pero a pesar del desplome, esta no es la mayor preocupación en el sector sino la ruptura de la cadena de pagos.

Los datos de Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA), la autoridad nacional del mercado, indican que entre los grandes usuarios (industrias, grandes comercios) del norte de la Patagonia, la caída del consumo fue del 12,2%, pero que entre los hogares, pymes y comercios medianos y pequeños hubo un consumo 16,8% menor que en la misma época del año pasado.

La energía eléctrica es un servicio esencial en términos de sostenibilidad de la calidad de vida de las personas, un elemento insustituible para la recuperación económica de las empresas e industrias, y una fuente de recursos fiscales importante para los gobiernos; las políticas en el sector merecen un agudo análisis”, le dijo a RÍO NEGRO el gerente de la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB), Federico Lutz.

El gerente general de Edersa, Raúl Barhen, le dijo a RÍO NEGRO que “el consumo eléctrico registra en nuestra jurisdicción una caída de la demanda de entre el 15 y 20% respecto al año anterior en la misma fecha, esto es comparando los consumos diarios desde el 20 al 30 de marzo de 2019 con los de las mismas fechas de este año. La disminución registrada en estas últimas dos semanas es similar en todas regiones de la provincia, por lo que entendemos que se explica, en la casi total inactividad del comercio y de los pequeños talleres e industrias, sumado a que en los últimos tiempos se viene registrando una tendencia sostenida a la baja de consumo en los usuarios residenciales. Creemos que esta disminución de consumo se debe a una combinación de estos aspectos”.

En cambio, el gerente del Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN), Francisco Zambón, acusó una caída apenas superior al 9%, aunque en el informe distribuido no se toma potencia máxima demandada (MW) sino consumo (MWh). Esta empresa estatal atiende todas las ciudades de la provincia, menos la capital, Plottier, Cutral Co, Plaza Huincul y Zapala (ver aparte).

El mercado eléctrico viene de un período caracterizado por el aumento exponencial de las tarifas (esencialmente en lo que es generación) y un atraso en el pago, precisamente, de esas facturas por parte de algunos de los distribuidores.

El gobierno nacional dispuso que la falta de pago de la factura de luz no puede ser argumento para el corte del servicio, pero no de manera generalizada sino en aquellos hogares vulnerables, identificados en el decreto del presidente Alberto Fernández.

La semana pasada la asociación que nuclea a los distribuidores de electricidad, Adeera, salió a advertir que el beneficio no es generalizado, porque sus socios temen que haya un incumplimiento más allá de la crisis.

A nivel nacional, el promedio del 23% en la caída tiene picos y valles: las grandes industrias demandaron un 60% menos de electricidad y, en la otra punta del cable, en la actividad petrolera y minera sólo se redujo en un 5%, siempre de acuerdo con los datos de Cammesa.

En los hogares y comercios pequeños la caída de la demanda de potencia fue del 19% y entre los llamados “Gumas” (grandes usuarios mayores), del 46%.

“La demanda de energía eléctrica da cuenta de una caída significativa en relación a idénticos períodos del año anterior; como es sabido esta es uno de los principales indicadores de actividad económica, la afección por el COVID-19 es claramente palpable”, dijo Lutz.

“Existen -continuó- otras consecuencias socioeconómicas no vinculadas al consumo que se evidenciarán en diferimientos y retracciones de la cadena de pagos”.

En Bariloche la demanda global del miércoles pasado fue un 15% inferior al mismo día de 2019, según datos de la CEB.


Un servicio tan esencial


“Especialmente en esta situación, el servicio eléctrico es tan esencial como el de seguridad, el transporte llevando la comida e insumos a todos los lugares, el de comunicación (periodismo), y otros. El servicio eléctrico es fundamental para que el sistema de salud pueda brindar la contención y tratamiento adecuado a las personas afectadas por la enfermedad, sin la electricidad estas actividades no  podrían desarrollarse, por eso el personal que está sosteniendo el servicio las 24 horas merece también una justa consideración social”, opinó Raúl Barhen, gerente general de Edersa.

“En función de la situación que estamos viviendo y cumpliendo lo dispuesto por los gobiernos nacional y provincial, estamos acompañando a los sectores más desprotegidos no realizando suspensiones por falta de pago, esto incluye alrededor del 30% de los usuarios, jubilados, usuarios de la tarifa social, electrodependientes, beneficiarios de planes sociales, comederos barriales, centros de contención social, lugares de atención sanitaria, etcétera”, añadió.

Advirtió que es vital sostener el servicio eléctrico. “Es necesario que aquellos que tienen capacidad de pago y no están exceptuados por las medidas del gobierno, actúen con la responsabilidad y sensibilidad social que se requiere en estos momentos, pagando sus facturas para asegurar la sostenibilidad del servicio, para contar con los recursos para cubrir los costos operativos, materiales, vehículos, personal, elementos de seguridad”, dijo.

“Hemos desarrollado -añadió- a través de internet una oficina virtual, para que cualquiera con una computadora o un teléfono celular que todos poseemos, pueda realizar cualquier trámite con la empresa o pagar sus facturas, sin salir de su casa”.


Como un domingo


El gerente del EPEN, Francisco Zambón, le dijo a RÍO NEGRO que “efecto del aislamiento social, se registra una disminución de la demanda de energía eléctrica” pero además el comportamiento del consumo de lunes a viernes tiene “el mismo patrón y orden de consumo que los días domingo normales del mes”.

“La demanda de energía eléctrica es un indicador de la actividad económica de una sociedad. A los efectos de una comparación válida de la evolución de la demanda, se tomó la demanda de energía de una semana completa con y sin aislamiento social. Puede verse que la demanda de energía, comparando una semana sin aislamiento social versus una semana con aislamiento social, ha registrado una caída del orden del 9 %”, dijo Zambón.


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