¿Cambio de liderazgo en el Estado (califato) Islámico?

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Desde hace algunas semanas el rumor de que el líder del Estado Islámico ha sido herido recorre el mundo, sin confirmación por parte de sus huestes. Una nota reciente publicada en “The Guardian” parece arrojar ahora alguna luz adicional sobre el tema.

En efecto, aparentemente Abu Bakr al-Bagdadi fue herido el 18 de marzo por un bombardeo aéreo de la coalición que lo combate al oeste de la segunda ciudad iraquí, Mosul. Iba en una columna de vehículos que fue objeto de ataques aéreos con misiles. Llevado enseguida a un refugio seguro, lo atendieron médicos llegados desde Mosul. Los rumores sugieren que ha sufrido un daño irreparable en su columna vertebral. Por ello el Estado Islámico, que acaba de asesinar a unos 300 prisioneros yazidíes, habría designado ya un nuevo líder en su reemplazo: Abu Alaa al-Afri.

Al-Afri es un veterano de la violencia fanática. Un profesional. Combatió en Afganistán con Al Qaeda, donde -por méritos propios- llegó a formar parte del Consejo de Mujaheddines, que coordina la lucha contra Estados Unidos. Turkmeno de origen, Al-Afri estuvo preso, en manos de los norteamericanos y de los iraquíes. Su rencor es enorme. E inclaudicable. Carismático y buen orador, se lo tiene como un hábil piloto de tormentas. Desde hace rato ha estado bien ubicado, en la cúpula misma del Estado Islámico. Durante el liderazgo aparentemente fenecido de Al-Bagdadi, que monopolizaba el poder en el plano de lo religioso, Al-Afri ejerció el comando operativo del Estado Islámico y sus combatientes.

Se lo tiene como un partidario de unificar las fuerzas islámicas radicales, empezando por Al-Nusra, la organización de milicianos fundamentalistas que opera activamente en tierras de Siria.

Queda visto que, aún en circunstancias muy difíciles, el Estado Islámico, con su ordenada cadena de mandos, es capaz de reaccionar prestamente sin realmente sufrir demasiado cuando enfrenta nada menos que la pérdida de su más alto líder.

EMILIO J. CÁRDENAS

Exembajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas

EMILIO J. CÁRDENAS