Bariloche: talan coihues ante el temor de que caigan sobre las aerosillas
Se evaluaron más de cien árboles desde la avenida Bustillo hasta la base de la confitería del cerro Campanario para evaluar los riesgos.
Los árboles con más riesgo están a pocos metros de la avenida Bustillo. Foto: gentileza
Una tala reciente de coihues a pocos metros de la avenida Bustillo, en el predio del cerro Campanario, sorprendió a vecinos y transeúntes. El Servicio Forestal Andino autorizó la extracción de algunos árboles y la poda de otros a raíz de un plan de evaluación de riesgos de caídas.
El riesgo era que los árboles cayeran sobre las aerosillas. “Es una medida preventiva. Algunos coihues estaban muertos de pie, tenían pudriciones muy visibles. El objetivo fue evitar cualquier accidente”, señaló Claudio Ruiz, responsable del Servicio Forestal Andino en Bariloche.
Contó que la preocupación por el estado de los árboles fue trasladada por los mismos concesionarios de la Aerosilla Campanario tiempo atrás. “Cayeron un par de ramas y los concesionarios, junto con el municipio que es el propietario de la tierra, solicitaron una evaluación de los coihues más cercanos a la aerosilla”, advirtió el técnico forestal.
“Cuando fuimos a recorrer –añadió- sugerimos que contraten profesionales forestales para evaluar árbol por árbol respecto al riesgo de caída”.
En la evaluación de más de cien árboles desde la avenida Bustillo hasta la base de la confitería del cerro, se dispuso el “corte al ras del piso” de 22 coihues especialmente en la zona contra la ruta que, según describieron los profesionales, “tenían alto riesgo de colapso”.
También se determinó la poda de 33 coihues. “Se trata de sacarles las ramas secas, podridas y las que están orientadas a las líneas de cables. De esta forma, se mejora la estabilidad estructural del árbol frente al viento, la nieve y el movimiento mismo de la gente”, especificó Ruiz.
Subrayó que “es la época ideal para este tipo de trabajos. En invierno, la madera no tiene savia, tiene menor contenido de humedad. Y además, se aprovecha la época de quema de ramas. Hay una cuestión técnico-biológica”.
El permiso de extracción aclara que “es obligatoria la reforestación del predio, por lo que se solicita un plan de restauración para los próximos 5 años con especies nativas y de porte pequeño, como notros, maitenes, ñires y arbustos como maqui o chin chin”.
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