Carlos Tarantino, un recordado político radical neuquino

Nacido en Punta Alta, fue un destacado convencional nacional por la UCR, diputado provincial , ministro de Gobierno y senador nacional.

Carlos Nicolás Tarantino nació el 6 de marzo de 1916 en Punta Alta, Buenos Aires. Era hijo de Antonio Tarantino y de Nicolina Prezutti, inmigrantes italianos. En 1932 Antonio Tarantino se mudó con su familia a Zapala, en el antiguo territorio neuquino, a trabajar como herrero enllantador de ruedas de carretas en la firma casa Zingoni, comercio de ramos generales que realizaba el traslado al interior de las mercaderías que se recibían por tren en Zapala, que era punta de riel.

Cuando era muy joven, Carlos comenzó a trabajar en un taller mecánico como aprendiz de lava cárteres de autos, adquiriendo conocimientos mecánicos.

A los 18 años entró a trabajar en la Dirección de Tierras, lugar donde desarrolló una gran actividad: realizaba relevamientos de las ocupaciones existentes en el territorio y el parcelamiento de las primeras chacras de Colonia Centenario. Desde muy joven -de acuerdo con los datos biográficos entregados por uno de sus hijos- sintió el llamado a ser protagonista en política: se afilió a la UCR, donde militó.

Formó su familia con Elisa Peralta, que había nacido en el invierno de 1920 en la confluencia del arroyo Covunco y el río Neuquén, en el departamento Picunches. Hija de Estela Tapia, proveniente de Chillán, Chile, y Mariano Peralta, un inmigrante originario de Pamplona, España. Elisa realizó la escuela primaria entre Covunco y Plaza Huincul. Conoció a Carlos cuando él trabajaba como empleado nacional en la Dirección de Tierras.

En 1941 se casaron y tuvieron tres hijos: Mirta Nicolina (fallecida a temprana edad), Carlos Antonio y Daniel Osvaldo. Tuvieron cuatro nietos.

Apenas se casó, Elisa estudió Corte y Confección, con lo que además de llevar adelante las tareas del hogar y cuidados, porque su esposo tenía una vida laboral muy exigente, cosía prendas para sumar a la economía familiar. Elisa falleció en 1999 a la edad de 78 años.

En 1944, Carlos se desempeñó como corresponsal del diario La Nueva Provincia. Además, trabajó como vendedor de mostrador en la Casa Umasky, dedicada a los artefactos para el hogar. En 1952 asumió una concejalía en la Municipalidad de Zapala representando al pueblo zapalino por la UCR, ad honorem.

En 1954 fue nominado convencional nacional por la UCR. Luego de la Libertadora trabajó como vendedor de camiones Ford para la agencia Amado Cattaneo de Bahía Blanca. En 1957 fue nominado convencional nacional por el Territorio Nacional del Neuquén.

Fue elegido diputado provincial en las elecciones nacionales de 1958 cuando Neuquén se convirtió en provincia patagónica.

Con la asunción del vicegobernador Alfredo Asmar por licencia por enfermedad del gobernador Ángel Edelman, fue nombrado ministro de Gobierno. Luego fue nominado senador nacional por el periodo 1961-1970 pero el mandato fue interrumpido por el golpe de Estado militar de 1962.

En 1964 representó la parte privada del Banco Provincia del Neuquén: fue miembro de su Directorio, mixto por ese entonces. También en su actividad privada organizó la Aseguradora Argentina. La prensa de la época dio cuenta de su intervención en una jornada automovilística en Ingeniero Huergo: “Carlos Tarantino, el extraordinario zapalino, ha demostrado que tiene pasta de brillante corredor automotor. Quiso la mala suerte que su coche fuera devorado por las llamas debiendo saltar para evitar males físicos. Corrió con Carlos Cosentino y José Molteni, recordados corredores”.

Los antiguos neuquinos lo recordarán, llevaba en el ojal de su saco un clavelito de su propio jardín.

Carlos Tarantino falleció el 27 de diciembre de 1976. Hoy, como tantas otras veces, recordamos a pioneros de la Norpatagonia, que no solo dejaron huella en sus innumerables caminos, sino también, y esto es lo más importante, raíces bien arraigadas en este nuestro hermoso suelo.

Beatriz Carolina Chávez