¡Qué ironía del destino!

A 50 años del caso Watergate, del que tanto se vanaglorió la prensa durante décadas, y como para dejar claro que los tiempos han cambiado y el periodismo está muerto, se concede la totalmente anunciada extradición de Julian Assange a Estados Unidos ante el silencio cómplice, traidor y atronador de los bufones y marionetas de la prensa actual, todos comprados del primero al último.
Una vergüenza sideral y un bochorno histórico para la profesión, como también un día negro para la libertad de prensa.

La encarnación del antiperiodismo, la sumisión, la esterilidad, la incompetencia y la corrupción… permitiendo que el mensajero sea martirizado y asesinado por el hecho de exponer la verdad y los crímenes, mientras los auténticos delincuentes y criminales gozan de libertad e impunidad.
Fomentadores seriales del mundo del revés y la retrogradez.
Todo por el mismo precio.

Corran a contratar sus suscripciones, damas y caballeros, que la farsa recién empieza, y tenemos mucho más para ofrecerles en este mundo de mentiras, injusticia e hipocresía, como buenos voceros del crímen organizado y las mafias que esclavizan a la humanidad.

Somos los perros que guían el ganado humano al matadero, pero seguimos festejando algo que pasó hace 50 años en otro país, en nombre de una pseudo democracia de dudosa existencia.

Mientras tanto, disfrazados de periodistas, nos prestamos a seguir traicionando a las sociedades donde actuamos, a cambio de conservar nuestro estatus y trabajo, siendo parte de todas las mentiras usadas para quitarle a la gente sus derechos y libertades, y ayudando a que el mundo sea cada día un lugar peor.

Wenceslao García Hamilton

San Martín de los Andes