Casinos andinos: nueve primeros interesados para las explotaciones

Las ofertas se presentan hasta el miércoles 30. Retiraron nueve pliegos, entre ellos Crown, el histórico grupo Boldt y Casino Club, con fuerte presencia en la Patagonia y que conformó Cristóbal López.

Hay nueve grupos interesados en la licitación de los cuatro casinos andinos.

El plazo de presentación de ofertas vencerá el próximo miércoles 30 pero un primer indicio del interés se da con el retiro de los pliegos, con nueve operadores explorando su participación en el negocio de las salas de juego de Bariloche, El Bolsón y Jacobacci.

Figuran, entre los iniciales interesados, la operadora de los restantes casinos en Río Negro (Crown); el grupo del empresario kirchnerista Cristóbal López (Casinos Club); otro fuerte e histórico en el negocio del juego: la corporación Boldt, entre otros concesionarios en distintas provincias. Queda saber quiénes finalmente formalizarán ofertas para compulsar por esa concesión de 20 años, que Lotería recuperó después de rescindir el contrato con Entretenimientos Patagonia.

Un repaso de quiénes retiraron pliegos, insinuando interés:

Crown: La empresa -que mayoritariamente pertenece al grupo francés de Francis Raineau- accedió a la explotación de casinos rionegrinos en el 2003 y, en el 2017 se extendió la concesión hasta el 2042, a partir del compromiso de la construcción de un complejo hotelero en Viedma. En principio, esta firma tiene ventajas por su antecedente y origen provincial, según el puntaje ya previsto para la adjudicación.

Casino Club: Esta sociedad fue el inicio de la proyección del empresario kirchnerista Cristóbal López, que con las complicaciones judiciales del 2016 pasaron a manos de sus ex socios. Explota una veintena de salas de juego en Santa Cruz, La Pampa, Misiones y Chubut. Logró en esta provincia una particularidad: desde agosto, la posibilidad de la reapertura de sus casinos.

Boldt: El grupo, centrado en la familia Tabanelli, se inició con la impresión de billetes y cheques, pero luego llegó al negocio del juego, empezando por la provincia de Buenos Aires en la gestión de Eduardo Duhalde. Tiene, por otros 20 años, la concesión de los casinos de Pinamar y de Tigre mientras mantiene -por ahora- los de Tandil, Miramar y el de Mar del Plata, tras el fracaso de su licitación el año pasado. Explota, también, salas en Santa Fe, Uruguay y Paraguay. Los complementa con complejos de hoteles y, además, incursiona en otras actividades, como seguridad vial.

Ivisa: Maneja negocios en Mendoza, San Juan, Chaco, Chubut y Tucumán (en conflicto), con casinos, tragamonedas y apuestas online, según la jurisdicción. Esta sociedad, que comanda Darío Rosenzvit, nació en 1963 en la gráfica, pasando a productos gráficos de seguridad e impresión de billetes de lotería. Concluye en los juegos de azar, como también en la instalación de sistemas de procesamiento en la actividad.

Neogame: Su mayor asentamiento está en Entre Ríos, con casinos, gastronomía, hotelería y spa aunque también tiene salas y complejos en Formosa. La sociedad está presidida actualmente por Alfredo Omar Ferrari pero tiene fuerte incidencia el empresario local Jorge Aníbal Pérez.

Bingo Oasis: Esta sociedad incursiona en el negocio con una sala en Pilar, con fuerte promoción ya que, entre sus socios, figura Alejandro Gravier, el esposo de la modelo y empresaria Valeria Mazza. Ambos, con sus hijos, son habitués de los centros invernales de Bariloche.

Slots: El grupo se originó en 1985 con el empresario Jorge Laffue, con salas de juegos electrónicos, y en 1986 empieza con tragamonedas en San Luis (Potrero de Funes). Reporta ahora presencia en 24 ciudades, mayormente en esa provincia y también Chaco, Neuquén y Buenos Aires, con actividades de juegos de azar, lotería, turf, gastronomía, hotelería y shows.

Los otros interesados corresponden a dos particulares, que retiraron pliegos para su estudio, aunque no hay precisiones de los inversores.


Los particulares y las especulaciones


Entre los interesados, hay dos particulares que generan interrogantes sobre los inversores finales.

Uno es Sergio Paleo, de Mar del Plata. Esos pliegos estarían destinados a los dueños del Casino del Mar (Hermitage), entre ellos, el empresario Florencio Aldrey Iglesias.

El otro requerimiento individual correspondió a Gustavo Costa, con su firma Sudatlántica. Es conocido en la actividad del juego ya que fue titular del Instituto de Loterías y Casinos de Buenos Aires, durante en los gobiernos de Eduardo Duhalde y de Carlos Ruckauf. Se identifica como representante de un “grupo italiano” y niega toda versión que lo relacione con Eugenio Sangregorio, de los bingos bonaerenses.

Antes del llamado a la licitación, Costa tuvo contactos con el gobierno de Río Negro, en un intento de quedarse directamente con la concesión con la compra de Entretenimientos Patagonia.


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