Caso Guanziroli: todas las pistas que complican al detenido

Marín es el único acusado de violar y asesinar a la jubilada de Bariloche.

Una vecina vio al acusado cuando entraba al patio y advirtió a la víctima. Iba a podar.

BARILOCHE (AB).- Los investigadores que trabajan para esclarecer el crimen de María Amalia Guanziroli hallaron en los primeros días de la investigación material genético de dos personas. Eso generó la hipótesis de que hayan sido dos los autores del homicidio, pero fuentes judiciales afirmaron que no aparecieron otras pruebas que avalaran esa conjetura y la descartaron. Todas las sospechas siguen sobre Honorio Marín como presunto autor del crimen, aunque los estudios de ADN sobre las muestras que se levantaron en el lugar del hecho aún no llegaron. Los estudios fueron encargados a otro centro especializado, porque los análisis que se hicieron en el servicio de Biología Forense de esta ciudad generaron distintas interpretaciones para la defensa y la fiscalía. “La valoración fue diferente”, explicó una fuente de la causa. El defensor oficial Juan Pablo Laurence apeló la decisión del juez Ricardo Calcagno, quien denegó el pedido de excarcelación formulado para Marín. Pero la apelación fue desestimada. El juez aún no resolvió si procesa a Marín, de 27 años. El fiscal Guillermo Lista pidió un estudio de barrido electrónico para analizar evidencia que se levantó en el lugar del crimen y en la casa del imputado. El estudio se iba a realizar en el Centro Atómico local, pero tampoco se sabe si ya se efectuó. El juez atribuye a Marín la violación seguida de muerte de Guanziroli, quien fue hallada sin vida en la mañana del 27 de julio pasado. Estaba en una habitación, atada a la cama, las manos sujetas con cinturones, amordazada y con una bolsa en la cabeza. La víctima tenía 68 años y vivía sola en su casa de la calle Cruz del Sur 274. La investigación apuntó a Marín por una filmación que los investigadores obtuvieron, que muestra al joven entrando a la propiedad de la víctima un día antes de que la encontraran asesinada. Fuentes judiciales señalaron que el joven ingresó dos veces en la vivienda. Y que una vecina llamó preocupada a Guanziroli por la presencia del desconocido. Ocurre que Marín no era el jardinero habitual; había sido contratado hacía poco tiempo para tareas ocasionales. Las fuentes comentaron que Guanziroli atendió el llamado de su vecina y le explicó que era un joven que trabajaba en tareas de poda. Las explicaciones dejaron tranquila a la vecina, quien horas después se enteró del crimen.


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