Centenario da marcha atrás con el voto electrónico y vuelve al papel

La ordenanza se sancionó sin el apoyo del Movimiento Popular Neuquino. Argumentaron que “no fue posible auditar el hardware y el software por parte de todos los actores participantes”.

El Concejo Deliberante de Centenario ordenó el adiós al voto electrónico y sancionó un nuevo régimen electoral que traerá de vuelta el tradicional sistema de boletas de papel. La ordenanza se aprobó a propuesta del concejal Gonzalo Bertoldi (PJ), quien argumentó que la boleta única electrónica utilizada en los comicios provinciales y municipales encareció los costos, fue imposible de auditar y “reemplazó la esencial transparencia por oscurantismo”.

Los vecinos de la ciudad utilizaron el sistema de máquinas y pantallas por primera vez el 10 de marzo cuando se eligió gobernador y el intendente Esteban Cimolai decidió adherir a la nueva tecnología, pese a que la Carta Orgánica prevé que las categorías provinciales deben presentarse por separado de las locales.

Según argumentó el bloque peronista, el cambio se tradujo en dificultades para capacitar a la ciudadanía sobre el nuevo sistema, añadió lentitud al proceso de votación, “en muchos casos, esperando más de dos horas para ejercer su derecho al voto”, y además “no fue posible auditar el hardware y el software por parte de todos los actores participantes”.

“Es imprescindible que la municipalidad de Centenario cumpla con el artículo 6 de la Carta Orgánica promoviendo una legislación municipal que reglamente el régimen electoral y la convocatoria a la elección de sus autoridades y proyectos de ordenanza”, planteó.

La ordenanza 8.234 que los concejales sancionaron la semana pasada estableció la conformación de una Junta Electoral municipal integrada por un juez de Paz, juez de Faltas, el Defensor del Vecino, un ciudadano elegido por el Poder Ejecutivo y uno por el Concejo Deliberante. Le asigna, entre otras funciones, la autenticación de las boletas de sufragio, el escrutinio definitivo de las elecciones y la proclamación de las autoridades electas.

Respecto del sistema electoral, se reincorporarán las boletas partidarias que deberán ser de “idénticas dimensiones” para todos los espacios políticos, podrán utilizar colores e incluir logos y fotografías. Cada partido deberá encargarse de su impresión.

La ordenanza no reunió respaldo de los dos concejales del Movimiento Popular Neuquino, quienes consideraron que no estuvo en duda la transparencia de las elecciones del 10 de marzo.

Antes de que la provincia implementara el sistema para los comicios de gobernador y diputados, sólo los municipios de Neuquén y Villa la Angostura tenían ordenanzas para la utilización del voto electrónico. La ciudad del sur, sin embargo, nunca la usó ni la usará este 27 de octubre por el alto costo que significa para la comuna.

Otras ciudades como Plaza Huincul, Rincón de los Sauces y Plottier, que desdoblaron su elección de la provincial, se acoplaron al cambio tecnológico sancionando ordenanzas ad hoc aún a costa de pagos millonarios a la única empresa oferente.

Junto con las de Centenario, las únicas críticas que se habían hecho llegaron de Zapala, donde manifestó sus críticas la intendenta saliente, Soledad Martínez.

En números

35%
de los votos obtuvo el intendente electo, Javier Bertoldi (PJ) en las elecciones del 10 de marzo.
3
concejales tendrá el peronismo desde el 10 de diciembre. Otros tres serán de Somos Centenario y dos del MPN.

El gobernador Omar Gutiérrez tuvo poco disimulo en mostrar su simpatía con el presidente Mauricio Macri ni bien ambos llegaron al gobierno, el 10 de diciembre del 2015.

Esas ganas de acompañar lo que, parecía en ese momento, sería el inicio de un cambio de época lo llevó a proponer una reforma electoral cuyo principal objetivo era implementar la boleta única electrónica siguiendo los pasos propuestos por el jefe de Estado, quien ya había incorporado ese instrumento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El proyecto nacional, finalmente, naufragó por un contundente rechazo opositor en el Congreso mientras que Neuquén se apuró en los deberes y sancionó los cambios a fines del 2016.

Si las urnas confirman el fin de la era Macri el domingo 27, la provincia habrá quedado atada a un sistema caro y cuestionado por ir a la cola de un gobierno que dejará con pocos honores la Casa Rosada. Una coyuntura que no le hacía falta a Gutiérrez, reelecto por 14 puntos de diferencia para gobernar Neuquén cuatro años más.


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