Cerrará su hotel porque le juegan sucio los alojamientos informales

Un empresario hotelero de la localidad de Las Lajas puso en venta su establecimiento comercial cansado de la competencia desleal que plantean desde hace tiempo los alojamientos informales. El juego es desparejo y deja fuera de mercado a quienes no pueden competir con precios bajos por un mismo servicio.

Alberto Amarilla denunció que se vio obligado a tomar esta decisión por “la falta de apoyo” del municipio en realizar los controles pertinente a los alojamientos que se ofrecen sin estar habilitados.

“Desde la intendencia me dijeron que no le iban a cobrar impuestos a la gente que quiera trabajar pero así nos están dejando fuera del mercado a quienes tributamos y cumplimos con todos los requerimientos que el municipio nos exige”, expresó el empresario hotelero.

El emprendimiento comercial de Amarilla, uno de los cuatro habilitados legalmente en Las Lajas, entró en crisis a partir de la proliferación de los alquileres informales que ofrecen el servicio por valores muy inferiores y sin pagar impuestos ni costos de habilitación. Un caso testigo es el servicio de alojamiento en casas de familia.

“Se llegó al extremo de que mandan chicos a captar clientes a la puerta de mi establecimiento. El otro día apareció uno y se llevó a una pareja que estaba a punto de entrar. Obviamente que no puedo competir con los precios porque se trata de casas particulares que se ofrecen a valores irrisorios”, destacó.

La reciente visita del papa Francisco había generado expectativas en toda la zona. Sin embargo, casi no hubo movimiento en la localidad y todo termino en un fiasco.

“La verdad que es ni se notó la presencia de gente y si la hubo tampoco nos enteramos porque se alojaron en estas viviendas no habilitadas”, sostuvo.

Amarilla llevó su reclamo hasta la propia intendente María Espinoza pero asegura que no obtuvo respuestas satisfactorias. “Es una verdadera lástima porque los trabajamos seriamente queremos el crecimiento del pueblo pero no encontramos en nuestras autoridades el apoyo necesario. Puntualmente solicité que se controle este tipo de alojamientos informales pero me dijeron que no van a perseguir a la gente”, enfatizó.

La situación de Amarilla generó una catarata de apoyo que se viralizó a través de las redes sociales. Pero el hombre, luego de pensar y analizar mucho, tenía tomada una decisión y no estaba dispuesto a dar marcha atrás.

“Realmente no puedo seguir generando una deuda con la AFIP, me duele mucho pero en estas condiciones es imposible seguir adelante y mucho menos si no cuento con apoyo de las autoridades a las que lo único que les pido es que salgan a controlar a los alojamientos informales para que todos podamos trabajar tranquilamente”, concluyó el empresario.

En la localidad se generó mucha expectativa con la visita del papa Francisco a Chile. Pero sólo se registró un escaso movimiento.

“Desde la Municipalidad me dijeron que no le iban a cobrar impuestos a la gente que quiera trabajar, pero así nos dejan afuera”,

comentó Alberto Amarilla, empresario hotelero de Las Lajas.