Qué es la biotecnología ambiental que se desarrolla desde Neuquén
El Conicet y la Universidad Nacional del Comahue inauguraron un edificio de 130 metros cuadrados en el que se incluye las investigaciones sobre cuestiones ambientales
La biotecnología ambiental es un campo de investigación que utiliza organismos vivos o sus componentes para desarrollar tecnologías y procesos que ayuden a resolver problemas ambientales. En Neuquén, el Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos, Biotecnología y Energías Alternativas (PROBIEN), dependiente del CONICET y la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), desarrolla estudios que se enmarcan dentro de ese campo que está en crecimiento a nivel mundial.
Recientemente, el PROBIEN inauguró un edificio que está ubicado dentro del Campus Neuquén de la UNCo. Allí trabajarán doce equipos de trabajo, entre ellos el que se dedica a la biotecnología ambiental.
La nueva dependencia ocupa 130 metros cuadrados y su construcción fue financiada con fondos del CONICET, durante la gestión del Gobierno nacional anterior.
“Este es un edificio que significa una mejora para parte del personal del instituto que desempeñaba sus funciones en unas instalaciones un poco incómodas. Hasta ahora solo teníamos un conjunto de módulos movibles, conocidos como contenedores, que estaban colocados al costado del edificio de la Facultad de Ingeniería. Evidentemente hacía falta más espacio”, comentó Germán Mazza, director del PROBIEN, en diálogo con Diario RÍO NEGRO.
Esa inversión tiene por objetivo optimizar los procesos de generación de conocimiento, la formación de recursos humanos, la transferencia de tecnologías al sector productivo regional y la preservación del ambiente, que son los principios que guían el día a día del PROBIEN, que fue fundado en 2006.
“Nos permitirá mejorar en la calidad laboral de las personas y garantizar más espacio para nuevos equipamientos que queramos adquirir en el futuro. En definitiva, vamos a tener mejores condiciones para seguir creciendo como institución”, expresó a este medio Luciano Carlos, vicedirector del instituto. Las flamantes instalaciones ya están operativas.
El lugar, edificado bajo la técnica de construcción en seco, fue dotado con un laboratorio de cromatografía. Se dispuso un laboratorio específico para el grupo que investiga en biotecnología ambiental. Ese espacio incluye dos cuartos de cultivo: uno de células vegetales y otro de cianobacterias, que son un grupo de bacterias que realizan fotosíntesis, al igual que las plantas.
Dentro de estas áreas, se destaca el grupo de Biotecnología Ambiental (GBA). Sus actuales cinco integrantes se encuentran abocados a la aplicación de tecnologías en el estudio de los seres vivos y la preservación del ambiente.
“Los temas que abordamos están relacionados con contaminantes ambientales y cómo afectan a las plantas, a los animales y a los humanos. Hacemos un diagnóstico, dónde está la contaminación, qué efectos tiene y también analizamos cómo proteger a los seres vivos”, comentó la responsable del GBA, Guillermina Bongiovanni, en diálogo con Diario RÍO NEGRO.
Actualmente, el área cuenta con varias líneas de investigación activas. Entre ellas, la evaluación del impacto de metales pesados, hidrocarburos y fármacos; la identificación de antioxidantes en especies nativas para contrarrestar el efecto de los tóxicos; y la implementación de microorganismos para eliminar contaminantes, dentro de la que se destaca el estudio de un alga nativa de la periferia del volcán Domuyo, en Neuquén.
El nuevo edificio del PROBIEN les garantizará contar con un adecuado laboratorio con temperatura e iluminación controlada, útil para el cultivo de células y bacterias. Desde que el instituto había sido reestructurado y rebautizado en 2014, el grupo de Biotecnología Ambiental solo contaba con tres reducidos contenedores de poco más de 30 metros cuadrados para llevar adelante sus investigaciones.
“Desde hace años hemos estado pidiendo un laboratorio un poquito más cómodo. No pretendíamos un edificio gigante, pero por lo menos un espacio para equipamientos nuevos y mejorar las condiciones de los investigadores”, agregó Bongiovanni.
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Qué otras disciplinas se desarrollan en el PROBIEN
El PROBIEN cuenta con 12 grupos diseminados entre Neuquén y Villa Regina, dedicados a la Física de la Materia Condensada, Fotovoltaica Aplicada, Bioprocesos, Enología, Biodiversidad y Biotecnología de Levaduras, Nanomateriales Aplicados, Minerales Arcillosos y Depósitos Metalíferos, Estudios de Materiales Adsorbentes y Tecnología de Alimentos.
Funciona un grupo vinculado con el Instituto de Ingeniería Química de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), llamado Materiales, Gestión y Tecnología Ambiental.
Dentro del PROBIEN, también se encuentra el grupo de Ingeniería de Reactores y Procesos Químicos (GIRPQ), que cuenta con una línea de investigación dedicada a los procesos de tratamiento térmico de residuos sólidos urbanos, biomasa agroindustrial, silvícola y derivados de la perforación de pozos para la extracción de hidrocarburos.
“Utilizamos procesos químicos para recuperar valor de esos residuos, transformarlos en materiales con valor agregado y, a su vez, eliminarlos del ambiente”, comentó el doctor Germán Mazza, su responsable. La modificación química de los desechos es lograda a través de la degradación térmica, como puede ser la pirólisis.
En lo que respecta específicamente a los lodos de perforación, un material derivado de la técnica de inyección del fracking, el objetivo es convertir un material repleto de metales pesados en un elemento totalmente “inocuo” para el ambiente. Para eso, proponen incorporar plantas de tratamiento químico en las zonas próximas a los sitios de extracción de gas y petróleo.
“Nuestro diseño del proceso consiste en que cada pozo tenga su planta in situ de pirólisis. Con la combustión de este material se obtiene un sólido residual, que se llama “char”, y que tiene diferentes aplicaciones, como la generación de carbón activado o activos para formulaciones de asfalto”, contó.
También producto de la combustión se genera un restante líquido que puede ser usado como combustible. Por otra parte, se obtiene un gas altamente versátil y fácilmente transformable en energía.
Los remedios ocultos en la biodiversidad
La biotecnología ambiental es un campo de investigación que utiliza organismos vivos o sus componentes para desarrollar tecnologías y procesos que ayuden a resolver problemas ambientales. En Neuquén, el Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos, Biotecnología y Energías Alternativas (PROBIEN), dependiente del CONICET y la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), desarrolla estudios que se enmarcan dentro de ese campo que está en crecimiento a nivel mundial.
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