Científicos estudiaron el impacto de las cenizas del Cordón Caulle

Son de 16 países y viajaron a Bariloche para analizar una de las erupciones que golpeó más fuerte a la región cordillerana y la Línea Sur rionegrina. La precursora es una vulcanóloga italiana.

Científicos de 16 países fueron convocados por la Universidad de Ginebra en Bariloche para evaluar el impacto de la erupción del cordón Caulle Puyehue en el 2011.

Allá por el 2012, la vulcanóloga italiana Costanza Bonadenna desembarcaba en la región a fin de evaluar “el depósito primario” de cenizas volcánicas.
Esta profesora de la Universidad de Ginebra volvió al año siguiente para evaluar el impacto. La primera fase de la investigación concluye con esta disertación en Bariloche.

Un año antes del suceso en el volcán chileno, la erupción de Eyjafjallajökull en Islandia había generado pérdidas económicas millonarias con la interrupción del tráfico aéreo europeo y encendió la alarma.

“La erupción del Cordón Caulle fue mucho mayor en cuanto a la cantidad de cenizas que tiró y la duración. En Bariloche, el aeropuerto estuvo como 6 meses sin operar. Ese evento hubiera generado un caos económico terrible en Europa. Por eso, hubo mucho interés en estudiar el fenómeno de la pluma volcánica del Caulle”, puntualizó Donald Bran, ingeniero agrónomo del INTA Bariloche, que recibió a los expertos de países como Nueva Zelanda, Italia, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y varios otras naciones de Sudamérica en la ciudad.

La Universidad de Ginebra se abocó al estudio de la removilización de la ceniza (cuando esa ceniza, a causa del viento, se levanta y se mueve) y firmó un convenio de cooperación con instituciones locales como el INTA, el Segemar y el Servicio Meteorológico Nacional.

Donald Bran y Constanza Bonadonna, investigadores que ayer estuvieron en Bariloche. Foto: A. leiva

“Normalmente se piensa en el impacto asociado a la fase primaria de la erupción, pero hay otros peligros secundarios y en zonas más distantes del volcán, como ocurrió en Ingeniero Jacobacci”, indicó la vulcanóloga italiana Bonadonna.

Reconoció que “si bien los eventos son menos frecuentes, tienen un altísimo impacto. Por eso, necesitamos muchos estudios”.

Bran recordó que en la Línea Sur, ya sea por las condiciones climáticas y por el tipo de ceniza que cayó, el evento de resuspensión de cenizas se extendió hasta el 2014”.

Ningún país del mundo está preparado para el riesgo volcánico. Estamos más preparados para otros procesos naturales”.

Costanza Bonadonna, profesora de la Universidad de Ginebra

“En Villa La Angostura, en cambio –continuó– cayó más ceniza más gruesa que se removilizaba más difícilmente. Además, es un lugar húmedo con más vegetación. Ahí la removilización de ceniza fue menor y los problemas se terminaron a fines del 2011”.

Científicos de Alaska expondrán sobre los problemas de removilización de cenizas asociadas al depósito de la erupción de 1912, que “aún hoy todavía se moviliza por el viento”.

Con aportes del Fondo para la Ciencia de Suiza, la Universidad de Ginebra anunció un nuevo proyecto que se pondrá en marcha a partir del año próximo (por cuatro años más) para hacer un análisis de riesgo a escala regional de los volcanes del centro y sur de Argentina y Chile.

En esta oportunidad, se sumará al Sernageomin (Servicio Nacional de Geología y Minería) de Chile.


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