Cintia pasó de la chacra a manejar un ómnibus

Se quedó sin trabajo en Guerrico y ahora conduce un colectivo urbano en Roca.

Historias de por aquí

ROCA (AR)- La cuestión es simple. Ella es la que manda en casa. La que pone las reglas a sus cinco hijos y también la que ayuda con sus dos nietos. La que lleva el pan (y algo más) al hogar cada día. Y, desde ahora, es la que también lleva el volante que guía a cientos y cientos de personas cada jornada, a sus trabajos, a sus viviendas, a cualquier punto de la ciudad… Al menos, cuando se sube a alguno de los colectivos de la línea urbana 18 de Mayo de Roca, que la contrató hace sólo dos meses como su primera chofer mujer dentro de la empresa, que tiene casi 20 años de trayectoria. Ella es Cintia Cerutti, quien invirtió todos los últimos años de trabajo en una chacra de Guerrico, donde se desempeñó a la par de cualquiera e inclusive aprendió a manejar tractores y también camiones.

5 hijos y dos nietos tiene Cintia. Nació en Tucumán y vive aquí hace diez años.

Pero de un buen día para el otro se quedó sin empleo y decidió buscar por otros rumbos. Otros caminos, mejor dicho. “Costó salir de la chacra, pero hubo que hacerlo”, cuenta. Una mañana se levantó temprano, ya tenía la idea dándole vueltas en la cabeza y pensó: ‘¿qué pierdo?’ Decidió presentar su curriculum y al poco tiempo recibió el llamado que tanto esperaba: ¿Quiere trabajar?, escuchó apenas, y obviamente no dudó. “Me presenté, me tomaron pruebas, me aprendí los recorridos y ya ando sola”, sonríe, muy simpática. -¿Cómo te tratan en la calle?, cayó la pregunta, de maduro. -Bien, ¡re bien!. Las mujeres y los chicos se alegran cuando me ven, incluso me preguntan cosas, me dan charla. Los hombres también, cuando me ven por primera vez se sorprenden y bromean: ‘¡uh! una mujer… mejor me bajo y espero otro -dicen- pero se suben!”.

“Este es un trabajo como cualquier otro. Al principio cuesta un poco, pero uno se adapta y es lo mismo que manejar un auto. Sólo hay que respetar las reglas”.

Cintia tiene 39 años, es nacida en Tucumán y madre sostén de hogar. Hace casi una década pisó suelo rionegrino, se afincó en una chacra de Guerrico donde trabajó hasta los últimos meses. Tiene cinco hijos, dos varones y tres mujeres, de 23, 19, 16, 14 y 12 años y dos nietos de 6 y 2 años. “Acá los muchachos me embroman… dicen que vine a ver si conozco gente y aparece un novio”, ríe. “Conocí viajando en el Ko Ko a la señora que también maneja un colectivo y ella me aconsejó, así que gracias a ella estoy acá y gracias a esta empresa que me dio la oportunidad. Tengo muy buenos compañeros y entre todos me ayudan”, agregó. “Ojalá más mujeres se animen, porque este es un trabajo como cualquier otro. Al principio cuesta un poco, pero uno se adapta y es lo mismo que manejar un auto. Sólo hay que tener cuidado, respetar las reglas, dar paso a quien le corresponda”. “¿Qué me llama la atención de todo esto nuevo?: Que los autos más nuevos, del 2012 en adelante -sonríe- no tienen luces de giro…, que nos critican a las mujeres pero en general somos más prudentes, más cuidadosas… y hay muchos hombres que si no manejan mal… le pegan en el palo”.

Datos

5 hijos y dos nietos tiene Cintia. Nació en Tucumán y vive aquí hace diez años.
“Este es un trabajo como cualquier otro. Al principio cuesta un poco, pero uno se adapta y es lo mismo que manejar un auto. Sólo hay que respetar las reglas”.

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