Cómo es vivir en Playas Doradas sin los veraneantes

Apenas 200 habitantes permanentes quedan en la villa cuando termina la temporada estival. Los vecinos dicen disfrutar de la tranquilidad, uno de los motivos principales que los llevaron a asentarse en el lugar. Preocupa el aumento de robos.

La villa balnearia de Playas Doradas ya se prepara para la llegada del verano y para vivir una nueva temporada estival cargada de visitantes. Pero ¿cómo viven las 200 personas que durante el año quedan en el lugar?

Por opción o por necesidad, los habitantes eligen este lugar para vivir. La soledad es la gran aliada en los 300 días donde no hay temporada, que contrasta con el bullicio y la llegada de visitantes, especialmente vecinos de Sierra Grande.

Vivir en Playas Doradas en otoño, invierno y primavera no parece un gran sacrificio. Lejos está la idea que son vecinos que sufren y padecen las estaciones más frías del año. Aunque tienen demandas muy claras: quieren el gas natural, cuya obra está en marcha, pero también ruegan que les reparen el tramo del camino de tierra que queda, apenas unos 8 km.

Allí conviven a diario unas 200 personas, en un espacio que tiene capacidad para albergar a 5.000 habitantes, pero desde diciembre todo empieza a cambiar.

Ahora los momentos de mayor movimiento en el pueblo se dan cuando el micro llega o se va de la villa, con trabajadores que residen en la cercana Sierra Grande.

¿Que dicen los vecinos?

Los vecinos señalan que viven aquí por trabajo pero fundamentalmente por elección propia, atraídos por la calma que se percibe todo el año.

Juan Carlos Juárez trabaja en la construcción y llegó hace unos años desde Río Colorado. “Había trabajo y me quedé”, señala. Su estabilidad en el lugar le otorgó el derecho de acceder a un loteo social en un barrio que se construye paso a paso. Ahora es sereno de la empresa que construye el gasoducto.

En ese mismo barrio viven Natalia Mayorga, que se mudó desde Sierra Grande también para trabajar. Mientras riega sus plantas, reflexiona que se vive bien y tranquilo, sólo pide un médico estable para el sitio.

Soledad Pérez, hija de Natalia, una joven trabajadora del lugar agrega que en los pobladores se percibe más entusiasmo, ya que la llegada del asfalto traerá más empleo al lugar.

También vive aquí Blanca Ramírez, quien desde hace 20 años eligió este sitio, empezó en el rubro comercio y hoy está jubilada. “Es mi lugar en el mundo, encontré paz”, dice Blanca con una sonrisa.

Playas Doradas tiene lo esencial para vivir todo el año, salud, seguridad, educación, iglesia, transporte y hasta un corralón donde abastecerse para la construcción.

Hoy abre la temporada veraniega con un encuentro de kitesurf

El asfaltado de la ruta suma kilómetros

La obra de la ruta de asfalto, que en el futuro unirá Sierra Grande con Playas Doradas, a los largo de 28 kilómetros, está en su etapa final y si todo sale como está previsto será el despegue definitivo para Playas Doradas que se perfila como destino de estadía en el este rionegrino.

Por estas horas se está realizando la obra de arte en los últimos 6 km de ruta que queda por asfaltar.

La millonaria obra acabará con el principal inconveniente para llegar hasta Playas Doradas, porque la ruta de tierra que había presentaba problemas de mantenimiento constante.

El gasoducto, una obra clave

Una de las obras que la provincia financia en este tiempo es el gasoducto para Playas Doradas. La empresa Luis Alberto Rojas de Madryn, construye el gasoducto cerca del loteo social, donde harán la planta reguladora.

Con este nuevo capítulo en la historia del desarrollo del balneario se abre la esperanza para que los comerciantes fundamentalmente tengan la posibilidad de mejorar sus servicios de alojamiento y gastronomía, que hoy se encarece por los elevados costos de mantenimiento del gas envasado.

El gasoducto se hará desde Punta Colorada, distante a 7,5 km de Playas Doradas, el proyecto cuenta con un presupuesto oficial de $ 21 millones de pesos y se fijó un plazo de 180 días de ejecución.

Datos

Playas Doradas abrirá su temporada de verano este fin de semana con un acto y con un encuentro de kitesurf.
El intendente de Sierra Grande, Nelson Iribarren, señaló que la temporada abre antes para no superponerse con la apertura de Las Grutas. Se eligió esa fecha porque el fin de semana del 17 se realizará la consulta popular por la Central Nuclear y luego vendrán las fiestas y no habrá espacio para la apertura. En el acto previsto para hoy se presentará al plantel de guardavidas que trabajará en temporada y hablarán las autoridades.
Cuenta pendiente: La tranquilidad de la villa la transforma en un foco vulnerable para el delito que creció mucho en el último tiempo, debido principalmente a los robos. Un tema al que habrá que prestar atención y trabajar para resolverlo.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios