Cómo fue el hallazgo de un hombre de 82 años atado en una cama en Bariloche

La fiscalía y la defensa acordaron una pena de 3 años en suspenso para Sergio Aravena y 2 años en suspenso para Jésica Iturra.

Una nena intentaba devolver unos gatitos a sus vecinos cuando escuchó la voz de una persona que pedía ayuda. En medio del llanto, contó sobre este suceso a su madre que, concurrió de inmediato a la cabaña. Un hombre imploró ayuda nuevamente.

La mujer intentó abrir la vivienda en el barrio Altos del Campanario, a la altura del kilómetro 21 de la avenida Bustillo, pero no lo logró en un primer momento. Con una pala, finalmente pudo abrir la puerta de ingreso. Encontró a Ricardo Spinoza, de 82 años, atado de pies y manos con cables en una cama.

Estaba helado, con los pies sobre la tierra y estaba orinado encima. Tenía mucha sed”, relató el fiscal adjunto Marcos Sosa Lukman, esta tarde, en la audiencia de formulación de cargos.

Otros dos vecinos concurrieron a brindarle asistencia y llamaron a la policía.

La fiscalía pidió 3 años de prisión en suspenso para Sergio Aravena y 2 años de prisión en suspenso para Jesica Iturra. La pena fue acordada con la defensa de los imputados.

“El hecho ocurrió el 29 de abril en horas de la mañana. Los imputados residen en esa vivienda con sus tres hijos y Ricardo Spinoza, que tiene una discapacidad. Esa mañana lo ataron con cables y lo ubicaron en una cama sobre piso de tierra. Quedó encerrado porque ataron la puerta de salida con cables, privándolo de su libertad”, relataron durante la audiencia.

“Spinoza -continuaron- era incapaz de valerse por sí mismo y los imputados se retiraron del domicilio. Retornaron después de las 18.20”.

Personal policial de la Subcomisaría 55 de Bahía Serena labraron el acta donde, según el fiscal Cesar Lanfranchi, “constataron las condiciones paupérrimas de la víctima. Estaba atado sobre una cama con la puerta de acceso también con sogas y no se podía acceder. Estaba trabada con tierra lo que da cuenta de las condiciones de privación de libertad”.

Spinoza fue trasladado al hospital Ramón Carrillo, donde se constató que presentaba diversas “lesiones y golpes en la cara, en la nariz, sangre coagulada en sus oídos”. Según manifestó Sosa Lukman “eran lesiones de días previos. Por eso, solicitamos al juez (Ricardo) Calcagno un allanamiento y la requisa del vehículo”.

Se secuestraron las sogas con las que se maniató a la víctima, documentación y frazadas que había en el lugar “para recolectar material biológico y demostrar de qué manera lo tenían privada de su libertad”.

Lanfranchi recalcó que la víctima “tenía capacidad nula de expresar o señalar que le estaba pasando”.

El juez Gregor Joos preguntó a los dos imputados si aceptaban la responsabilidad de los hechos y la pena propuesta. Ambos afirmaron. También accedieron a no tomar contacto ni acercarse a la víctima.

El defensor de los imputados Marcos Miguel consideró que “la propuesta del Ministerio Público Fiscal es superadora. Por eso la aceptamos. Podrían proponer una pena superior a lo que hoy proponen”. En la audiencia, también se acordó dar intervención a la Defensoría Pública Civil para que, junto al Juzgado de Familia, realice un seguimiento de Spinoza.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios