Con baile y batucada cerraron las olimpíadas de los abuelos

Participaron cerca de 500 personas, en Cipolletti. La energía y la alegría dominaron el encuentro.

CIPOLLETTI (AC).- A toda batucada, fuegos artificiales y elección del rey y la reina, cerraron ayer las Décimas Olimpiadas de la Tercera Edad. Durante siete días cerca de 500 personas participaron de las más diversas actividades que incluyeron, entre otras, un concurso para ver quién era capaz de cebar el mate más largo sin que se lavara.

Demostrando una vez más que la edad cronológica pierde importancia si el espíritu se mantiene joven, los abuelos dieron una cátedra de energía y alegría.

Bailaron, cantaron, hicieron palmas y se rieron en un encuentro donde, más allá de la competencia, primó la confraternidad y las ganas de pasarla bien.

El cierre fue en el Estadio Municipal. Allí se congregaron no sólo los abuelos que participaron de las Olimpiadas sino también sus familias que tenían ganas de disfrutar con ellos el fin de una actividad que los congrega desde hace diez años.

El encuentro se inició con un baile y la entrega de menciones especiales para las instituciones que los acompañan desde la primer olimpiada que se realizó en 1997.

Después, cerca de diez parejas ataviadas con los típicos atuendos de los gauchos argentinos bailaron el Pericón acompañados por las palmas de todos los presentes que colmaron el estadio ubicado sobre la calle Naciones Unidas. Poco duró el descanso. Casi inmediatamente se realizó el desfile de los candidatos a rey y reina de los 25 centros de jubilados que participaron de las actividades y la orquesta Típica Spendid logró que nuevamente todos se pusieran a bailar.

Finalmente los fuegos artificiales hicieron las delicias de grandes y chicos.

En las olimpiadas, que esta año tuvieron un gustito especial porque fueron las décimas, participaron unos 500 adultos mayores, muchos de ellos con más de 80 años.

Las actividades organizadas por el área de la Tercera Edad de la Secretaría de Acción Social, se desarrollaron desde el domingo pasado. Durante toda la semana, los abuelos participaron de competencias de baile, chin chon, truco, tejo, bochas, tejido y ejecución de instrumentos musicales. También del certamen de cuentos y chistes y como actividad

«nueva» del concurso del «mate más largo»: los competidores hicieron malabares y pusieron toda su ciencia en la cebada para que, sin tener que cambiarle la yerba, el mate durara el mayor tiempo posible.

Como todos los años, cansados pero felices, los participantes se comprometieron a encontrarse nuevamente a fines del 2008 cuando el encendido de la llama olímpica dé inicio a un nuevo encuentro que ya se transformó en una tradición de la ciudad.


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