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Construir en pandemia, una aventura cada vez más cara

Miles de familias apuestan al ladrillo como refugio ante la crisis. El escenario regional muestra incrementos de precio de hasta el 90% en lo que va de 2020.

Precios que crecen muy por encima de la inflación y de la evolución de los salarios promedio, y una enorme heterogeneidad en cuanto a la evolución del costo de los diferentes tipos de materiales. Tal es la característica saliente hoy, en el rubro construcción. ¿Dónde poner los pesos? Esa es la pregunta habitual que atraviesa la cotidianeidad de millones de argentinos, mientras el dólar, instrumento tradicional de refugio de valor en momentos de crisis, se muestra esquivo y cada vez más caro.

Una de las respuestas más comunes, es apostar al ladrillo. La construcción suele ser una forma accesible de colocar los ahorros, o de generar una inversión que en general tiene la capacidad de sostener el valor a lo largo del tiempo, y que incluso permite generar una transacción en dólares una vez finalizada la obra.

Sucede sin embargo, que durante los últimos meses, a tono con la incertidumbre financiera y cambiaria, y en medio de la pandemia, el costo de la construcción ha avanzado a una velocidad mucho mayor al del promedio de los precios de la canasta básica. Ello configura un escenario en el cual construir, deja de ser una opción atractiva para miles de bolsillos golpeados por la crisis.

Un primer indicio para comprender la evolución en el costo de la construcción se obtiene mediante el índice elaborado mensualmente por la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). Del mismo surge que el costo de la construcción entre enero y septiembre del presente año, avanzó un 21,5%. No obstante al desagregar en las principales componentes del mismo, resulta que en los primeros nueve meses de 2020, el costo de los materiales avanzó un 29,9%, mientras que el costo de la mano de obra lo hizo solo un 8,5%.

La conclusión es inequívoca. El impacto de la pandemia sobre el nivel de actividad económica y de empleo, hizo que en 2020 los salarios queden atrasados en relación al nivel general de precios.

Lo confirma el hecho de que la Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE), que resume la evolución de los salarios promedio en todas las ramas de la economía, muestre un crecimiento del 14,5% entre enero y septiembre.

Un segundo elemento que fortalece ese escenario, es la enorme dispersión que existe en los precios de los diferentes materiales de construcción, y el distinto impacto que ejerce la evolución del dólar sobre los mismos, y el desabastecimiento que comienza a registrarse, a medida que los grandes jugadores a nivel nacional anticipan una posible devaluación y se cubren retaceando los envíos al interior.

Un relevamiento realizado por RÍO NEGRO entre los principales proveedores de la región, da cuenta del fuerte alza en los precios durante la pandemia.

El precio de los ladrillos cerámicos es uno de los que se disparó en lo que va del año. El pallet del comúnmente llamado “ladrillo hueco” salía $3.880 en el mes de enero, mientras que hoy cotiza a $7.200, un incremento del 85,6% en solo diez meses. En tanto la barra de hierro de 6’’ pasó en el mismo lapso de $300 a $380 (+26,7%) y la bolsa de cemento de $590 a $780 (+32,2%).

Otros materiales representativos e indispensables, también muestran un incremento significativo. El metro cuadrado de piso de porcelanato, aumentó un 92,3% en lo que va del año, Los radiadores para calefacción con caldera lo hicieron un 60%, los tanques de PVC de 500 litros un 67,1%, las puertas placa para interior un 50% y las chapas de cinc un 37,5%.

Un tercer elemento, es la escasez de stock que comienza a observarse en ciertos ítems. Los actores de la actividad en Río Negro y Neuquén, dan cuenta de ello en primera persona.

Escases. Los principales proveedores de la región manifiestan falta de stock ante la fuerte demanda de materiales de construcción.


“El problema dejó de ser el dólar y ahora el problema es la cantidad de productos. No tenemos stock. Las fábricas de hierro están trabajando a media máquina. Está faltando hierro, chapas y ladrillos huecos”, comentó Tomás García, dueño del corralón La Meseta. “Se está invirtiendo porque hay pesos dando vuelta. La plata está pero el ida y vuelta de la gente es atrás de un lugar donde haya entrega”, contó José, albañil de General Roca. “Pedimos 20 pallets de ladrillo del 18 en uno de los corralones más grandes de la ciudad y la respuesta, por ser clienta, es que me van a ir entregando de a tres pallets”, relató la propietaria de una importante constructora de la misma ciudad.

La primera conclusión, es que la actividad se halla atravesada por la misma realidad que padece la economía nacional: una enorme sensación de incertidumbre en relación a lo que puede venir para la economía, cuando se acercan los meses en los que estacionalmente se da el mayor impacto sobre los precios.

Los proveedores buscan por un lado cubrirse de la pérdida de capital que implica vender a un precio y luego reponer con incremento de costos. Por el otro, especulan con una mayor ganancia guardando la mercadería en el galpón, hasta poder actualizar la lista de precios.

La segunda conclusión, es que la inestabilidad actual en los precios y las dificultades en la entrega de materiales, hacen que el cálculo del costo de una obra se torne complicado. En este sentido, es lógico que los proyectos ya iniciados continúen su marcha pese a la crisis, pero es complejo el escenario para quienes necesitan iniciar desde cero una obra.

Por último y pese a la incertidumbre, lo cierto es que apostar a los ladrillos sigue siendo una alternativa tradicional y viable, para quienes reciben ingresos en pesos, se ven impedidos de acceder al dólar, y carecen de otro tipo de instrumentos financieros como refugio de valor.

Datos

$6.800
Lo que cuesta una lata de pintura latex satinado de 20 Lts. En el mes de enero salía $4.900.
85,6%
Lo que aumentó el precio de los ladrillos cerámicos en lo que va del año. A ello se suma la escases que existe en los proveedores de la zona.

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