Coronavirus: Carreras pidió ayuda a los dirigentes barriales Bariloche

La gobernadora encabezó una reunión por zoom con los presidentes de las juntas vecinales, explicó que el aumento desmedido de casos de coronavirus en Bariloche obedece a las reuniones sociales y pidió que concienticen a los vecinos.

El constante incremento de casos activos de coronavirus en Bariloche y la reapertura turística a nivel nacional a partir del 8 de diciembre desvela a la gobernadora Arabela Carreras. Por eso, esta mañana convocó a una reunión, junto al intendente Gustavo Gennuso, con los presidentes de juntas vecinales de la ciudad para pedirles que concienticen a los vecinos.

«La oportunidad es que salgamos todos a controlar el movimiento de las personas para bajar la cantidad de contactos en ámbitos privados», dijo.

Gennuso dio inicio al encuentro: «Ustedes se habrán llevado una sorpresa cuando el presidente Alberto Fernández dijo que solo dos ciudades quedaban en ASPO: una Bariloche; la otra Puerto Deseado. La verdad que lo veníamos viendo. No vemos una situación de desborde en términos de crecimiento pero sí un aumento. No queremos echarle la culpa a la gente«.

Y agregó que «es un momento muy complejo porque estamos al umbral de la apertura turística. Nos parece que es un momento clave. Hay que hacer un esfuerzo más para bajar los casos. No vamos a suspender la apertura turística pero nos merecemos decir que Bariloche es una ciudad segura si no nadie va a querer venir«.

Carreras argumentó que el detonante del aumento de casos en Bariloche radica en las reuniones sociales. «Voy a empezar con una anécdota que me produjo indignación. Hoy me levanté más comprensiva y lo entendí mejor. Ayer me llega mensaje de una amiga de Bariloche invitándome a un almuerzo. Tiene pileta. Estaba convocando a nuestros amigos que no veo desde hace ocho meses a una reunión. Me salta una alarma interna: ¿qué está pasando?«, relató.

«Esta amiga mía tan querida -añadió- es factor de riesgo. Si ella se contagia, no va a tener cama ni en el sistema público ni en el privado. El índice de aumento de contagios en Bariloche no es exponencial. Hay una curva que va creciendo y es constante. En esta última semana, siempre tenemos más contagios que altas. Eso impacta en el sistema de salud«.

Carrera dijo que «la economía de Río Negro ha marchado en líneas generales. La fruticultura, la pesca, la minería y la actividad petrolera pudieron seguir. ¿Que es lo que no funcionó? El turismo».

«Cuando decimos que un tercio de los ingresos de la provincia está afectado por el turismo, ya estamos hablando de una situación extremadamente crítica», indicó y prosiguió: «¿Hay que activar el turismo? Sí, no hay nada mas nocivo para la salud que el hambre. La clave está puesta en el comportamiento ciudadano. No podemos disponer cierres, ni reducir horarios, ni cordón sanitario, ni restringir la circulación más allá de las 12. La sociedad no lo está tolerando. Estamos todos cansados».

También hizo hincapié en que la clave será el operativo de vacunación.

Las críticas

Un referente de una junta del oeste consideró que “no hubo una sola medida concreta. De hecho, nos dijo que si teníamos un megáfono o un micrófono saliéramos a las plazas a concientizar a los vecinos. Y nos dijeron que nos van a compartir un flyer para que enviemos a los vecinos”.

Los dirigentes señalaron que ni Carreras ni Gennuso respondieron las preguntas que se formularon por chat. “Hubo muchísimos reclamos por la falta de personal salud y por el transporte. Nos preguntó cómo pensábamos que el transporte se podía financiar si no había ingresos. Yo me canso de levantar gente que hace dedo y no tiene cómo trasladarse: ¿eso no es foco de contagio?, ¿No los llevo aunque no tengan cómo viajar?”, indicó una de las presidentas barriales.

Otra dirigente vecinal del sur de Bariloche advirtió que “tenemos el contacto directo con los vecinos y nos piden que hablemos con ellos, que les indiquemos que no hay más camas y que depende de nosotros. Lo cierto es que a la gente a la que podemos llegar es la más criteriosa que escucha. A los que se juntan a tomar en las esquinas a tomar, ¿cómo lo podemos parar?”.

Y añadió: “Cuando reparto las cajas de comida, espero a la gente con barbijo y les pongo alcohol en gel. Pero hay gente a la que no podés llegar. Lo único que se me ocurre es que los vecinos sepan que los presidentes podemos llamar a la policía ante cualquier situación irregular”.


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