Coronavirus: escuelas abiertas, pero con garantías

No parece sensato interrumpir las clases por el coronavirus. El daño puede ser mayor. Eso sí, escuelas y colegios deben ofrecer óptimas garantías sanitarias.

La decisión de las autoridades de Salud rionegrina de seguir al pie de la letra el protocolo: suspender las clases donde trabajaba la docente de Viedma que contrajo coronavirus en España y aislar a sus alumnos, ha sido considerada por Nación una acción ejemplar para el país. Asimismo, la evidencia de que la paciente evoluciona muy bien y que el número de casos no aumentó en la provincia es otra estimulante novedad que habla de procedimientos bien desarrollados, con dosis de buena suerte.


Que se haya cerrado solo esa y no todas las demás escuelas representa una salida razonable en un contexto de brote que no muestra -aún- al técnicamente llamado virus circulante en nuestro territorio, como sí pasó en Italia. En Argentina los casos han sido importados, y los mal llamados autóctonos se generaron por contacto estrecho, todo en definitiva dentro de las fases de contención.


Más allá de las presiones, no parece sensato interrumpir las clases pues se generaría un daño mayor, en particular para los mínimos estándares obligatorios del ciclo lectivo, con cumplimientos siempre mezquinos por una u otra razón.


La escuela es, en definitiva, el vehículo didáctico esencial en estos tiempos virales.
Los chicos pueden ser buenos propaladores al resto de su familia -y contralores- de obligaciones de higiene básica sobre la pandemia.
El establecimiento educativo es, por otra parte, un refugio de contención social, especialmente de niños y adolescentes vulnerables. Una escuela cerrada promueve desigualdades sociales, advierte también la Unesco al criticar el cierre en países como España.


Eso sí, escuelas y colegios tienen que ofrecer garantías de óptimas condiciones sanitarias, así como protocolos de procedimientos claros y de cumplimiento obligatorio. ¿El sistema educativo lo hace? ¿O priman la improvisación, el descuido y el abandono de Estado?


También los padres tienen la responsabilidad de asegurar que sus hijos con síntomas de coronavirus, o de cualquier especie gripal, permanezcan en sus domicilios para no exponer al riesgo a sus compañeros en el aula. Y, en cualquier caso, que siempre tengan sus vacunas al día.


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