Crece la presión en Bariloche para que habiliten los refugios de montaña

El Club Andino presentó los protocolos pero Parques Nacionales todavía no los aprueba. Estiman que hay 6.000 personas en la ciudad andina que realiza actividades de montaña.

La circulación de caminantes por las picadas y circuitos de montaña en Bariloche fue incesante durante todo el invierno, incluso más allá de los acotados recorridos que autorizó el parque nacional Nahuel Huapi hace un par de meses. Y todo indica que la afluencia será cada vez mayor, a medida que se retire la nieve y aumenten las temperaturas.

Por esa razón el Club Andino Bariloche ya preparó los protocolos de uso para los refugios y sendas de acceso, los presentó a Parques y ahora espera una rápida aprobación, para que la actividad se pueda desarrollar en forma segura y controlada.

Las restricciones impuestas con propósitos sanitarios para contener la pandemia de covid-19 bloquearon la llegada de turistas a Bailoche, pero no pudieron establecer una prohibición efectiva de las actividades de montaña.

El número de personas con residencia local que suele recorrer las picadas ya era importante antes de la crisis, y aumentó en los últimos meses a falta de otras opciones. El cierre del cerro Catedral en los primeros meses volcó a muchos a practicar esquí de travesía y también a caminar con raquetas de nieve. El equipamiento para esos deportes, en los pocos lugares de donde se vendía, quedó agotado en pocas semanas.

El presidente del Club Andino Bariloche, Martín Enevoldsen, calculó que hay no menos de 6.000 barilochenses que salen regularmente a la montaña. Y la veda establecida por Parques, que declaró cerrado el acceso a algunas sendas y permitió otras sólo hasta la mitad del recorrido, tuvo una efectividad muy parcial.

Salidas clandestinas

“Hoy la gente sigue haciendo trekking en forma irregular. Hay mucho público. Hay también algunos accidentes y extravíos Y lo peor es que no lo hacen de la mejor manera porque salen a ciegas, sin llenar ningún registro”, dijo Enevoldsen.

Subrayó que durante el invierno, favorecido por la abundancia de nieve, “explotó el esquí de montaña sin autorización” y lo mismo ocurriría en primavera y verano con las caminatas de montaña, “porque en la práctica es imposible controlar y poner guardaparques en todos los senderos”.

Recordó que a los más tradicionales, como la picada a los refugios Frey y Jakob, se suman muchos otros como el cerro López, Laguna Negro, cerro Carbón, Challhuaco, Ñireco, Ventana, Villegas y otra gran variedad de opciones, muchas de gran accesibilidad.

El Club Andino presentó los protocolos hace casi 20 días y todavía no tuvo respuesta. Según Enevoldsen, “el municipio ya lo avaló”, y la última palabra depende de Salud Pública provincial, que hasta ahora mantuvo silencio. Dijo que Parques también debe autorizar y “se atrasa un poquito porque depende de Nación”.

El responsable de la comisión de Refugios del Club Andino, Fernando Márquez, consideró que “ya es tiempo de abrir” las actividades de montaña. Coincidió en que hay mucha gente volcada a transitar las picadas, que sale en forma masiva en los días de buen tiempo y que no lo declaran. Observó además que si tienen un problema tratan de no convocar a la Comisión de Auxilio, para evitar sanciones.

Señaló que caminar hoy respetando las medidas preventivas y alojarse en los refugios con distanciamiento no representa más riesgo que otras actividades permitidas.

Dilema

Márquez dijo que la traba a resolver sería el “sí” de la provincia. Aseguró que en el parque nacional Lanín, asentado en Neuquén, las actividades de montaña ya están aprobadas “y la diferencia es que allá la provincia emitió la autorización”.

 “Abrir ahora sólo para el público local serviría además para probar, ver cómo funciona y ordenarnos para cuando llegue el turismo”, explicó.

Dijo que si se habilitan el trekking y el uso de refugios “la responsabilidad va a recaer en el CAB, que se va a hacer cargo de cumplir los protocolos y cuidar a la gente en la montaña, como hizo siempre”. Márquez opinó que “lo que hace Parques es muy egoísta, porque no autoriza, pero tampoco controla en el terreno. El resultado es que la gente anda igual, a escondidas”.

Enevoldsen dijo que la actividad de montaña desarrollada al aire libre representa un riesgo menor de contagios de Covid y “es bueno para salud mental”.

Insistió en que es indispensable que Parques y la provincia “resuelvan cuanto antes” la apertura de las montañas, porque la presión del público interesado “es cada vez mayor”.


Distanciamiento y cocina centralizada


El protocolo para la apertura de los refugios que presentó el Club Andino reduce en forma notoria la capacidad habitual de esas instalaciones, y prevé instrumentar sistemas de reserva previa, como ya existe desde hace años en el refugio Frey, para evitar que los caminantes lleguen y se encuentren sin lugar.

“Igual siempre está la alternativa de llevar carpa -dijo Márquez-. Es verdad que el tema de la capacidad y la gente que llega a última hora a un refugio lleno es un ‘gris’, pero se puede resolver si funciona bien la reserva previa”.

Dijo que el blanqueo de la actividad, que hoy existe de hecho, permitirá habilitar el registro de trekking, que funcionaba ya antes de la pandemia, cada año con más aceptación.

Márquez dijo que de acuerdo al protocolo, quienes se alojen en los refugios no podrían llevar su propia comida y deberían consumir únicamente la que cocinen y ofrezcan los refugieros. También se establecen pautas estrictas de desinfección de los baños y de todos los elementos de uso común.

Para transitar las picadas el protocolo fija normas de distanciamiento preventivo, similares a las que ya rigen para la práctica de deportes al aire libre.


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