Cruzar el semáforo en rojo, la principal falta con fotomulta en Bariloche

El sistema controla además el exceso de velocidad en avenidas y el mal estacionamiento. El equipo tecnológico realiza una secuencia fotográfica y fílmica para constatar la infracción. Las multas son altas.

El semáforo del kilómetro 8,500 de la avenida Bustillo, en Bariloche, tiene cuatro tiempos. La espera se torna extensa para los conductores impacientes y la tentación de cruzar el semáforo en rojo gana la batalla de la conciencia y pareciera que nadie tiene en cuenta que se trata de una falta de tránsito muy grave y que la fotomulta funciona en ese lugar.

Con el nuevo sistema de fotomulta que instaló la municipalidad de Bariloche a mediados de noviembre se intenta detectar cuáles son las faltas más comunes entre los conductores y sancionarlos, con el objetivo de que se reviertan estas conductas. Hoy se controla el exceso de velocidad en avenidas, el cruce de semáforos en rojo y el mal estacionamiento.

En el último mes fueron notificados 320 infractores y están preparadas otras 654 actas que en unos días deberían llegar a los domicilios de los conductores en falta.

Según datos aportados por el subsecretario de Tránsito y Transporte, Martín Trebino, entre el 15 de diciembre y el 15 de enero se constataron 1.163 cruces de semáforos en rojo. De ese total 1.149 ocurrió en el del Kilómetro 8,500 de Bustillo. Ya fueron notificados 62 infractores.

El cruce en rojo se controla en 8 semáforos de la ciudad donde se instaló el dispositivo que realiza un registro fílmico y fotográfico automático de cada vehículo que pasa y cuando el sistema detecta la falta, una señal de alarma se enciende y los operadores de la empresa Vial Control lo constatan y envían la documentación al Juzgado de Faltas N°2 que es el que notifica al infractor y aplica la sanción. Entre la falta y la notificación se demora un promedio de 20 días.

Con la reforma de la ordenanza tarifaria, hoy las faltas muy graves tienen una multa que van entre los 22.260 y 44.520 pesos. Si el conductor reconoce su error y paga voluntariamente en 5 días hábiles, se le aplica un descuento del 50%.

Los radares controlan la velocidad en las principales avenidas. Foto: Gentileza

El sistema fotomultas también controla el exceso de velocidad a través de radares móviles que suelen instalarse en avenidas troncales donde la máxima permitida es 60 km/h: Bustillo, De los Pioneros, Esandi, Costanera y Juan Herman. Los radares son operados manualmente por un inspector y se colocan las cámaras a ambos lados de las banquinas. En promedio se detectan 70 infractores por día y llamativamente todos los días hay casos de colectivos del transporte urbano que transitan a alta velocidad.

“El objetivo es que en Bariloche se aprenda que en ningún lugar de la ciudad se puede ir a más de 60 km/h que es la máxima en avenidas. Nos ponemos en riesgo nosotros y a los otros”, dijo Trebino a RÍO NEGRO y remarcó que se busca “bajar el índice de siniestralidad porque si cumplimos las normas siempre se podrían evitar los siniestros viales”.

La máxima de 60 km/h solo rige para las avenidas, en las calles el tope es de 40 km/h y en calle Mitre, que es semi peatonal, 20 km/h. Las infracciones por exceso de velocidad se consideran faltas graves y la multa va de los 6.500 a 20.000 pesos.

Bariloche tiene un parque automotor de 70.000 vehículos. La proporción es alta: un auto cada dos personas, y con el ingreso de turistas en sus propios vehículos las calles y avenidas sienten el impacto.

La tercera infracción que se controla con el nuevo sistema es el mal estacionamiento. Para detectarlo un vehículo oficial de Tránsito y Transporte recorre las calles céntricas y registra fotográficamente los vehículos que están mal estacionados. Hoy se realizan unas 350 actas en promedio por día.

Al control con esta tecnología se suman las inspecciones manuales que realizan los empleados de Tránsito que cada día recorren el centro. Estacionar en lugares prohibidos es una falta leve, con una multa entre 2.500 y 6.500 pesos.

La recaudación por las multas de tránsito generadas por el sistema de Vial Control, tiene un esquema de reparto mediante el cual un 5% del total es transferido a un fondo específico destinado a la educación vial. El resto de los ingresos va en un 60% al municipio y un 40% a la empresa, por su gestión y amortización de los equipos que quedarán en el patrimonio municipal.


Volvieron los controles de alcoholemia


Luego de diez meses sin controles de tránsito por alcoholemia, el municipio volvió a instrumentarlos en los puntos de control de circulación que restablecieron la semana pasada las fuerzas federales.

Los controles se realizan con un protocolo especial por el coronavirus y el alto riesgo que implica el contacto de una persona a través de su saliva en el dispositivo que realiza la medición. Por eso, se tomaron pautas generales que indicó Seguridad Vial de la Nación y se diseñó un protocolo avalado por el Comité de Emergencia y el área de Seguridad e Higiene del municipio.

Con el protocolo, el inspector municipal está cubierto con máscara y barbijo, guantes y no manipula la pipeta, que es entregada sellada al conductor, quien debe colocarla en el equipo. Luego de utilizarla, el conductor debe retirar la pipeta por donde exhaló y el inspector inserta el equipo en un esterilizador con la lámpara UV durante 60 segundos para la desinfección.

Las multas por alcoholemia también tuvieron un aumento desde el inicio del año y los valores van desde los 21.000 a 140.000 pesos. En estas infracciones se retiene además la licencia de conducir.


En la calle

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Inspectores de Tránsito están activos actualmente de un plantel de 54 trabajadores. El resto permanece de licencia por ser persona de riesgo o mayor de 60 años.

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