Carmen Baliero: “Somos todo lo que experimentamos”

La reconocida maestra, cantante, compositora y directora dará el seminario “Guerra de Guerrillas”, en el marco de la Fiesta del Teatro de Neuquén, que dará comienzo hoy.

Desde hoy y hasta el domingo inclusive, la ciudad de Neuquén vive su Fiesta Provincial de Teatro. Hay 17 obras de cinco localidades neuquinas para ver de manera gratuita. Completa el variado programa la pieza “La República Análoga”, de Villa Regina, por el grupo “Nuestra América”, perteneciente a la Cooperativa La Hormiga Circular, ganadores del Premio a la Trayectoria otorgado por el Instituto Nacional del Teatro. ¡Bravo por esto!

Dos horas antes de cada espectáculo, se pueden retirar en las salas correspondientes, las entradas libres y gratuitas. No se entregan anticipadas.

La reconocida maestra, cantante, compositora y directora, Carmen Baliero es una de las invitadas por la Fiesta Provincial de Teatro, para impartir el seminario “Guerra de Guerrillas”, Cómo construir una hipótesis de obra o morir en el intento. Ésta es la inquietud que trae Baliero, nacida en Buenos Aires, en una familia de artistas que supo guiarla en el camino del estudio, de la formación, de la curiosidad y de la experimentación.

Luego de su paso por el Festival Estival de San Martín de los Andes, en enero, ahora es el momento de Neuquén para acercarse a este taller que busca generar en poco tiempo una hipótesis de obra que abarque texto, sonido, música y dirección.

“La intuición es el cúmulo de experiencia”, dice en esta entrevista con “Río Negro”, Carmen Baliero, a quien el INT, a través de su editorial y para la colección Estudios Teatrales, acaba de publicar su libro “La música en el teatro y otros temas”.

“Somos todo lo que hemos experimentado. Me reconozco en ese pensamiento. Un niño tiene experiencia y eso no tiene que ver con la cantidad de tiempo, sino lo que él ha vivenciado en su corto trayecto.

La práctica es más mensurable, sin embargo el cúmulo cultural no se puede medir. Muchas veces se quiere cortar camino, saltar pasos, no pasar por la experimentación, por esa búsqueda necesaria. El problema de los actores es que no piensan en arribar a un objetivo sonoro, por ejemplo. En la mayoría de los casos, ni siquiera se lo plantean. Quieren fórmulas, atajos, pero no la investigación, tan rica y tan necesaria para cualquier artista.”

Formada desde pequeña en el Collegium Musicum, y luego con la música y docente Lucía Maranca, quien la guió en el piano y en la música contemporánea, Carmen Baliero afirma que hay formas distintas de encarar el arte: desde el virtuosismo, desde la limitación, la imitación, la oscuridad, lo autorreferencial o la denuncia. “La mayoría de los actores encaran el arte de manera expositiva”.

P-¿Qué incluye el término “Encarar”?

Carmen Baliero- Encarar es tener un concepto preciso sobre algo, y accionar a partir de él. Con los músicos sucede lo mismo que con los actores. Si no existe un concepto claro de lo que se quiere componer y ejecutar, es difícil accionar con objetivos conceptualmente coherentes y arribar a un resultado honesto y sincero. Pero para ello, primero, debemos ser sinceros con nosotros mismos.

En la humanidad hay gente sincera y gente que no. Están los que se plantean el camino a seguir, lo piensan, lo discuten, prueban, y otros que se mandan directamente sin muchos cuestionamientos. Lleva su tiempo encontrar esa seguridad que luego será el gran motor. Se pueden probar muchos caminos, elegir las formas variadas para ir detrás de los conceptos a los que queremos arribar pero prescindiendo de la mirada ajena. En lo personal necesité muy poco tiempo para descubrir que no necesitaba la aprobación externa para poder avanzar.

Hay niños que se acercan a un perro sin miedo y otros que permanecen mirándolo desde lejos. Hay personas que saben cuidar la tierra, regar las plantas y generar un jardín y hay otros a los que se les seca. Son tendencias. Yo tengo una tendencia a pensar en el arte.

P- ¿Cuánto tuvo que ver tu familia en esto?

CB- Mucho. Crecí en una casa donde todo estuvo dado para que yo avanzara con esta valentía y fuerza. Fue importantísimo ese marco para indagar qué más había en este camino elegido. Mi abuelo fue poeta, crítico de arte, mis padres fueron arquitectos fundadores de la Organización de Arquitectura Moderna (OAM), creada en 1948 y que duró hasta 1957. Mi casa apostó siempre por la modernidad, no de manera snob sino experimental, de búsqueda. También fue en una época inspiradora de nuestro país, pero también del mundo, donde esos procesos creativos encontraban la luz porque todos eran pensados, cuestionados e investigados desde la experimentación misma. El Instituto Di Tella fue un claro ejemplo de ello.

P- Hablas del pasado como un hecho esclarecedor ¿Qué queda para este presente?

CB- Estamos viviendo en un estancamiento de consumo y de estupidez, enorme, de una globalización de la idiotez, tremenda. Hay mucha gente que vale la pena, pero no es suficiente como para generar una opinión, una movilización social. Lo tuvo el rap y la cumbia en un momento, pero luego perecieron, y fueron tomados por el mercado comercial que poco sabe de matices. Es inevitable no traer a hoy, artistas plásticos como Marta Minujín y Ernesto Deira, por nombrar a dos, y pensar que nunca fueron comerciales. Tal vez ocuparán una parte del mercado, pero masivos a partir del mercado, jamás. Los movimientos en los que ellos nacieron como artistas, fueron clave para las generaciones que vinimos luego, porque movilizaron, dejaron la impronta de la pregunta, de la investigación, del cuestionamiento al sistema.

P- ¿Lo vivís con nostalgia?

CB- Nostalgia, no. El golpe militar en nuestro país, tuvo mucho que ver con ese eslabón perdido. Si no no se entiende cómo Argentina, que supo traducir los primeros libros de teatro de Beckett, que fue vanguardia en tantas cosas, sobre todo en lo cultural, hoy no encuentre un rumbo coherente y rico en propuestas, en inquietudes innovadoras. Hubo una razia, un corte, una limpieza étnica -por decirlo de una manera- que hizo que nos perdiéramos. Hay una zanja de olvido y de no conexión natural entre una cosa y otra, de los procesos. Es que se vaciaron universidades, se vaciaron los centros culturales. Mucha gente pensante debió marcharse, a mucha gente mataron. Así como en Alemania, el nazismo pasó con topadoras por la propia casa de Gropius, padre del movimiento Bauhaus, acá sucedió lo mismo.

P- ¿Cómo recomponer entonces desde la ausencia, de lo perdido?

CB- No quedándonos solos. No olvidando. No teniendo miedo al error. Los movimientos son importantes porque son la resistencia y las resistencias siempre incomodan al mercado, pero nos ayudan a avanzar no con individualismo. Hay que seguir investigando, trabajando para recomponer desde la coherencia esos procesos que quedaron truncos. Lleva muchos años recuperar la línea de pensamiento callada, pero si cada uno aporta desde esa sinceridad que hablaba antes, se pueden reconstruir los caminos. No es nostalgia, es tristeza cuando veo que muchos maestros de aquella época van muriendo. Se están yendo los testimonios fundamentales de la cultura nacional. Por ellos y por nosotros mismos, hay que existir y resistir.

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“Agitadores de viento”, hoy a las 22

Duración: 22’.

Apto para todo público.

Autor y director: Juan Pablo Ríos.

Género: danza-teatro.

Sinopsis: Nada más allá, ni por fuera de la noche, a lo lejos se escuchan agitadores de viento. La leyenda cuenta que la manada se adueña de la aridez del paisaje, donde la soledad abunda como una sed degenerada.

Actúan: Juan Pablo Baschetto, Georgina Gasparini, Karen Godoy, Fiorella León Espina, Aldana Montesino.

Función: hoy a las 22 en Teneas (Leguizamón 1701).

“Trocas”, hoy a las 22

Duración: 36’.

Apta para todo público.

Autora y directora: Claudia Ganquin.

Género: danza – teatro.

Sinopsis: Trocas es una investigación escénica sobre la aceleración del tiempo, su repercusión en los cuerpos y de cómo estos pueden ser violentados y deteriorados como sistema.

Actúan: Juan Pablo Baschetto, Georgina Gasparini, Karen Godoy, Fiorella León Espina, Aldana Montesino.

Función: hoy a las 22, en Teneas (Leguizamón 1701).

“Los movimientos son importantes porque son la resistencia y las resistencias siempre incomodan al mercado”,

enfatiza Carmen Baliero.

El seminario que dictará Carmen Baliero busca generar en poco tiempo una hipótesis de obra que abarque texto, sonido, música y dirección.

Datos

“Los movimientos son importantes porque son la resistencia y las resistencias siempre incomodan al mercado”,
El seminario que dictará Carmen Baliero busca generar en poco tiempo una hipótesis de obra que abarque texto, sonido, música y dirección.

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