Escribir para comprender el mundo: la neuquina Andra Akaal cuenta cómo hizo Cartas a Casiopea
La escritora Andra Akaal cuenta en primera persona el proceso de escritura de su primera novela, editada por Las Guachas.
Por Andra Akaal
Hace unos días me hicieron este convite y gustosa acepté, aún sin saber cómo haría para escribir el artículo sin contar con una computadora. Así es, el amigo Google dice que en este momento estoy a 5 mil kilómetros de Neuquén, también dice que de mi ciudad me separan setenta y ocho horas, pero sabemos que esto último es relativo.
En fin, yo aún estaba en Maracaípe, Pernambuco, ya pronta a emprender el periplo de regreso por tierra, a pura aventura. Ahora estoy en Maceió, Alagoas, y conseguí que una persona, de esas con corazón cálido y generoso que una conoce viajando, me prestara su notebook por hoy —pues viajé sin la mía y mañana continúa mi andanza—, de modo que tengo solo este día para cumplir con el compromiso aceptado, —vaya a saber cuándo volveré a estar frente a una computadora, así que “a trabajar”, me digo.
Lo interesante es que si bien recién ahora estoy bailando con los dedos sobre el teclado y solo cuento con unas horas para concretar la misión, la verdad es que este texto se empezó a escribir en mí hace tiempo, apenas dije “sí, acepto, me encanta la invitación”, o, quizá, incluso antes.
Cartas a Casiopea es una novela epistolar, es decir, se desarrolla a través de una sucesión de cartas que Paloma, la personaje principal, le va escribiendo a Casiopea, la hija que tiempo atrás decidió abortar».
Andra Akaal
En concreto, vengo a hablar del proceso de escritura de mi última publicación, Cartas a Casiopea, mi segundo libro, mi primera novela. A veces me preguntan cuánto tiempo me llevó escribirla, y esa es una pregunta tramposa, porque una cosa es el tiempo en que una se sienta y escribe de corrido eso que brota por ser dicho, y otra cosa es el tiempo silencioso en el que esas palabras que han de ser enhebradas van tomando forma dentro del cuerpo, para luego ser dichas; y otra cosa aún es el proceso de relectura, corrección y estructuración.
Cartas a Casiopea es una novela epistolar, es decir, se desarrolla a través de una sucesión de cartas que Paloma, la personaje principal, le va escribiendo a Casiopea, la hija que tiempo atrás decidió abortar.
La novela, que cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, fue publicada en diciembre de 2023 con la editorial Las Guachas, de San Martín de los Andes. Como dicen las editoras en el texto que inicia el libro, es un relato autoficcional. En 2018 ya había escrito algunos textos en relación a esta temática, lo que tomó forma de poesía formó parte de mi primer libro, lo que fue prosa había quedado en el olvido.
La escritura tiene un tiempo, un espacio y una estructura, lo cual a mí me ordena interiormente. Por eso siempre ando con mi cuaderno y una lapicera, ahí anoto lo que llamo “la materia prima”, eso con lo que después trabajaré.

A finales de 2020 hice de manera virtual —como todo el mundo en aquel entonces—, unos encuentros de arte terapia coordinados por Laura Lafuente, amiga a quien quiero mucho. Ahí surgió la invitación para escribir una carta acerca del tema en cuestión.
Yo ya había escrito cartas, esas que más arriba conté que habían quedado archivadas. Laura insistió en que volviera a escribir, pero desde quien era en ese momento y no unos años atrás. Le agradezco la insistencia. Empecé a escribir, y sin proponérmelo una carta fue seguida de otra y otra y otra.
Las cartas comenzaron a acompañarme cotidianamente en un diálogo íntimo y silencioso. La tarea con Laura ya estaba realizada, es más no tuve que leer mis cartas en ese espacio, pero algo dentro de mí se había movilizado y seguía construyendo sentidos.
Después de un tiempo de escribir y acumular cartas, me pregunté qué haría con ellas. Por un lado, me parecía que era algo personal; por otro, sentía que se estaba gestando algo que, así como a mí me liberaba y me transformaba en el proceso de escritura, podía acompañar a otras personas, y esa idea me motivaba.

Fue así que como quien arroja un deseo o un pedido de ayuda en una botellita al mar, me anoté en la Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes. Para mi alegría —y para mi sorpresa—, el proyecto salió seleccionado. Fue el empujoncito que necesitaba para seguir escribiendo todo eso que no dejaba de amasarse dentro de mí.
Así que así fue, escribí el cuerpo general de la novela y luego comencé a buscar editoriales. Sabía que quería una editorial independiente, de la región, cuyos libros en tanto objeto fueran cuidados. Sabía que quería que la tapa fuera ilustrada por @pupeilustra, que ya había ilustrado Oruga en Flor, mi libro de poesía. Y sabía que quería hacer un trabajo de corrección conjunta de la novela.
La escritura tiene un tiempo, un espacio y una estructura, lo cual a mí me ordena interiormente. Por eso siempre ando con mi cuaderno y una lapicera, ahí anoto lo que llamo “la materia prima”, eso con lo que después trabajaré».
Andra Akaal
Con esas certezas generales, y con un boceto bastante armado, fui a dar con Ediciones Las Guachas. Al principio la comunicación fue por WhatsApp, pues yo en Neuquén Capital y ellas en San Martín de los Andes, hasta que en un viaje que hice las conocí, como ellas cuentan, frente al lago Lacar, en un bar.
Cuando vi parte del catálogo frente a mí, con la materialidad de los libros en mis manos, supe que quería trabajar con ellas. Y creo que fue una decisión muy acertada.
Después de mucho diálogo, de muchas reuniones por Meet, de mucho trabajo, final y felizmente en diciembre de 2023, contra todo pronóstico —el país, una vez más ardía y el dólar se disparaba día a día— la novela se publicó. El 16 de diciembre de ese año la presenté en la ciudad de La Plata y en mayo de 2024 en la ciudad de Neuquén, en el marco del ciclo Estación Literaria coordinado por Karen Mella.
Quienes gusten acceder al libro pueden contactarme por Instagram https://www.instagram.com/andra.akaal/o pueden conseguirlo en Mala Palabra Casa Librera o en Cosa Seria Libros. Me gustaría compartir mucho más, sobre todo acerca de las devoluciones de quienes han leído la novela, porque es de lo que más me conmueve, pero creo que eso sería tema de otro artículo. Espero haber respondido lo que se me pedía, y espero que vos, que me estás leyendo ahí, en tu casa, en el colectivo, en el trabajo o donde sea que estés, te hayas quedado con ganas de acercarte a Cartas a Casiopea.
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