Crítica | «Rotos de amor»: cuatro visitadores médicos en una misión (casi) imposible

La obra se puede ver los jueves, a las 21.30, en Ámbito Histrión de Neuquén. Las reservas se podrán hacer al 0299 15-453-0771. El valor de la entrada es de 15.000 pesos. Se mantendrá en cartelera hasta el mes de agosto. Nuestra opinión: excelente.

Fuimos a ver esta comedia dirigida por Pablo Todero, un director distinto e inteligente, quien maneja el humor y las diferentes disciplinas de su elenco.

Nos encontramos entonces con la ductilidad de Ariel Azcurra (Artemio), Pablo Cosa (Rodríguez), Martin Perdersen (Berlanguita) y Facundo Selva (Mudo). Cantan, tocan la guitarra, hacen muecas y guiños, mueven todo su cuerpo, actúan.

Estos cuatro visitadores médicos buscan recuperar a sus mujeres y hacen de todo para lograrlo, sólo que sin lograrlo. Uno de ellos atesora las cenizas de su mujer muerta a la que aun llora. Otro, observa a su amada desde lejos, porque no se atreve a entregársela, aunque más no sea, la flor que debe renovar periódicamente, porque se secan.

El absurdo de todo parece más fuerte. Sufren, padecen el amor, se consuelan entre ellos, se desesperan, hasta se tiñen el pelo porque el “rubio está de moda”. Esta escena es más que cómica: la manera en la que escriben las diferentes tonalidades de rubio es fantástica. Parece el último manotazo de ahogado, esta escena es realmente desopilante y colmó la sala de risotadas.

Otra escena que fascinó al público fue la “del Mudo”, quién enamoró a la platea, con sus gestos y particular lenguaje de señas, por ejemplo. En realidad, este cuarteto de tiernos perdedores replegó su poderoso y variado talento actoral.

Sorprendieron los actores con sus “ser músico”, la concentración que sostienen durante toda la pieza, el juego de palabras permanente, cuatro perdedores que padecen e intentan recuperar el amor perdido. Aunque se transforme en una utopía.

El humor surge en los instantes más sombríos de las historias de cada uno de los personajes y de su dificultad para rearmar sus vidas a partir del vacío de sus quiebres amorosos. La pieza se refiere la mixtura que existe entre, una profunda reflexión, sobre la ruptura amorosa y lo humorístico. La base en la que se arman los diálogos y situaciones de “Rotos de Amor” es un humor surgido de los fracasos amorosos en las vidas de cada uno de los personajes y de su imposibilidad para reencaminar sus vidas.

Las voces de estos cuatro actores pueden entonar románticos boleros, milongas, clásicos tangos, a la vez que desarrollan la banda sonora de esta propuesta y sostienen las dos horas sobre el escenario.

Vale recordar que esta obra se puso en escena en diferentes países, en función de su idiosincrasia.

A la banda sonora la ejecutan ellos mismos: cantan, tocan la guitarra (incluso las maracas), son afinados, manejan los matices y el tempo de los boleros, tangos y milongas. Un cuarteto perfecto. 

Esta maravilla se pudo disfrutar en el Histrión Teatro de Neuquén (Chubut 240), que mostró su sala llena e invadida de risas, carcajadas.

El vestuario y diseño gráfico es de Yazmín Mer, mientras que las cuestiones técnicas son de Maxi de la Parra.

Fueron casi dos horas de acción y diversión constante. La sala fue invadida por una energía fuerte y agradable, fueron cuatro que no paran de buscar, adorables, sutiles y verosímiles.

Se puede ver los jueves, a las 21.30 y las reservas se podrán hacer al 0299 15-453-0771. El valor de la entrada es de 15.000 pesos.

Se mantendrá en cartelera hasta el mes de agosto. Nuestra opinión: excelente.


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