La armada neuquina y una travesura en la etapa final

Los neuquinos Dardo Balboa y Manuel Allende se dieron el lujo de ser los primeros en cruzar la línea final.

El sistema de largada empleado en el tramo final le dio una alegría extra a Dardo Balboa y Manuel Allende, dominadores entre quienes participaron con botes de travesía; porque fueron los primeros en cruzar la línea final, escoltados por su coterráneos Gonzalo Labrín y José Cortéz.

Para Balboa tuvo “un sabor especial” porque “mi compañero tiene varias regatas encima, tiene un problema en una pierna que no puede flexionar, así que tuvimos que modificar el bote” y dijo que “es un guerrero, se entrenó todo el año y nos tocó una categoría , por la edad, que siempre tuvimos que correr desde atrás” por eso “pusimos todo y llegamos”.

Sostuvo que “es una fiesta hermosa, nos llama la atención y nos encontramos todos los palistas de la Argentina y de afuera, nos une a todos”.

Por su parte “Manolo” Allende explicó que “desde el primer momento salimos a buscar el primer lugar de los travesía, con un bote nuevo, que tiene mucha flotabilidad, y pudimos llegar adelante en las siete etapas”.

Sobre la definición contó que “pegamos un palo faltando 200 metros para llegar al puente nuevo, fueron cuatro o cinco kilómetros con oleaje y de la boya para arriba (en el retome, corriente en contra) dejamos lo que nos quedaba”.

Definió que “la Regata del Río Negro es espectacular, estoy cumpliendo la décima, fuimos los primeros en llegar a Viedma, más emocionado no puedo estar”, sentenció.

El festejo grande fue, una vez más para Pinta y Lucero. El maragato señaló que “todas las llegadas son emocionantes, algunas más que otras, pero siempre disfrutamos y hacemos lo mejor posible para tener la felicidad”.

Sobre el desarrollo de la competencia manifestó que “cuando se empiezan a dar resultados buenos te das cuenta que podés pelear, el año pasado ganamos con menos diferencia y este año fue un poco más cómodo”.

Reconoció que fueron claves las etapas disputadas en el Valle Medio “y después pudimos guardar máquina para hacer una buena regata hasta acá abajo” por la zona del Valle Inferior.

“Pasar por Patagones es disfrutar con toda la gente que te apoya, es un agradecimiento, porque la regata tiene esto de especial cuando llegamos a casa”.

El viedmense explicó que este triunfo fue “emocionante, por suerte este año fue en otro contexto, con mucha gente que nos hizo el aguante y nos recibió de una manera muy linda”.

La confianza en las posibilidades estuvieron “desde el día uno” cuando “nos dimos cuenta que íbamos a dar pelea y tras cada etapa nos sentimos más cómodos, utilizamos muy bien las contrarreloj que eran claves y nos asentamos en la punta”.

En el momento del festejo recordó que “en lo personal tuve una pérdida muy grande hace casi un año, mi abuela, que era un pilar fundamental y se lo dedico a ella y a mi familia” y sobre el paseo triunfal indicó que “Damián se merece disfrutar del lado de Patagones y yo de Viedma y eso fue lo que hicimos”.


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