Descartan que dos barrios de Bariloche queden dentro de una comunidad mapuche

Referentes de la Coordinadora del Parlamento Mapuche y del Codeci señalan que el Gobierno quiere deslegitimar el reconocimiento del territorio de la comunidad Buenuleo por parte del INAI.

La Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche de Río Negro descartó que los barrios Pilar I y II de Bariloche queden dentro de la comunidad Buenuleo reconocida, en un amplio territorio al sur de la ciudad, por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).

La polémica se desató esta semana cuando residentes de ambos barrios acudieron al Concejo Deliberante de Bariloche para manifestar su preocupación y temor por eventuales riesgos de despojo de sus propiedades.

Sin embargo, referentes del Parlamento Mapuche y del Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (Codeci) aseguraron hoy que «los barrios no están dentro del relevamiento territorial».

Newen Loncomán, del Codeci, afirmó que la comunidad Buenuleo reconocida por el INAI «no ha hecho una avanzada sobre los barrios Pilar 1 y 2» y señaló que hay una «operación por parte del Estado de Río Negro en no reconocer esa resolución».

«Vemos con preocupación distintas instancias y expresiones en Bariloche por parte del bloque de Juntos en el Concejo», señaló Loncomán al referirse a la reunión de esta semana en la que se analizó el alcance del reconocimiento territorial de 481 hectáreas a la comunidad Buenuleo.

Para Loncomán el oficialismo «quiere deslegitimar» la resolución del INAI que fue dada a conocer semanas atrás y que motivó la paralización de la orden de desalojo de la comunidad de las tierras al pie del cerro Ventana.

Orlando Carriqueo, de la Coordinadora del Parlamento Mapuche, cuestionó que el Gobierno provincial no avanza en el cumplimiento de la ley nacional que ordena el relevamiento de comunidades indígenas y apuntó que «la Justicia tiene una avanzada muy fuerte sobre las comunidades mapuches que esperan por el relevamiento territorial».

Respecto al conflicto de Villa Mascardi, donde esta semana se frenó una orden de desalojo de una cabaña propiedad del Obispado de San Isidro, ante el pedido de la congregación religiosa, Carriqueo señaló que esa medida fue consecuencia del impacto de la carta elevada al papa Francisco pero remarcó que «la cuestión del territorio todavía no está resuelta».


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