Día de la futbolista: entre lo ganado y lo que falta

El 21 de agosto de 1971, durante el Mundial femenino de fútbol, Argentina le ganó 4 a 1 a Inglaterra, en una de las gestas más importantes de la disciplina en su historia. Por ese motivo, desde 2018 se considera a esta fecha como el Día de la Futbolista.

A 49 años de aquel resultado que se registró en México, el fútbol femenino sigue avanzando en el país. Es un símbolo de la conquista de derechos, dejando de lado los prejuicios y mandatos impuestos. Es un intento de mejorar como sociedad.
El camino es largo y recién comienza, pero vaya si vale la pena para las mujeres que protagonizan estos cambios y cuyos beneficios tienen carácter colectivo.

En los últimos años, tanto Río Negro como Neuquén experimentan un avance significativo, tanto en fútbol federado como amateur. La rama femenina ha avanzado y las canchas de papi fútbol están pobladas en la región por muchas mujeres que encuentran su lugar de recreación y vínculo social, de la misma forma que siempre lo fue para muchos varones.

Desde el punto de vista competitivo, tanto Lifune como Liga Confluencia vieron nacer hace muy poco a sus respectivos torneos de primera femeninos en los que Petrolero y Deportivo Roca son actuales campeones.
Las dificultades para llevar adelante entrenamientos y torneos es muy grande, porque a las necesidades de infraestructura y logística que tienen los clubes, se suma la diferencia de género que atraviesa todos los estamentos.

Entrenamientos individuales del Deportivo Roca en pandemia. Fotos: Juan Thomes

Horarios y predios para entrenar, canchas para jugar, torneos para competir. En todos los aspectos la pelea por ganar lugar es diaria. Como todo ambiente machista desde su concepción, lo mismo ocurre con la plana dirigencial, donde las mujeres tienen poca representación.

Desde lo cultural, el fútbol femenino visibiliza disidencias que en otros ámbitos son discriminadas. Las futbolistas lesbianas en todo el mundo se expresan en este terreno para difundir su mensaje disruptivo. Es una herramienta más que suma en función de conquistar derechos y libertades.
El balance da positivo desde donde se lo analice, porque incluso con las enormes dificultades, al pasado no se vuelve.

Aquel partido que Argentina le ganó a Inglaterra, y que tiene hoy su conmemoración, fue por un Mundial que FIFA no consideró válido. La máxima entidad del fútbol mundial recién admitió como oficiales esos torneos en la década del 90’.

En Argentina, la profesionalización del fútbol se dio, por escrito, en marzo de 2019. De todas formas, son muy pocas las mujeres que pueden vivir del deporte más popular.

Algunos todavía cuestionan el atractivo del fútbol femenino por la diferencia de velocidad o calidad técnica con el masculino, sin tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, el primer regalo que se le hace a un varón en sus primeros años es una pelota y a la mujer una muñeca.
Salir de esos lugares comunes, que obedecen a los estereotipos, es clave para desarrollar el fútbol femenino desde las bases y construir así un deporte y una sociedad más justa e igualitaria, que de más oportunidades sin importar el género.


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