Docente y estudiante: Daniel y su deseo de obtener la licenciatura

“Estudio desde que tengo uso de razón, para mí es un placer”, explica Daniel Revuelta y su cara se ilumina. Desde hace años se dedica a la docencia y transmite a jóvenes y adultos el conocimiento en química que obtuvo a lo largo de su vida. Tiene 56 años y ahora estudia la licenciatura de Gestión Ambiental. Es oriundo de Buenos Aires y llegó a Cipolletti hace seis años junto a su hija Florencia, también estudiante universitaria. “Estoy enamorado de esta ciudad”, remarcó.

Daniel recuerda algo que una vez le dijeron: “enseñar es encender fuegos”. Esta premisa la aplica cada vez que está en contacto con los adolescentes que cursan en la escuela secundaria 35 y los jóvenes que buscan terminar el nivel medio en el colegio Manuel Belgrano.

Además de transmitir el conocimiento aprendido a lo largo de su carrera como químico, Daniel también aplica en las clases los conceptos asimilados durante su vida universitaria. Busca que los estudiantes tomen conciencia sobre el cuidado ambiental y sobre la importancia de proteger el mundo que nos rodea.

“Yo enfoco la docencia desde el lugar de pensar que los chicos son extremadamente capaces y que muchas veces esto no lo sabemos explotar adecuadamente. Les exijo en función de lo que sé que pueden dar”, remarcó con entusiasmo.

Aunque hace pocos años reside en la ciudad, Daniel asegura que está enamorado del lugar y recuerda que siempre quiso vivir en el valle.

Antes de llegar a Cipolletti, vivió en Catriel durante un tiempo. Explica que se instaló en la ciudad para que su hija pueda estudiar Psicología en la Universidad Nacional del Comahue.

Al tiempo, decidió continuar el mismo camino para lograr su sueño ya que tenía como objetivo contar con un título de grado, más allá de la experiencia y conocimientos adquirido a lo largo de su vida profesional.

“Hace tres años que estudio la licenciatura en Gestión Ambiental, me quedan seis materias y finales para recibirme. Me estoy sacando el gusto de ser licenciado”, explicó sonriente y agregó: “Hay gente que me pregunta para qué a esta altura de la vida; estudiar, para mí, siempre fue una prioridad. Es un placer”, enfatizó al despedirse.