Dos de los crímenes ocurridos el año pasado en Neuquén no tienen pistas ni sospechosos

Ángel Gustavo Mamaní tenía 33 años y José Luis Romero, 53. El primero fue encontrado muerto el 18 de abril y el otro casi un mes más tarde.

Archivo

NEUQUÉN (AN).- El 2015 puede ser recordado como un año en el que más de la mitad de los homicidios ocurridos en la ciudad llegaron a juicio en pocos meses. Igualmente aún quedan dos crímenes sin resolver y pese a las medidas de investigación no hay sospechosos ni pistas firmes. Los dos casos sin resolver son los referidos a los homicidios de Ángel Gustavo Mamaní, un joven de 33 años, y el de José Luis Romero, un linyera de 53 años. Si bien las víctimas y los lugares en los que ocurrieron los crímenes son marcadamente diferentes, ambos homicidios tienen dos elementos en común: las víctimas fueron atacadas cuando estaban al aire libre y sus restos fueron descubiertos varias horas después de los ataques. La mañana del 18 de abril pasado sorprendió a los vecinos y transeúntes del Parque Central con un importante despliegue policial dado que a las 7.50 de la mañana una patrulla encontró a un joven muerto detrás del Cenotafio. Mamaní había sido apuñalado en el estómago y murió desangrado sobre una de las rocas que adornan ese sector del parque. En un principio se creyó que la cantidad de cámaras de seguridad permitiría resolver el crimen, pero finalmente se supo que ninguna captó lo ocurrido. La reconstrucción de las últimas horas de vida del muchacho reveló que había salido de su casa con dinero, había ido al boliche El Mega y que le faltaban varias pertenencias como una campera y un collar. Pero nada se sabe de qué ocurrió entre el boliche y el lugar en el que fue encontrado sin vida, presumiblemente dos horas después de ser atacado. Un mes más tarde otra personas muerta fue encontrado, esta vez en el extremo sur oeste de la ciudad. Un vecino del sector detectó el 11 de mayo a las 8 de la tarde que Romero estaba tendido boca abajo, prácticamente desnudo y golpeado hasta el hartazgo. Según supo la fiscal Gloria Lucero, ese sector boscoso del predio de la Ciudad Deportiva ubicado sobre calle Lanín, era frecuentado por un grupo de linyeras, entre ellos Romero. La autopsia determinó que el hombre falleció por un fuerte golpe en la cabeza, pero por la cantidad de lesiones que tenía en todo el cuerpo no solo se sabe que intentó defenderse, sino que también se presume que fue más de una persona la que lo atacó. Con varias hipótesis los investigadores mantienen hasta la fecha ambos casos abiertos, aunque reconocen que poseen pocas pistas que seguir, escasos testigos y ningún sospechoso. El 2014 también cerró con dos crímenes sin resolver: el del hotelero José Seadi en esta ciudad y el de la empleada bancaria Silvia Quilodrán en Plottier. Desde esos crímenes ya transcurrieron más de un año y medio y siguen sin resolverse.

Pasa el tiempo y la causa no avanza


Archivo

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $3000 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios