Dos muertos en las masivas protestas contra el gobierno de Ecuador

La tensión crece minuto a minuto en Quito. Ya se reportaron más de 600 detenidos, toque de queda parcial y heridos de gravedad.

Confirmaron el fallecimiento de dos personas en los disturbios generados en Quito, durante la protesta contra el gobierno de Ecuador que llevó a una movilización masiva.

Los principales gremios de sindicalistas que se oponen a reformas laborales impulsadas por el gobierno se sumaron con marchas a la paralización de actividades en Ecuador, hasta ahora encabezadas por indígenas y transportistas en rechazo a un incremento de los precios de los combustibles.

Los trabajadores tienen previsto realizar el miércoles una marcha en Quito y otras ciudades, en momentos en que el gobierno del presidente Lenín Moreno enfrenta importantes presiones con manifestaciones diarias en contra de varias medidas con las que ha dicho que busca enfrentar las dificultades económicas del país.

Entre las nuevas disposiciones están la racionalización de los costos de despidos, permitir la contratación por horas o tiempo parcial y establecer salarios mínimos para jóvenes y jornaleros agrícolas, entre otros, las que han sido rechazados por los sindicalistas que aducen que es una forma de precarizar el trabajo.

Foto AP

El mandatario también eliminó un subsidio a los combustibles por 1.300 millones de dólares para equilibrar las finanzas públicas, con lo cual el precio de la gasolina pasó de 1.85 dólares el galón a 2.39, y el diésel de 1.03 a 2.30 dólares.

Pese a las protestas, Moreno dijo la víspera que no ha pensado en renunciar a su cargo, que inició un diálogo con el sector indígena y que no dará marcha atrás.


La ministra del Interior, María Paula Romo, dijo el miércoles en rueda de prensa que «las mesas de diálogo nos van a permitir llegar a acuerdos como rechazar todos la violencia».

«Se van a trabajar otros acuerdos, como discutir juntos cuál es el destino que se van a dar a los recursos del país», agregó en referencia a los subsidios. También confirmó que el presidente Moreno –que laboraba en la ciudad portuaria de Guayaquil tras haber trasladado su gobierno a esa ciudad debido a las tensiones– se movería a Quito para supervisar el orden y restablecer la normalidad.

Un alto dirigente del movimiento indígena Ecuarunari, Carlos Susuzagñay, advirtió que «podemos llegar un diálogo, siempre y cuando derogue el decreto (de reformas) porque es una medida que afecta a los más pobres, no solo a los indígenas».

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Oswaldo Jarrín, ministro de Defensa, aseveró que se han realizado las coordinaciones necesarias para que se restablezcan «el orden, la paz, la tranquilidad, preservando los valores patrimoniales de economía y funcionamiento de instituciones estatales».

En Quito, Guayaquil, Cuenca y otras ciudades se cumplen marchas de trabajadores e indígenas que con gritos y pancartas rechazan las medidas económicas del gobierno, mientras se producen roces de diversa magnitud con la policía. que busca dispersarlas con gases lacrimógenos mientras son acatados con palos y piedras.

Los problemas comenzaron hace una semana luego del anuncio de las reformas por parte del gobierno. Inicialmente los transportistas dejaron sin servicio a las ciudades y sin recorridos interprovinciales, luego tomaron la posta estudiantes con protestas callejeras y finalmente se sumaron los indígenas, que bloquearon carreteras y por miles llegaron a la capital, en medio de episodios de saqueos, de violencia y de enfrentamientos con la policía.


La empresa estatal Petroecuador ha anunciado una reducción de casi un tercio de su producción de petróleo, de 560.000 barriles diarios, debido a la toma de instalaciones petrolíferas por parte de manifestantes, mientras la demanda de combustibles en el sector automotriz ha bajado un 30%, generando pérdidas diarias por 3,4 millones de dólares.

Moreno decretó la semana pasada un estado de excepción nacional, que restringe derechos ciudadanos. Ese mecanismo se usa con cierta frecuencia en el país incluso como a mediados de año para hacer frente a problemas en las cárceles.


Debido a estos problemas, el país pierde más de 220 millones de dólares diarios, están suspendidas las actividades en escuelas, colegios y universidades mientras que varios pozos petroleros petrolíferos dejaron de producir por la toma de manifestantes, lo que bajó cerca de un tercio de la producción nacional de crudo, 560.000 barriles diarios.

Las autoridades confirmaron 19 heridos de diversa magnitud y 676 detenidos durante las protestas que causaron desabastecimiento de alimentos en mercados de algunas ciudades.


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