Dos muertos y unherido dejó una avalancha en el cerro Catedral

El alud arrastró dos máquinas pisanieve.Tres operarios quedaron sepultados.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un luctuoso accidente se produjo en el cerro Catedral ayer cuando una «avalancha de placa» en la parte alta de la montaña cobró la vida de dos operarios de la empresa Robles mientras que otro continúa internado en el sanatorio San Carlos.

El trágico alud es el primero que afecta vidas humanas en la historia del centro de deportes invernales. El importante desprendimiento de nieve se registró en horas de la madrugada entre la zona de Punta Princesa y el cañadón de La Hoya, en el sector alto de Robles Catedral y arrastró dos máquinas pisanieve que trabajaban en la compactación de las pistas.

Julio Díaz fue rescatado con vida en horas del mediodía merced al intenso rastreo montado por la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche e instructores y patrulleros de las dos empresas de medios de elevación. Más tarde fue encontrado el cuerpo de Rodolfo Salinas. Ambos serían los tripulantes de la máquina pisanieve que abrió la huella en la trágica travesía. Ariel Díaz, maquinista del segundo ratrack, pudo ser rescatado vivo a última hora, pero desgraciadamente falleció posteriormente en la clínica adonde había llegado en estado desesperante.

Según afirmaron algunos socorristas ambas máquinas pisanieve habrían partido desde su su base, emplazada en Punta Princesa, a 2.000 metros de altitud, pasadas las 6 de la mañana. El propósito era pisar la nieve que se acumuló sobre las pistas de esquí aledañas a los «Pomas» (medios de elevación) de La Hoya y Centro. Para llegar a ellas debieron realizar una travesía sobre un precario camino, el cual es utilizado habitualmente por los esquiadores.

En momentos en que ambas máquinas realizaban la travesía se produjo una avalancha de placa y las arrastró pendiente abajo. El pisanieve que iba adelante rodó aproximadamente 150 metros hasta detenerse en el quiebre de la pendiente. La segunda máquina rodó unos 400 metros por la pista, que se caracteriza por sus prominentes rocas y quedó completamente destrozada y aprisionada en el cono inferior que forma la avalancha.

Más de un centenar de socorristas a los que se unieron efectivos de la policía, la Gendarmería Nacional y la Escuela Militar de Montaña trabajaron denodadamente sondeando todo el sector en busca de los accidentados. El operativo fue fiscalizado por Patricio Graziosi, jefe de seguridad del área Catedral y personal de la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche.

El sector fue minuciosamente sondeado y así, paulatinamente, se fueron desenterrando objetos entre la nieve. Con el correr de las horas fueron hallados los tres operarios desaparecidos. Paralelo a la búsqueda se montó un gran operativo de seguridad, ya que las continuas nevadas podrían producir nuevos desprendimientos.

El operativo duró unas doce horas, tiempo en el cual se removieron varias toneladas de nieve. Varios socorristas quedaron literalmente agotados por el esfuerzo. Las tareas debieron ser suspendidas hacia las 18, al ubicarse a Ariel Díaz, cuando el fuerte temporal de nieve y viento blanco y la falta de visibilidad tornó muy peligrosa la parte alta de la montaña. Durante toda la jornada de ayer Catedral fue escenario de una difícil pero ordenada búsqueda en la zona de avalancha. Los esforzados socorristas pudieron ubicar las dos máquinas pisapistas y a sus tres ocupantes en un trabajo realmente impresionante

Las estadísticas europeas, donde cada invierno mueren decenas de esquiadores por avalanchas, indican que la mayor posibilidad de supervivencia de un sepultado radican en la rápida actuación de sus compañeros u ocasionales testigos del accidente. Después de la primera media hora, las posibilidades de encontrar a la víctima con vida disminuyen enormemente. «Fue un verdadero milagro encontrar con vida a los accidentados», aseguraron en esta ciudad, aunque lamentablemente uno de ellos murió después

Tal cual aconteciera ayer en Catedral, las medidas a adoptar han de ser dirigidas por el más experto. La búsqueda por sondeo, empleada ayer, consiste en colocar varias personas en línea, codo a codo, cada uno con una sonda (bastón largo, caño de luz) el cual es enterrado entre los zapatos. En caso de encontrar algún objeto, se marca el lugar. Detrás de la línea de sonda otro grupo de socorristas, con palas, cava en la nieve marcada. Este trabajo es agotador, pero el único que permite cierto éxito.

En general se comienza el sondeo en el sector final de la avalancha y los socorristas avanzan un paso de unos 60 centímetros. En caso de que este sondaje no dé resultados positivos, hay que realizar uno más minucioso. Los buscadores se colocan más juntos, sondeando cada 25 centímetros y avanzando en pequeños pasos de 30 centímetros.

También se pueden emplear perros rastreadores. Los centros europeos suelen obligar a los esquiadores que se internan fuera de las pistas a utilizar equipos con DVA, aparatos especiales que emiten y reciben ondas.

El pronóstico del tiempo

El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para la zona cordillerana rionegrina y neu- quina señala para hoy nubosidad variable, tiempo inestable, probabilidad de nevadas, mucho frío acompañado de baja sensación térmica y vientos muy fuertes a fuertes provenientes del oeste.

Tales condiciones se hallan justificadas en una masa de aire muy frío que ingresó nuevamente a la región, provocando abundante nubosidad sobre el área cordillerana.

En el resto de la región el cielo se presentó algo o parcialmente nublado.

Para mañana, en la zona de cordillera de las dos provincias, el anticipo es que el cielo se mantendrá parcialmente nublado a nublado, con probabilidad de lluvias y nevadas y un leve ascenso de temperatura. Los vientos continuarán regulares del sector oeste.

Otros hechos similares

Un accidente similar al desgraciado hecho de ayer ocurrió el 8 de setiembre del año pasado en el complejo mendocino Las Leñas cuando un alud mató a dos empleados y un tercero quedó gravemente herido al ser sepultado por la nieve mientras trabajaban en las pistas de esquí. En esa ocasión, las víctimas se encontraban realizando una inspección visual en el sector Minerva, el cual permanecía cerrado al público desde hacía cinco días a causa de la gran acumulación nívea.

También el año pasado, en la temporada invernal europea, las avalanchas crearon el caos en varios lugares, con desaparecidos y aislados. Más precisamente, el 23 de febrero, una veintena de personas murieron a consecuencia de los aludes que cayeron sobre los valles alpinos de Austria, Suiza e Italia, mientras que quedaron decenas de desaparecidos. En la localidad austríaca de Galtuer, en el Tirol, la nieve caída sobre el pueblo ocupaba un frente de 800 metros de ancho y se acumulaba a una altura de hasta cinco metros en el centro del poblado.

En la región, el 16 de noviembre de 1997, un alud de nieve arrastró y mató a una estudiante de 21 años cuando participaba en una excursión en el cerro López. La joven era Leila Teruggi, quien había llegado a Bariloche junto a 57 compañeros y docentes del Instituto de Formación Docente de Mar del Plata. Aparentemente la muchacha se hallaba parada sobre una roca cuando una pequeña avalancha la arrastró unos 20 metros hacia abajo, con tan mala suerte que golpeó la cabeza contra una piedra y murió instantáneamente.

Cómo se clasifican y por qué se producen los aludes

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En la región aledaña a esta ciudad hubo varias avalanchas, con secuelas fatales, pero nunca ocurrió un accidente en las pistas de esquí. «Hace 50 años que esquío en Catedral, nunca vi una avalancha así», sentenció ayer Freddy Thostrup, veterano instructor de esquí.

Esquemáticamente hablando, el manto de nieve es un cuerpo en equilibrio sobre un plano inclinado. Puede empezar a deslizarse porque las fuerzas que lo mueven hacia abajo (peso de la nieve) se hacen superiores a la cohesión entre las capas o a la cohesión entre los diferentes cristales o granos de nieve. El equilibrio también puede romperse porque las fuerzas de reacción que lo mantienen en su lugar disminuyen. Hay diferentes clases de nieve y también varios tipos de avalancha, las cuales corresponden, simplificadamente, a las diferentes etapas en la vida del manto blanco.

En general las avalanchas son de nieve reciente (polvo), de placa y de fusión.

Estadísticamente las avalanchas se forman en pendientes que promedian los 25 y 45 grados, donde el deslizamiento es favorable y la acumulación posible. En pendientes fuertes, la nieve no se acumula pues cae en pequeñas avalanchas periódicas durante la nevada. Por el contrario, en las pendientes muy suaves se necesita una gran cantidad de nieve para vencer la cohesión interna y que se desprenda el alud.

También influye la orientación cardinal de la ladera montañosa, la intensidad del viento y otros factores. En los Andes, los deslizamientos más frecuentes son en las laderas norte y menores en las caras orientadas al sur.

La avalancha que arrastró ayer a ambos pisanieves fue de placa y probablemente se produjo por el corte en el manto níveo, ocurrido por el peso del «ratrack». Las lluvias y el viento de jornadas anteriores habría formado una base dura, resbaladiza, sobre la cual se deslizó la nieve caída durante la noche.

El lugar del accidente, ladera norte, tiene mediana pendiente y culmina en un quiebre de pendiente, a partir de la cual se forma una ladera sur, la cual es recorrida por el medio de elevación «Poma La Hoya».


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