Crisis rusa: productores temen un ajuste de precios por parte de las exportadoras

Los productores del Valle de Río Negro y Neuquén temen, por la crisis que está generando el cierre del mercado ruso, que las empresas ajusten los valores que se habían comprometido a pagar previos a la invasión de Ucrania.

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Un sondeo da cuenta de que las empresas habían acordado pagar en enero a los productores por el kilo de pera un piso de 0,35 dólares y una base de 0,45 dólares por la manzana. Un valor atractivo, por encima de los costos de producción y arriba de la media histórica que venían garantizando las firmas exportadoras. Pero la realidad comercial en marzo es otra. “Hoy tenemos cerca de 70 millones de kilos de fruta que no va a ir a Rusia y redireccionar semejante volumen es muy complicado”, destacó un empresario regional que prefirió mantenerse en el anonimato.

El ejecutivo señala que los principales problemas los tiene con las peras, que estiraron la calidad para enviar a Rusia y ahora no tiene otros mercados. “Para nosotros es muy difícil reorientar esa fruta; y la que pueda ser colocada se hará a precios muy bajos. Es ingenuo pensar que esto no va a afectar los contratos con los productores”, sentenció.

Tradicionalmente hacia el mercado ruso se embarcan todas las temporadas cerca del 25% del total de la oferta exportable de pera del Valle y el 9% del total de la manzana colocada en el exterior. No son volúmenes menores para manejar.

Pero si bien la crisis de Ucrania ya comienza a hacerse sentir fronteras adentro de la Argentina, los productores frutícolas sienten que otra vez son “el pato de la boda” en este complejo escenario.

“Los empresarios son los responsables de la actividad comercial del sistema y por ende son ellos los que tienen que dar una respuesta a los problemas comerciales. Los productores tienen la obligación de cosechar todos los años fruta de calidad para que ellos puedan colocarla en los distintos mercados. Los roles están muy bien definidos”, señaló Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, en dialogo con este medio.

Hernández agregó que siempre las empresas tienen un pretexto para ajustar sobre los productores. “Lamentablemente en la actividad pareciera que no tenemos empresarios, son solo cargadores de fruta y tienen un único objetivo: cobrar la comisión que se les paga por esa carga”, sentenció Hernández.

Aseguró que es consciente de que existe una crisis en el sector comercial por el cierre del mercado ruso “pero eso no debe ser un justificativo para volver a poner el problema sobre las espaldas de los productores. Insto a las empresas a buscar mercados alternativos para que esa fruta que iba a Rusia tenga otro destino y no impacte en los acuerdos ya cerrados con los productores”.

El tema esta abierto. La temporada recién comienza y es difícil predecir como terminará por impactar al sistema frutícola del valle de Río Negro y Neuquén la ruptura del equilibrio comercial generada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Los productores intentan esta vez quebrar la inercia que arrastra la historia, buscando que el ajuste sea repartido según responsabilidades.