El Banco Central cambia de estrategia para reactivar el crédito y el Gobierno asegura los dólares de enero

La entidad monetaria redujo los encajes bancarios para liberar liquidez y forzar una baja de tasas. En paralelo, el Tesoro acumula divisas y negocia un préstamo REPO para afrontar vencimientos.

La entidad monetaria redujo los encajes bancarios para liberar liquidez y forzar una baja de tasas. (Foto: gentileza)

El gobierno nacional puso en marcha un giro en su política monetaria con el objetivo de reactivar el financiamiento al sector privado. Según analizó el periodista especializado Pablo Wende, el Banco Central (BCRA) revirtió la estrategia de absorber pesos y decidió reducir la exigencia de los encajes bancarios —el dinero que las entidades deben inmovilizar— para liberar liquidez al mercado.

La medida busca contrarrestar el freno que experimentaron los créditos hipotecarios, prendarios y comerciales durante septiembre y octubre, meses en los que se registraron caídas en términos reales. Al reducir el encaje diario del 95% al 75%, el gobierno pretende forzar a los bancos a salir a prestar nuevamente ese dinero que antes quedaba congelado en la autoridad monetaria.

Este cambio de rumbo viene acompañado de una notable baja en las tasas de interés para el financiamiento de corto plazo. Según detalló el analista, las tasas de caución bursátil perforaron el piso del 20%, mientras que los adelantos para empresas y el descuento de cheques se ubican por debajo del 30%, niveles significativamente menores al 80% registrado en la etapa preelectoral.

El desafío de la deuda externa


En el plano macroeconómico, la atención está puesta en los vencimientos de deuda soberana previstos para el comienzo de 2026. En enero, el Estado debe afrontar pagos por aproximadamente 4.300 millones de dólares. Wende explicó que la reciente suba del dólar, que tocó los $1.450, responde en parte a que el Tesoro salió a comprar divisas con su superávit fiscal para robustecer las reservas.

Para cumplir con estas obligaciones sin afectar las escasas reservas líquidas del BCRA —que rondan los 17.000 millones de dólares pero con un saldo neto negativo—, el equipo económico avanza en un plan financiero específico. La estrategia consiste en cerrar un préstamo tipo «Repo» con bancos internacionales por un monto de entre 4.000 y 5.000 millones de dólares, utilizando bonos argentinos como garantía.

El objetivo de esta operación es evitar el default y ganar tiempo, a la espera de que el riesgo país descienda a la zona de los 450 puntos básicos, lo que permitiría a la Argentina volver al mercado voluntario de deuda.

Contrastes en la economía real


A pesar de los indicadores financieros positivos, como el récord de producción en Vaca Muerta o la baja del riesgo país, existe una desconexión con la «economía de la calle». El análisis marca que la mejora en los números macroeconómicos no se traduce aún en el bolsillo de la gente debido a que el ingreso disponible no repunta frente al aumento de tarifas y la ausencia de inyección de dinero público.

La situación es dispar según el sector. Mientras la industria energética muestra dinamismo, otros rubros enfrentan un escenario crítico. El sector textil, golpeado por la apertura de importaciones y la competencia de plataformas digitales extranjeras, opera con una capacidad instalada de apenas el 37%, una cifra que se acerca a los mínimos históricos registrados durante la pandemia.

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