El dólar agro no arrancó: a qué se debió el traspié de la medida anunciada por Sergio Massa

En su debut, casi no se registraron transacciones con este tipo de cambio diferencial. Desde el Gobierno decidieron ampliar la nómina de sectores que pueden obtener el dólar a $ 300.

Corresponsalía Buenos Aires 

Pese a la experiencia de dos ediciones previas, el primer día de vigencia del “dólar agro” estuvo marcado por la incertidumbre de los operadores y en consecuencias el volumen comercializado fue mínimo.  

Según agentes del mercado de cereales, la tardía publicación de la reglamentación y algunos grises encontrados en la redacción de la norma dejaron todo en stand by hasta que se aclaren las dudas. 

“Al sumarse otros sectores, y no sólo ser para la venta de soja, se complejizó una operación sobre la que ya había alguna experiencia. Hay puntos de la reglamentación que no están claros y por eso preferimos esperar”, dijeron fuentes del mercado de granos. 

De acuerdo al Matba Rofex se negociaron apenas 50.000 toneladas, reflejo del clima que reina en la plaza. También contribuyó a la confusión una caída temporaria de la actividad de negociación y liquidaciones a través de BYMA al inicio de la rueda, que cerca de las 11.30 fue normalizado.   

El gobierno realizó una apuesta fuerte por la tercera versión del “dólar soja” y pretende recaudar unos U$S 9.000, aunque las proyecciones más optimistas reducen ese número a U$S 6.000 millones. 

El dólar agro no arrancó: qué sectores se incorporaron a la medida


Para intentar ampliar la base y garantizarse un mayor ingreso de dólares se amplió la cantidad de sectores que podrán acceder al nuevo tipo de cambio, de acuerdo al Decreto 194/2023 publicado este lunes en el Boletín Oficial. 

Ellos son:  

Animales vivos y productos del reino animal: animales vivos, carne y despojos comestibles, pescados y crustáceos, moluscos y demás invertebrados acuáticos, leche y productos lácteos; huevos de ave; miel natural; productos comestibles de origen animal, no expresados ni comprendidos en otra parte; los demás productos de origen animal no expresados ni comprendidos en otra parte. 

Productos del reino vegetal: plantas vivas y productos de la floricultura, hortalizas, plantas, raíces y tubérculos alimenticios. Frutas y frutos comestibles; cortezas de agrios (cítricos), melones o sandías, café, té, yerba mate y especias, cereales, productos de la molinería; malta; almidón y fécula; inulina; gluten de trigo, semillas y frutos oleaginosos; semillas y frutos diversos; plantas industriales o medicinales; paja y forraje, gomas, resinas y demás jugos y extractos vegetales, materias trenzables y demás productos de origen vegetal. 

Grasas y aceites animales o vegetales: productos de su desdoblamiento; grasas alimenticias elaboradas; ceras de origen animal o vegetal. 

Productos de las industrias alimentarias: preparaciones alimenticias diversas, bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre, residuos y desperdicios de las industrias alimentarias; alimentos preparados para animales, tabaco y sucedáneos del tabaco elaborados. 

Productos de la industria química: aceites esenciales y resinoides; preparaciones de perfumería, de tocador o de cosmética, materias albuminoideas; productos a base de almidón o de fécula modificados; colas; enzimas. 

Además, madera, carbón vegetal y manufacturas de madera, corcho y sus manufacturas, manufacturas de espartería o cestería. 

Pero sin dudas la mayor polémica surge por la inclusión de textiles, que es el rubro de mayor aumento de precios internos en dos años. 

Así, el “dólar agro” se podrá aplicar para las exportaciones de: seda, lana y pelo fino u ordinario; hilados y tejidos de crin, y de algodón. 

En consecuencia, ahora queda monitorear la dinámica de la industria en el mercado interno dado que además es un sector protegido de la importación. 

El dólar agro no frenó la venta de reservas


En medio de este contexto el Banco Central continuó cediendo reservas y luego de cuatro jornadas sin operaciones vendió U$S 99 millones.  

De esta forma en las cuatro ruedas de abril vendió U$S 420 millones y en el año cedió U$S 3.400 millones. 

No obstante, la cotización de la divisa norteamericana retrocedió en todos los segmentos. 

El “blue” cayó $ 1 respecto al miércoles 5 de abril –último día de transacciones- y cotizó a $ 391. En tanto, el MEP sufrió una baja de 1,5% a $ 390,71 y el Contado con Liquidación cedió 1,2% a $ 403,17. 

El oficial se devaluó 0,9% hasta llegar a $ 220,73. De esta forma el dólar ahorro quedó en $ 364,20 y para los gastos con tarjeta quedó en $ 386,28 (Turista, con gastos menores a U$S 300) y en $ 441,46 (Qatar, para gastos mayores a U$S 300). 

El mayorista tuvo un avance de 1,03% hasta $ 213,39. 

Las brechas quedaron en 78% con el oficial, 84% con el mayorista, con el MEP en 77% y con el CCL en 83%. 


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