Un incierto 2023
Tal como se preveía, la euforia mundialista duró unos pocos días. Un conflicto de poderes por el fallo de la Corte que benefició a la Ciudad de Buenos Aires en el litigio por coparticipación reinstaló la tensión política y terminó paralizando las iniciativas de Gobierno y del Congreso en el fin de año. A eso se sumó una minicorrida del dólar blue, que nos anticipa que el 2023 comenzará de una manera similar al anterior: con fuerte incertidumbre política y económica.
Los festejos mundialistas dejaron dejaron en evidencia que la mayor celebración popular de la historia reciente decidió dejar afuera a la política, mostrando el fastidio generalizado y la distancia con la dirigencia en general. Como señaló el politólogo Andrés Malamud, esto es un problema porque “sin política podemos organizarnos para sobrevivir a una marcha, pero no para que la Argentina baje la inflación”. En las manifestaciones por el triunfo de la selección y de Messi se rescató un sentimiento de comunidad, de alegría compartida e identificación con valores positivos que transmitió el equipo: humildad, perseverancia, resiliencia, profesionalismo, unidad y compañerismo. Sin embargo, esa felicidad momentánea no cambia las perspectivas negativas que tiene la mayoría sobre el futuro del país. En las encuestas y focus groups los sentimientos predominantes son cansancio, tristeza, enojo e incertidumbre.
El episodio resaltó un fastidio cada vez más generalizado con la conflictividad permanente entre la dirigencia política, que paraliza las acciones de gobierno en medio de una situación económica con índices inflacionarios cercanos al 100% y problemas como la pobreza o la inseguridad que parecieran no tener solución a corto ni mediano plazo. La desconfianza no es sólo con los Ejecutivos: según la última encuesta de Zuban-Córdoba la imagen negativa del Congreso llega al 63% y un 75% de los argentinos descree de la Justicia federal.
En este clima de apatía y lejanía de la sociedad con la política, el país entra en un año electoral, donde se definirán cargos ejecutivos y legislativos a nivel nacional, provincial y municipal.
El proceso se inicia en un escenario de fuerte desaprobación de la gestión del Frente de Todos, donde la figura presidencial sufre una pérdida de autoridad y credibilidad a niveles inéditos, que se contagia hacia las otras figuras del frente, también perjudicadas por un internismo a menudo feroz que paraliza la gestión y desorienta a sus propias bases. Sin embargo, la tendencia a favor del cambio no redunda en beneficio de la principal fuerza de oposición, a la que se percibe en conflicto permanente por cargos, sin una visión integral de país y con escasas propuestas concretas para salir de la crisis.
Muchos electores aún recuerdan su fracaso de la gestión anterior y los consideran corresponsables de este “empate hegemónico” que ha mantenido al país en un bloqueo institucional y de pendulación entre políticas económicas que se traduce en el estancamiento de más de una década. El enojo potencia a outsiders como Javier Milei, que ha consolidado una base de intención de votos importante pese a sus posturas extremistas y a los escándalos internos.
La incertidumbre política complejizará aún más la ya delicada situación económica. Inversores y actores económicos esperan a que se despejen las incógnitas políticas en Nación y provincias antes de definir desarrollos importantes, porque saben que el cambio de reglas de juego y los cimbronazos financieros entre diferentes administraciones han sido una constante.
Sea quien sea electo, el próximo presidente gobernará probablemente con uno de los Congresos más fragmentados de la historia reciente, con el que deberá negociar su programa.
El gran desafío de la dirigencia política en este 2023 es saber si estará a la altura de la crítica situación actual. Si, además de representar intereses y sectores sociales, es capaz de arribar a consensos democráticos mínimos para garantizar la estabilidad, restablecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones y gobernar de manera eficaz ante los complejos desafíos que enfrenta el país.
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