EE.UU. abre camino a regulación de emisiones de efecto invernadero

Gesto de Obama en el inicio de la reunión sobre cambio climático. En el encuentro se pidió dar respuestas concretas al drama ambiental.

WASHINGTON/COPENHAGUE (AP/AFP).- La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos tomó una medida histórica ayer al concluir que los gases de efecto invernadero afectan la salud de la población y deben controlarse. El anuncio permitirá al gobierno tomar medidas por su cuenta para recortar emisiones sin esperar la aprobación de una ley de cambio climático, estancada en el Congreso desde hace meses.

El anuncio coincidió con la apertura de la cumbre internacional en Copenhague, (Dinamarca) sobre cambio climático en la que la administración Obama busca reafirmar que Estados Unidos combate activamente el calentamiento global.

Más de 100 jefes de Estado y de gobierno -entre ellos Obama- participarán de la cumbre , que durará 12 días y tendrá por fin llegar a un acuerdo político para reducir las emisiones de gases y evitar una catástrofe planetaria.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) dijo que la evidencia científica sobre el cambio climático muestra claramente que los gases de efecto invernadero «amenazan la salud pública y el bienestar de la población estadounidense´´ y que los contaminantes, principalmente el dióxido de carbono creado por el uso de combustibles de origen fósil, debería estar controlado por la Ley Federal de Pureza del Aire.

Por un fallo de la Corte Suprema, el anuncio formal de ayer de la EPA era necesario para que el organismo pueda regular, en virtud de esta ley, las emisiones de dióxido de carbono y otros cinco gases del efecto invernadero de centrales eléctricas, automotrices y otras fábricas.

«Estas conclusiones tan largamente aplazadas fijan al 2009 como el año en la historia en el que el gobierno de Estados Unidos comenzó a atender el reto de los gases de efecto invernadero´´, dijo la directora de la agencia Lisa Jackson.

La acción emprendida por la EPA, que se había esperado desde hacía meses, está claramente sincronizada para dar un mayor impulso al posible acuerdo sobre el cambio climático en la conferencia de Copenhague y para tratar de presionar al congreso para que apruebe una ley para el cambio climático.

«Es un mensaje claro para Copenhague sobre los compromisos del gobierno de Obama para atender el cambio climático», dijo el senador demócrata John Kerry, uno de los principales autores de la iniciativa de ley sobre cambio climático para el Senado. «El mensaje para el Congreso es tan claro como el agua: pónganse a trabajar».

La EPA dijo en abril pasado que se inclinaba a considerar la contaminación de efecto invernadero como una amenaza para la salud y el bienestar de la población, y comenzó a realizar comentarios públicos de acuerdo las formalidades para la creación de reglamentos.

Esta acción marcó un cambio radical con respecto a las medidas del gobierno de George W. Bush, que había evitado emprender pasos contundentes sobre el asunto. Varios grupos empresariales se han opuesto fuertemente a enfrentar el calentamiento global, pues argumentan que la nueva ley es más costosa poco flexible.

Dramático llamado

La conferencia sobre el clima comenzó ayer con un llamado apremiante a «votar por la Tierra» y definir una respuesta mundial ante el calentamiento que amenaza al planeta. «Durante un breve período, ustedes son los depositarios de las esperanzas (…) de la Humanidad», dijo el primer ministro danés Lars Loekke Rasmussen en el discurso de apertura ante unos 1.200 delegados de todo el mundo, sugiriendo que la capital danesa se convirtiera, durante dos semanas, en «Hopenhague» (el puerto de la esperanza). «Copenhague es nuestra chance. Si no la aprovechamos, podemos esperar años antes de tener otra. Si vuelve a presentarse un día», declaró por su parte la danesa Connie Hedegaard, presidenta de la conferencia.

Hasta el 18 de diciembre, cuando terminen las negociaciones en presencia de 110 jefes de Estado o de gobierno, los delegados de 193 países, según la ONU, buscarán un acuerdo que permita limitar a dos grados el aumento promedio de la temperatura del planeta con respecto al nivel anterior a la era industrial. El tiempo de las puras explicaciones ya pasó, dijo el secretario general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer. Reclamó metas vinculantes en la protección del clima así como la confirmación inmediata de ayuda financiera por más de 10.000 millones de dólares anualmente de 2010 a 2012 para los países pobres. Nunca antes tantos países presentaron propuestas para reducir o frenar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Pero queda la duda de si eso alcanza para llegar a un acuerdo.


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