El aporte de Bariloche para la plantación de cannabis en Río Negro
La asociación Ciencia Sativa se sumará al proyecto del Inta en Guerrico para poner en marcha un cultivo de cannabis en dos hectáreas.
El segundo cultivo extensivo de cannabis en el país será en General Roca y la asociación barilochense Ciencia Sativa participará activamente en el proyecto junto con los ténicos del Inta Patagonia Norte. La iniciativa abarca dos hectáreas.
Esta organización está integrada, en su gran mayoría, por licenciados en Biología aunque también hay comunicadores, profesores y especialistas en terapéutica cannábica. También trabajan en conjunto con un comité de cinco médicos. Y actualmente, asesora a 60 familias que cultivan cannabis y hacen tratamientos.
Desde hace cuatro meses, Ciencia Sativa realiza ateneos en el Colegio Médico. “Hay mucho interés por parte de los profesionales de la salud que necesitan dar respuestas a la gente que usa cannabis”, argumentó Gabriela Calzolari, presidenta de la asociación civil Ciencia Sativa.
La bióloga recalcó que el 80% de la gente que podría usar cannabis medicinal para mejorar su calidad de vida, hoy queda afuera de la ley que regula su empleo con fines medicinales. Sucede que la norma solo contempla los casos de epilepsia refractaria (y con preparados importados que no a todos les funciona). De modo que la mayoría accede al cannabis a través del circuito desregulado o ilegal.
“Hablamos de pacientes oncológicos, personas de la tercera edad y gente con dolor crónico. En la medida en que el estado vaya probando más cultivos y haya más disponibilidad, el programa se amplíe”, indicó Calzolari.
La barilochense insistió en que «el estado está en pañales con este tema. Por eso, estamos orgullosos que el Inta haya aprobado el trabajo en conjunto con una ONG. Ellos no tienen experiencia en cultivo de cannabis y necesitan este know house de los cultivadores”.
Calzolari diferenció esta iniciativa rionegrina de la primera experiencia de plantación de cannabis en siete hectáreas de Jujuy. En este caso, el proyecto se gestiona a través de una empresa del estado pero tiene financiamiento de una empresa estadounidense.
«El nuestro es un proyecto interprovincial que abarca a Río Negro y Neuquén. La idea es que de una vez por todas, el estado se haga cargo de esta situación y no los privados», aseguró y planteó la necesidad de contar con todas las opciones: una regulación integral de autocultivo (que no está reglamentado), el sector privado y la produción estatal a un costo accesible.
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