El Coro Polifónico Nacional de Ciegos se junta con la Sinfónica de los Neuquinos en un concierto solidario

La música clásica tiene una cita histórica este fin de semana, con un sinfónico coral que tuvo que esperar muchos años para volver a repetirse. El Coro Polifónico Nacional De Ciegos visita el Valle y, junto a la Orquesta Sinfónica de los Neuquinos interpretarán la Misa en Do Mayor de Ludwig van Beethoven. Un recital con fines solidarios en el Cine Teatro Español, este viernes a las 21 y el sábado a las 18.

El evento se viene programando hace un año y pasó al plano real gracias a las gestiones de la fundación del Banco Provincia de Neuquén, al Consejo Federal de Inversiones (CFI), y contó con el apoyo de la secretaría de Cultura del ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, y el ministerio de Culturas de Neuquén.

El maestro Osvaldo Manzanelli llegará a la ciudad y, junto al director de la Sinfónica de los Neuquinos, Andrés Tolcachir llevarán adelante un concierto que representa un gran “desafío”, según reconoció el maestro local.

Se trata de una de las acciones en pos de la inclusión que lleva adelante la fundación BPN y de la Sinfónica. “Hace 2 años tocamos con la Sinfónica Nacional de Ciegos, y entendemos que es absolutamente esencial que desde nuestras instituciones culturales tengamos políticas públicas de inclusión concretas: conciertos, talleres y actividades de todo tipo”, señaló Tolcachir.

De hecho hace algunos años, una violinista que pasó por la Sinfónica es ciega, Cecilia Zárate, según recordó Tolcachir. «Sus compañeros le dictaban la partitura y ella la escribía en braille y luego la memorizaba», mencionó.

«La respiración, el contacto entre los compañeros, todo los mantiene conectados, eso es lo que pasa cuando se dirige un coro de ciegos, la sincronicidad se logra con esa conexión visual del director, con pulsos y sonidos muy bajitos para iniciar o cortar», detalló.

Por su parte, el maestro Manzanelli es explicó que el coro es “un organismo profesional, único en el mundo por sus características”. Además contó que el sistema de lecto escritura en braille divide al coro en “dos partes, una que es la cara visible que se trasmite al púbico, y la otra transcribe a ese lenguaje las partituras que van a ser estudiadas”, resumió.

«Son ya muchos años de aprendizaje y muchas experiencias de agradecimiento», dice con emoción. Para él se trató, en gran medida, de la búsqueda de la comunicación, ya que se «prescinde de lo gestual», y sostiene que fue algo «muy rico para mí». «Ensayamos muchísimo y eso es el centro del éxito de todo trabajo, usamos alguna pauta sonora, un chasquido, el diapasón en mi reloj, inclusive la respiración puede ser un punto de encuentro fabuloso», precisó y aclaró que es algo que «no llega al público, queda entre el coro y el director».

Manzanelli fue distinguido en 2015 por el ex ministerio de Cultura de la Nación, por haber cumplido 30 años de trayectoria en la Administración Pública Nacional. En e2016 celebró su 25º aniversario como director del Coro Polifónico Nacional de Ciego. Es creador de otros coros como el de Padres del Instituto San José, fundado en 1991 y Coral Castelar, de 1992. Fue director fundador del Coro de Niños de Sagrado Corazón.