El femicida de Roca esperó a la víctima hasta con guantes de látex puestos

Mario Bravo (54 años), el femicida de Roca detenido anoche, esperaba a su víctima con guantes de látex puestos y según los médicos que revisaron a Leticia Gómez (25 años), la víctima, la puñalada fue certera y mortal. La joven ya lo había denunciado por violencia de género y el hombre tenía una prohibición de acercamiento.

Blanca Bustamante, la mamá de “Leti” contó que su hija se había separado de Bravo hace unos meses, pero el hombre insistía en mantener la relación.

Anoche, cuando la joven regresó a su casa luego de ir al colegio (estaba terminando el secundario en un nocturno), minutos antes de las 23, Bravo, un conocido enfermero de la ciudad, la estaba esperando. Había estacionado su camioneta Saveiro a una cuadra de la casa de Leti, justo frente a una plaza a una cuadra al norte de la calle Gelonch, en San Luis, entre Islas Orcadas y Aníbal Troilo, al noroeste de la ciudad.

El agresor esperó que la chica bajara de su Renault Clio rojo, y fue directo a atacarla. Leticia intentó atravesar el portón, pero él la tomó del pelo y la arrastró hasta la calle. La empujó contra el auto y le aplicó una certera puñalada debajo del busto.

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Leticia gritó, un vecino alcanzó a escucharla y cuando salió a socorrerla, dos bicipolicías advirtieron la situación y fueron en busca del agresor, que fue atrapado justo antes de subirse a su vehículo. Estaba con los guantes puestos y todo manchado de sangre.

“Una vez ya la había atacado en el portón. Ella no quería saber nada con él, pero este hijo de puta no entendía… No se cómo le voy a decir a la nena que su mamá ya no está. Anoche se acostó preguntando por su mamá y ahora está todavía durmiendo”, contó esta mañana su hermana Daisy.

El femicida era el padre de la hija menor de Leticia, de 4 años. Ella además tenía otra de 8, y vivía en el primer piso de un complejo de departamentos junto a su mamá, las dos nenas y su hermana.

Blanca, que trabaja en el geriátrico de la familia del agresor, contó que recién pudo volver a su casa cuando terminó su turno porque antes no la dejaron salir. “Yo trabajo en el geriátrico de la hija de Gómez. Ya me venían amenazando con que me iban a despedir porque mi hija estaba peleada con él. Cuando mi otra hija me contó lo que había pasado, no me dejaron salir…”.

Al agresor, que permanece detenido en la comisaría N° 21, le formularían cargos esta misma mañana.


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