El Fondo pedirá un esfuerzo adicional a la Argentina en 2021

Pedirá llevar el déficit al 4% del PBI, la mitad de lo que previsto este año. Ya se lo anticiparon a Guzmán. La negociación se acelerará tras la asunción de Biden en EE.UU., el 20 de enero.

El Fondo Monetario Internacional pediría un esfuerzo adicional a la Argentina para 2021 dentro de la negociación por un acuerdo de facilidades extendidas, teniendo en cuenta que el déficit de las cuentas públicas este año cerrará en una cifra que oscila entre el 7,5 y el 8 por ciento del PBI, la más elevada de las últimas décadas.
Fuentes de Casa de Gobierno admitieron que este tema ya fue conversado por el ministro de Economía Martín Guzmán con los técnicos del FMI en el transcurso de los últimos días.
Si bien aún no se quiere dar precisiones, se estima que el Fondo le pedirá al gobierno que el desequilibrio fiscal del próximo año no supere el 4% del PBI, contra un 4,5% fijado en el Presupuesto 2021.
Una fuente gubernamental lo explicó a así en un diálogo con Río Negro: “No estamos tan lejos, es medio punto porcentual, con lo que si se pacta 4% y llega haber algún leve desvío de hasta un 0,5 %, se considera que se está dentro de la pauta establecida”.
Guzmán y sus principales asesores mantienen una aceitada comunicación con los técnicos del FMI en Washington en conversaciones que se realizan en forma semanal.
A mediados de noviembre estuvo en Buenos Aires una misión del organismo, la cual mantuvo una serie de reuniones y contactos para ir conformando los principales lineamientos del futuro acuerdo. Ese trabajo prosiguió en diciembre, cuando una delegación del Ministerio de Economía, encabezada por Diego Bastourre, secretario de Finanzas, estuvo en Washington por espacio de una semana.
De todas formas, la aceleración en las conversaciones se concretará después del 20 de enero, fecha en la cual Joe Biden asume como nuevo presidente de los Estados Unidos en reemplazo de Donald Trump.
Se especula, entonces, que las negociaciones se profundizarían en el comienzo de febrero y que para mediados o fines de marzo se podría elevar al directorio del Fondo Monetario.
Lo que busca Guzmán es mayor prudencia en esta negociación y evitar actuar en forma desesperada como ocurrió con el ex presidente Mauricio Macri, que tuvo dos acuerdos con el FMI en el término de tres meses.
Otra de las fuentes consultadas afirmó que “varios aspectos deberán definirse hasta mediados de febrero, pero tenemos tiempo. No hay que olvidar que los vencimientos, en función del stand-by tomado por el gobierno anterior, comienzan recién en el mes de agosto”.

Por presión de los sectores más duros, se postergó el incremento de tarifas que Economía tenía previsto para el primer trimestre del año. Más gasto.

El Poder Ejecutivo se prepara para las definiciones que comenzarán a desarrollarse con el Fondo a partir de fines de enero e incluso no se descarta que vuelva a Buenos Aires una misión del organismo a principios de febrero.
Si bien en Casa de Gobierno aseguran que no se quiere hacer un recorte en el gasto público, por lo bajo se admite que el próximo año habrá un menor margen de maniobra en el manejo fiscal.
En ese sentido, otra de las fuentes consultadas dijo que “un aspecto central será apuntalar la recaudación impositiva. Vamos a tener una importante mejora en los ingresos. Igualmente hay que ver si con esto alcanza para llegar a esa meta que se incluiría en el acuerdo”.
“Va haber más control impositivo y algún incremento en las alícuotas, pero no vamos a estrangular a los contribuyentes, como hicieron otros gobiernos”, recalcaron en la Rosada en referencia al Gobierno anterior.
Sin embargo, en Presidencia admiten que no será tarea fácil para el ministro Guzmán que el país tenga una mejora en el balance de las cuentas públicas frente a un vasto sector de la coalición de gobierno que no acepta recorte de gastos o algún tipo de ajuste en las partidas presupuestarias o en el esquema de subsidios.
De hecho, por presión de los sectores más duros de esa coalición, se postergó el incremento de tarifas que Economía tenía previsto para el primer trimestre del año, lo cual implica aumentar el gasto en subsidios para los servicios públicos.
Y precisamente este punto que resulta álgido fue mencionado con cierta preocupación por Héctor Torres, ex representante argentino ante el FMI. “El Fondo Monetario lo que ve es un gobierno que tiene mensajes que no son coherentes uno con otro”, resaltó Torres. El ex funcionario concluyó que el FMI quiere saber “si hay consenso político respecto de un programa que este gobierno puede empezar pero que el próximo gobierno tiene que seguir las reformas que se incluyan en el acuerdo”.


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