El futuro del turismo en Bariloche, pendiente de los “nuevos productos”

Los operadores del sector destacan que la tarea del Emprotur está bien orientada. Pero hay muchas tareas por delante, que es necesario abordar y que escapan a las incumbencias del ente.

Cuando se trata de definir oportunidades y rumbos futuros para la actividad turística en Bariloche, el debate fluctúa entre la necesidad de promocionar mejor los atractivos naturales y avanzar con los planes históricamente postergados, especialmente en materia de infraestructura.

Los operadores del sector destacan que la tarea del Emprotur, el órgano mixto de promoción que administra el municipio, está bien orientada. Pero hay muchas tareas por delante, que es necesario abordar y que escapan a las incumbencias del ente.

El Emprotur tiene un presupuesto anual de 78 millones de pesos y desarrolla campañas en distintos frentes. Bariloche tiene actualmente 35.000 camas y recibe más de un millón de turistas al año, incluidos los que no pernoctan en cabañas y hoteles.

Según indicó el especialista Joaquín Escardó, la ciudad tiene mucho potencial para crecer.

Explicó que de los 12 millones de noches/cama disponibles cada año la ciudad vende aproximadamente 5 millones. Y se preguntó, en caso de acercarse al ideal de 12 millones (es decir a la ocupación completa), “si Bariloche está preparada”. Porque sería trasladar a todo el año los desbordes de tránsito y el colapso de algunos servicios como la energía y el saneamiento, que se registran en los picos de demanda de las altas temporadas.

En números

35.000
Son las camas que tiene en la actualidad Bariloche destinadas al turismo.
40%
Es el uso de capacidad instalada de noches/cama disponibles en la ciudad.

La ministra de Turismo de Río Negro, Martha Vélez, consideró que una mejor “conectividad” de la ciudad para facilitar la llegada de visitantes y favorecer “la sinergia público/privada” son dos aspectos que requieren especial atención.

Entre las prácticas que crecieron en los últimos años está la de los turistas que viajan con vehículo propio, especialmente en verano. Y la creciente dificultad para acceder y circular por la ciudad se transformaron en un problema a resolver.

Una de las observaciones frecuentes es la imposibilidad de llegar con rapidez y estacionar en las playas más concurridas, como Playa Bonita, Bahía Serena o las ubicadas en el lago Gutiérrez. Otro problema es el “embudo” de acceso desde el norte, con una ruta insuficiente, que ya debería ser de doble vía.

Escardó trabaja en un plan de “turismo sustentable”, que también involucra a especialistas de la UNRN y a las cámaras del sector y que definió cinco aspectos a tener en cuenta para mejorar el desarrollo turístico de Bariloche.

En ese listado figura por ejemplo el marketing promocional, que demanda innovación permanente. Un dato ilustrativo en ese rubro es que el portal de viajes Despegar traerá 240 mil pasajeros el próximo año a Barilcohe “y no tiene siquiera una oficina”.

Otro aspecto es la infraestructura y la movilidad urbana. Escardó destacó “la importancia del transporte público, que cada vez es más utilizado por el turismo y actualmente tiene muchas falencias”. Señaló otros proyectos a atender como la modernización del cerro Catedral, el mejoramiento de las playas y la concreción del llamado “parque central”, en tierras del ejército.

También aparecerán en el plan “el desarrollo de nuevos productos”, entre los que pueden señalarse las opciones de turismo activo como el mountain bike, el buceo, el aprovechamiento de Catedral en verano, el turismo accesible. En muchos casos son proyectos que “requieren sí o sí inversión del Estado”.

Otro punto es crear estructuras de gestión unificadas para no dispersar esfuerzos. En Bariloche es visible por ejemplo la superposición de jurisdicciones y de espacios de decisión entre la provincia, el municipio, Parques Nacionales o Prefectura, según el ámbito elegido para determinada actividad.

Un quinto aspecto -que Escardó consideró “fundamental, pero poco visible”- es el de trabajar para que “toda la cadena de valor de los servicios turísticos esté localizada en Bariloche”, porque no da lo mismo que la bicicleta para turismo accesible se traiga de otro lado o se fabrique en la ciudad, o que la capacitación de los prestadores y guías se pueda realizar también en Bariloche.’

Apuntar a todos los públicos

Un factor destacado en el último tiempo como pilar del repunte turístico fue la irrupción de las líneas aéreas low cost, que multiplicaron los “asientos” para llegar a Bariloche, así como los horarios y la accesibilidad de las tarifas. Uno de los operadores consultados observó que es “una herramienta a sostener, pero no alcanza”.

El Emprotur tiene un presupuesto anual de 78 millones de pesos y desarrolla campañas en distintos frentes para promocionar la actividad turística.


El consultor Joaquín Escardó dijo que “Bariloche no es más la aldea de montaña” sino un polo turístico de múltiples atractivos, que no puede prescindir de ningún segmento de público. Dijo que es importante tener políticas de promoción específicas para captar “a los turistas de Buenos Aires, Rosario, Córdoba. Ttambién a los Chile, de Brasil, y a los que llamamos el turismo ´de 500 kilómetros´, es decir de las localidades cercanas”.
Refirió que también es clave no desatender el turismo estudiantil, “que es una marca de Bariloche y que genera mucho empleo”. Otra de las metas es “ampliar el número total de turistas y logra que se distribuyan más en el tiempo”, no sólo en enero y en julio.


El empresariado pide «estabilidad» para poder crecer y desarrollarse


El turismo es sin duda una de las industrias en crecimiento pero hay potencial para continuar una curva ascendente y desde el sector privado se pide como medida esencial la “estabilidad”.

Sin entrar en el debate político y la especulación del futuro gobierno, la presidenta de la Cámara de Turismo de Bariloche, Belén García Bertone, y su par de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica, Claudio Rocatagliata, coincidieron en la necesidad de tener “políticas estables” para motivar la inversión del empresariado y la afluencia de cada vez más turistas con un mayor nivel de gasto.

Belén García Bertone, presidenta de la Cámara de Turismo de Bariloche. Foto: Marcelo Martínez

“Necesitamos políticas a largo plazo, con un dólar justo, ni alto ni bajo, porque el problema no es el dólar sino el valor de los costos, el problema es la inflación”, afirmó Rocatagliata, quien celebró que el volumen de turistas vaya en ascenso en Bariloche pero remarcó que el nivel de consumo es moderado y es allí a donde se debe apuntar para crecer.

Los nuevos hábitos de consumo de los turistas, con diferentes formas de contratar, con la mirada puesta en la web y en el bolsillo, pero también con la necesidad de descubrir otras experiencias, generan aún incertidumbre en el empresariado.

Este perfil de turista, para García Bertone obliga a “repensar el negocio”. Con una mirada renovadora -a pocas semanas de asumir la titularidad de la Cámara de Turismo- la empresaria hotelera admitió que se deben “reconvertir los destinos turísticos, los hoteles, las agencias de viajes, la oferta de servicios. Estamos en un momento en el que vamos a ser protagonistas del cambio porque si no empezamos a pensar de manera distinta la hotelería y el turismo en general, vamos a seguir todos igual”.

A futuro, según su visión, la hotelería tradicional dejará de existir y muchos emprendimientos de ese estilo pasarán a ser los nuevos departamentos de alquiler porque la demanda gira hacia esas preferencias.

Claudio Rocatagliata, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Bariloche. Foto: Marcelo Martínez

Atado a esos cambios que desde el privado se deberían tomar, Rocatagliata y García Bertone demandan acciones del sector público. La falta de infraestructura y servicios esenciales como la electricidad, el saneamiento y el gas, es una problemática que en Bariloche se mantiene y piden que se revierta para poder tener un “servicio de calidad”.

También Rocatagliata consideró que hay “tres hitos importantes” que se deberían concretar para lograr un crecimiento del sector turístico. Enumeró la política de “cielos abiertos” que incremente -aún más de lo logrado en los últimos años- la cantidad de vuelos y la conectividad de la ciudad con otros destinos; el Centro de Convenciones, para romper la estacionalidad y generar un segmento de visitantes con mayor nivel de gasto; y la modernización del cerro Catedral, para “tener previsibilidad de nieve” con un mayor sistema de fabricación que garantice inicio y extensión de la temporada de esquí.

Además, García Bertone planteó para el futuro gobierno la necesidad de una “revisión profunda del sistema de las Pymes” porque mayoritariamente en el sector turístico son familias las que llevan adelante las empresas, que están golpeadas por el incremento de los servicios y por lo que Rocatagliata llama “el impuesto al trabajo” (cargas laborales) que insume más del 50% de la masa salarial del trabajador.


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