El hombre que pensó en la guerra con Argentina
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MONTEVIDEO.- Gladiador incansable de la lucha antitabaco y primer izquierdista en gobernar Uruguay, Tabaré Vázquez ocupará a sus 74 años por segunda vez el sillón presidencial, con un gobierno que será menos mediático a nivel global que el de su antecesor José Mujica.
Con un estilo sobrio y gran voz de mando dentro del izquierdista Frente Amplio (FA), este socialista, médico, empresario y masón se adueñó del respeto y el cariño de la mayoría de los uruguayos, terminando su mandato (2005-2010) con una aprobación superior del 70%.
Nacido en una familia obrera, Vázquez trabajó de carpintero, administrativo y hasta fue mozo para costear sus estudios de Medicina. “Yo provengo de un hogar muy humilde y pude estudiar, en la escuela pública, el liceo público (…). Soy producto de todo eso y me siento profundamente agradecido”, aseguró en una entrevista.
Graduado en 1969, dedicó su carrera a la oncología después de que su hermana, su madre y su padre fallecieron de cáncer.
Curiosamente, uno de los máximos dirigentes de la izquierda uruguaya hizo su carrera universitaria alejado de la militancia estudiantil en la turbulenta década de los 1960, algo que ha atribuido a sus obligaciones laborales y familiares.
Tras más de una década como exitoso dirigente del modesto club de fútbol Progreso, en 1983, hacia el final de la dictadura, Vázquez se unió en forma clandestina al Partido Socialista.
Como candidato a la presidencia, luego de dos frustrados intentos en 1994 y 1999, Vázquez se hizo con la victoria en 2004 y fue investido con la banda presidencial el 1 de marzo de 2005. Durante su mandato se aprobaron reformas tributarias y sanitarias; se creó un plan que combatió la emergencia social que vivía el país tras su mayor crisis económica (2001-2002); se implementó el Plan Ceibal, que dota a todos los escolares con una computadora y se crearon duras normas antitabaco, que enfrentaron al país con Philip Morris.
Pero no todo fueron rosas y la polémica mayor llegó en 2011 cuando ya estaba fuera de la presidencia, al confesar que se había planteado la posibilidad de un enfrentamiento bélico con la vecina Argentina por la instalación de una planta de celulosa en un río limítrofe, para el que pidió apoyo a Estados Unidos. Ante las críticas de parte de Argentina y dentro de su propio partido, Vázquez pidió disculpas al país vecino y se retiró de la política brevemente. Ahora volvió. (AFP)
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