El incendio que deschavó a un ex intendente

El ex intendente de Fernández Oro, Juan Reggioni, está en la mira por usurpación y lucro de lote social. Todo se supo a raíz de un incendio.

Un incendio deschavó todo.

Estaba escrito que algo malo ocurriría en esa casa sin número de Fernández Oro por esos cables de luz conectados clandestinamente. Fogonazos y llamas destruyeron cielo raso y todos los electrodomésticos.

Carlos Vásquez, el hombre que pagaba religiosamente los 7.000 pesos mensuales de alquiler, pudo evitar que el fuego se propagara. E inmediatamente fue a ver a sus locadores, la familia Reggioni. Habló con Juan, el ex intendente y le reclamó compensación por los daños sufridos.

Más tarde se enteró de que la casa que arrendaba estaba en un lote social, de esos que sólo pueden ser adjudicados a personas de alta vulnerabilidad y que tienen expresa prohibición de lucro inmobiliario. Y supo también que esa tierra le había sido otorgada a Miriam Canale, una mujer que trabaja por horas y vive “de prestado” en una chacra con sus dos hijos de 5 y 11 años.

El siniestro hizo que, a su vez, Canale se desayunara de que el terreno que le dieron en 2010, del que nunca tomó posesión, estaba “usurpado”. Habían construido sin su permiso y no sólo eso: ganaban dinero con alquileres.

Antes de que Vásquez y su familia vivieran allí, estuvo un hijo de Reggioni: Diego Quintero. Se conoció que este hombre tenía un poder notarial para hacer y deshacer en nombre de Miriam, a quien ni siquiera conocía.

En definitiva: A Canale le adjudicó un lote la gestión Reggioni por su necesitada condición y, siete años más tarde, construyeron allí una casa -con energía eléctrica robada- que puso en alquiler precisamente la familia Reggioni. ¿Cómo es posible?

Una de las pruebas: el recibo por el pago de alquiler que habría firmado el propio ex intendente.

Por casualidad

La maniobra se puso en evidencia de manera fortuita cuando el inquilino Vásquez buscaba soluciones del municipio para que la casa tuviera identificación que le permitiera iniciar ante Edersa el trámite de conexión legal de luz. Y contó lo del incendio y su periplo por obtener respuestas de los Reggioni.

La Municipalidad empezó a sospechar de que este no sería un caso aislado, y que varios lotes podían estar involucrados en una operación inmobiliaria. Junto a estas víctimas en los extremos -Canale y Vásquez-, el intendente Mariano Lavin impulsó una denuncia penal en la Fiscalía de Delitos Patrimoniales de Cipolletti (a cargo de Guillermo Merlo), ante la sospecha de usurpación, estafa, peculado y violación de normas que prohíben negocios inmobiliarios en lotes sociales.

Ayer por la mañana fueron allanados, simultáneamente, la escribanía donde se firmaron poderes para la denunciada maniobra y la vivienda de los Reggioni.

Imagen del allanamiento de Reggioni

A partir de los testimonios y la recolección de prueba, se pudo bosquejar este itinerario:

• Escasos meses después de haber sido beneficiada por puntaje con el lote 12 de la Manzana 251 del Loteo Social III, sobre calle Tierra del Fuego, Miriam Canale fue contactada por Julia Susana Arellano Sánchez. Así lo relató la propia adjudicataria. Esta señora le manifestó su interés en adquirir el terreno, pues se había enterado de que Canale necesitaba dinero y su lote mantenía una importante deuda en concepto de tasas municipales.

• Canale aceptó pero aclaró que quería recuperar su tierra. Arellano le habría respondido: “Yo te pago el lote pero le descuento la deuda”. Miriam recibió 900 pesos y días después fueron juntas a la escribanía de calle Villegas a firmar documentos, cuyo contenido la adjudicataria dijo desconocer. Todo indica que se trataba de un poder especial. Aseguró no haber recibido copia del acta notarial.

• Luego perdió de vista el lote y a la cesionaria. Años más tarde, en 2015, se enteró por dichos de terceros de que el terreno lo tenía Diego Quintero, hijo de Reggioni. Canale buscó a este hombre, que -dijo- le confirmó haber adquirido el lote a Arellano. Canale fue inmediatamente al municipio y, según refiere, el ex asesor legal se quedó con el único documento que tenía como acreedora del lote. Tras dos intentos fallidos por recuperar el boleto de compra venta, dio por perdido todo.

• Hasta que apareció en el municipio Vásquez el 5 de febrero de este año, con su siniestro a cuestas. Así Canale volvió a ser contactada. La investigación del municipio permitió saber que hubo otro poder en el medio: el que le firmó Arellano a Quintero. Es decir, una sustitución de poder.

• Y también hubo un nuevo documento clave firmado en la misma escribanía. Se trataba de una escritura por la cual el municipio “vende en favor de Miriam Canale” por 12.000 pesos el terreno de 322 metros cuadrados, con valuación fiscal de $ 15.296. En ese acto estaban presentes el ex intendente Juan Reggioni y Fernanda Recchioni (por el municipio) y Diego Quintero “en nombre y representación” de Miriam Canale. Doce mil pesos es el valor establecido por ordenanza de cada lote social de la tercera etapa, abonables al contado o hasta en 60 cuotas con interés.

• Todo indica que faltaba el último paso: una escritura definitiva a nombre de Quintero para lo cual -se presume- los documentos originales firmados por Canale habrían sido redactados de tal modo de habilitar la gestión. Esa escritura final permitía construir… lo que ya fue construido.

Edificada y en alquiler. La casa sobre el terreno de Miriam Canale. La mujer no estaba enterada.

Construido y alquilado

De buenas a primeras, el terreno que legalmente tiene pero formalmente no Miriam Canale aparece hoy arrendado por la familia Reggioni. En esas tierras fue construida una vivienda, sin conocimiento de Canale.

Vásquez firmó el contrato de alquiler en mayo de 2017 con Elva Maldonado, la esposa del ex jefe comunal. Los recibos de pago mensual de arrendamiento también fueron firmados por ella y, en alguna ocasión, por una hija y hasta -asegura el inquilino- por el propio ex intendente (ve facsímil). Tales operaciones se hacían en la vivienda de Reggioni. Juan incluso participó de conversaciones con Vásquez vinculadas a la vivienda y sus dramáticos avatares recientes.

En otras palabras, la familia Reggioni se comportaría como propietaria de un bien que no le pertenecería y realiza operaciones inmobiliarias expresamente prohibidas en las ordenanzas de loteos sociales. Por si fuera poco, ese bien extrae ilegalmente energía del tendido público. Y justamente la condición de “colgados” fue la que originó el incendio.

La esposa de Reggioni firmó el contrato de alquiler.

Gran demanda social


Reggioni: “Lavin tiene un problema psicológico”

P- Reggioni, ¿por qué construyó y alquila en un lote social adjudicado a una mujer?

R– Yo no. Mi familia. Porque ese terreno es de mi hijo (Diego Quintero).

P– ¿No es de Miriam Canale?

R No, no, no. Bueno, hay una escritura de por medio.

P– ¿No fue adjudicado a Miriam Canale, y la escritura sigue a su nombre?

R– Mire, mi hijo se lo compró a Susana Arellano, ¿me explico? Porque Miriam Canale se lo vendió en su momento a Susana, ¿está bien? ¿sí? hay un poder que lo tiene la escribana. Mi hijo se lo compra a Susana Arellano. Hay una escritura donde Canale le firma a Susana Arellano. Al municipio le pagaron en su momento porque no podían escriturar si había deuda.

P– ¿Se podía construir una casa y alquilarla ahí, considerando que es un lote social?

R– Por supuesto, después de los tres años de la escritura, usted puede hacer lo que quiera con el terreno.

P– Pero no se cumplieron los tres años.

R– Ajá, sí, ¿y?

P– No pasaron los tres años.

R– Está bien, pero ¿cuál es el problema, porque si el otro lo compró, el municipio se había desligado del tema, lo había entregado a Canale, Canale lo vendió a Susana Arellano y Arellano se lo ofreció a mi hijo y mi hijo lo compró. Y como mi hijo no está allá, estaba abandonado porque él viaja, lo alquiló.

P– Esa casa tiene conexión clandestina de luz, ¿por qué?

R– Venía de la época en que eso era chacra. Estaban todos colgados. Había un pilar comunitario… ¿Sabe lo que pasa? Está el tema político acá. Este pibe está enfermo.

P– ¿Qué pibe?

R– El intendente que está ahí. Lavin tiene un problema psicológico, está enfermo este chico. No se puede creer lo que hace y deja de hacer.

Escuchá el audio de la entrevista:


La norma que dispuso la propia gestión Reggioni

“Quedará prohibido al titular del terreno adjudicado realizar cualquier transacción de venta hasta tanto no se hayan cumplido tres años de la escrituración del bien (…)

Tampoco podrá de modo alguno transferir o ceder los derechos y acciones que surgen del boleto de compraventa, bajo apercibimiento de desadjudicación”. (Del art. 9 de la ordenanza del Loteo Social 3).


Valores que escalarán

Para que un lote social deje de ser considerado como tal y tenga la posibilidad de ser habilitado comercialmente, es necesario que transcurran tres años desde la escrituración y que su deuda esté completamente cancelada.

Actualmente esos lotes tienen un valor de 12.000 pesos, monto que no ha sufrido cambios desde su fijación por ordenanza en 2008. Sin embargo, la ubicación estratégica de los loteos, cercanos al área céntrica y a vitales vías de comunicación (como calles Mitre y Juan Espinosa), así como el explosivo crecimiento demográfico de la ciudad permiten imaginar un alto valor de mercado en un futuro no muy lejano.

Datos

600
son las familias que quedaron afuera de las anteriores adjudicaciones de loteos y esperan una oportunidad.
12.000
pesos es el valor asignado a un lote social, que puede pagarse en cuotas. Ese monto no se modifica desde 2008.

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