El juicio por jurados llegó para quedarse

El sistema de juicio por jurados, en la provincia de Buenos Aires, ha sido implementado para quedarse, se entiende que para siempre o por lo menos así se plasma en el Código Procesal provincial.

En este marco, hay quienes sostienen su vigencia por entender que, por fin, se ha legislado correctamente en torno al mandato constitucional que ordena acatar la voz de los ciudadanos en las decisiones judiciales.

Pero también existen aquellos que se oponen al juicio por jurados aun cuando su implementación ya es una realidad. Ellos alegan que el jurado no administra justicia, sino tan solo temperamento propio.

Para esta postura, los abogados y los fiscales no deben “demostrar” nada, ni la culpabilidad ni la inocencia ni los acusados, sino que solo deben “convencer” a 12 personas legas que hasta pueden ser engañadas en su buena fe por un discurso de un letrado encantador, pero sin justicia.

“Puro circo” se sostiene en una expresión elocuente pero sin contenido académico, en los pasillos de tribunales.

Ya que lo académico o incluso el fondo de las cuestiones que se desempeñen en el marco de juicio por jurados no necesariamente están conectadas con la oratoria y la persuasión, herramientas que utiliza el expositor. Incluso hay profesionales del derecho que deciden tomar una preparación extra en torno al convencimiento del jurado porque lo que se ve en las facultades de Derecho no alcanza.

Hoy la discusión está en su cúspide, con la efervescencia al punto límite.

Se discute en los colegios de abogados, en las asociaciones de magistrados y las facultades de Derecho, todos los días.

Los fiscales se quejan de que no tienen derecho a apelar cuando el imputado es declarado no culpable y los abogados defensores nos desconformamos por no contar con argumentos jurídicos para atacar cuando el sospechoso es declarado culpable; esto último es así mientras el jurado nunca fundamente su votación.

Esta situación genera mucho revuelo, ya que se pone en juego la libertad de una persona sin mediar justificación previa.

Hay para todos, y las opiniones son diversas.

Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires hay un acuerdo implícito y uniforme de que mientras la legislación del juicio por jurados se mantenga vigente va a terminar por imponerse la postura que lo acepta como la ley salvadora de una correcta administración de justicia.

Esto es lo que ocurre efectivamente en la provincia de Buenos Aires. Sin perjuicio de ello, hay provincias como por ejemplo Neuquén y San Juan en donde también se implementó este sistema, para el cual bastará solo el paso del tiempo para ver cómo se desenvuelven los principales actores de la justicia de ese lugar.

En Río Negro comenzará a regir desde el próximo año.

Así también en Jujuy se ha comenzado con simulacros de juicio por jurados, tratando de plasmar lo que sería la real aplicación cuando se implemente la reforma en la provincia del norte.

Tal como surge del análisis de las provincias que lo adoptaron, entiendo que se tiene como norte una administración de justicia más eficiente.

*Abogado penalista, profesor en la Universidad Nacional de la Matanza y director del Instituto de Derecho Penal, Colegio de Abogados de La Matanza.


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