El municipio de Bariloche sufre el derrumbe de sus ingresos

La recaudación propia y la coparticipación cayeron un 50%. El Gobierno local espera una ayuda externa. Este mes, se complicó el pago de salarios y los municipales no cobraron en tiempo y forma.

El freno en seco que sufrió la actividad económica con la cuarentena por el coronavirus no dejó indemne al municipio de Bariloche, que desde fines de marzo enfrenta una caída pronunciada de recursos. Hasta ahora había utilizado fondos de reserva pero esta semana, no pudo cumplir con el pago de salarios de abril en tiempo y forma.

El secretario de Hacienda, Diego Quintana, señaló que la recaudación propia y la coparticipación cayeron más de un 50% y el impacto más fuerte todavía está por venir. Dijo que por la distribución secundaria de un ATN que recibió la provincia al municipio ya llegaron 8 millones, pero espera que el auxilio a futuro tenga otra escala, porque no habrá otro modo de que cierren las cuentas.

El impacto por el derrumbe de ingresos obliga a replantear todo. Los números son lapidarios. Quintana calculó que este mes el ingreso de coparticipación, deducida el goteo diario, no superará los 15 ó 16 millones de pesos, cuando lo ordinario sería que el municipio reciba 30 millones.

La tasa TISH que pagan todos los comercios y empresas -y constituye la parte principal de la recaudación propia- aportará entre 10 y 12 millones, cuando en condiciones normales rendiría 60 millones de pesos. La caída se debe a la baja abrupta de la facturación de los contribuyentes y también a la postergación de vencimientos dispuesta por el municipio para brindarles un primer auxilio.

La tasa de Servicios también recauda muy poco y otras fuentes de ingreso como derechos, contribucioones y multas están reducidas casi a cero, por la parálisis de la administración municipal.

Quintana dijo que a grandes trazos el ingreso total del municipio se divide “50 y 50” entre coparticipación y recaudación propia. Los sueldos del personal (unos 2.000 agentes) representan 1,4 veces la coparticipación, una de las peores relaciones entre los municipios de la provincia.

Según subrayó Quintana, “la municipalidad ha sostenido en el tiempo, a pesar de todo el pago de sus obligaciones, pero los recursos son finitos”. Afirmó que en el nuevo contexto algunos gastos bajaron, como la compra de combustible, “pero crecieron otros, como Desarrollo Social”.

En relación con las exigencias futuras, una de las principales inquietudes de la gestión Gennuso pasa por cumplir con los salarios de junio con el aguinaldo incluido. “Vamos a procurar pagarlos en término”, dijo Quintana. El cumplimiento con los proveedores -según aseguró- se mantiene en los 60/90 días que siempre manejó el municipio.

Explicó que la coparticipación provincial de Ingresos Brutos tiene una demora de dos meses, de modo que la actividad económica de abril, que es el mes “testigo” de la parálisis, recién se reflejará en junio.

En cambio la recaudación municipal sintió una fuerte baja ya este mes. Quintana dijo que le pagaron al municipio sólo los que tienen débito automático y “algún voluntarioso” que abonó la TISH, a pesar del diferimiento.

Decisión política

Quintana advirtió que el ajuste que sufren los ingresos municipales se originó en “una decisión política que nace de la Nación y de la provincia, que es priorizar la salud y minimizar los contagios”. Por eso entendió que esas administraciones “deberán acompañar a los distintos gobiernos locales” para que puedan sostener su funcionamiento. “La provincia tendrá sus inquietudes para presentar a Nación y ahí iremos encolumnados”, dijo el funcionario.

Para Quintana, la ayuda externa deberá llegar en forma de aporte no reintegrable o bien de adelantos a tasa cero. Y puso como ejemplo un mecanismo de este último tipo que ya tiene diseñado la provincia de Buenos Aires y que se solventaría “con la venta de inmuebles y aportes del tesoro nacional”.

Señaló que para que las cuentas públicas empiecen a recuperar el terreno perdido “habrá que ver cómo funciona la flexibilización” de la cuarentena. Admitió que la complejidad es grande y “no se puede ser muy optimista, porque la desaceleración fue casi a cero y es un problema que trasciende la realidad local”.

Otro presupuesto

El responsable de Hacienda señaló también que el cambio de escenario en lo municipal va a desembocar necesariamente en una modificación del presupuesto vigente.

En noviembre pasado, todavía con la composición anterior, el Concejo aprobó el presupuesto para el ejercicio 2020, con un cálculo de ingresos y gastos por 3.660,5 millones de pesos. Pero según Quintana va a demandar varios cambios porque el intendente Gustavo Gennuso modificó con posterioridad el organigrama político, con un importante agregado de cargos y secretarías.

“Estamos resolviendo el marco, para adecuar el presupuesto a esa estructura formal, y va a requerir una ordenanza modificatoria”, dijo Quintana. Aclaró que la adecuación será en los programas de gastos y no tienen previsto tocar los ingresos.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios