El viento dejó un herido grave , daños en la fruta e incendios

Las ráfagas más fuertes superaron los 110 kilómetros por hora.

El fuerte viento que azotó ayer gran parte de la región, con ráfagas que llegaron a superar los 100 kilómetros horarios, dejó un saldo luctuoso: un obrero en gravísimo estado en Neuquén. Pero también castigó de manera notoria a la producción por la caída de fruta en plena cosecha, además de originar tres nuevos focos de incendio de pastizales en el este rionegrino y provocar innumerables cortes de energía en toda la zona afectada.

El fenómeno meteorológico que es producto del pasaje de un frente frío desde el océano Pacífico asociado a un sistema de baja presión sobre el Atlántico sur, seguirá avanzando hoy hacia el noreste. Tras su paso se notará un descenso de temperatura y los vientos irán disminuyendo paulatinamente.

En Neuquén capital, el viento de la víspera tuvo ráfagas de hasta 88 kilómetros –aunque en otros puntos del Valle superó los 110 kph–. El temporal arrancó las ramas de decenas de árboles, tumbó carteles y postes de alumbrado e hizo volar los techos de muchas viviendas ubicadas en los asentamientos del oeste de esta capital.

A las 16,15 se registraron los 88 kilómetros, según informó la base del Servicio Meteorológico Nacional que funciona en el aeropuerto internacional de Neuquén. A esa hora, los teléfonos de la dirección de Defensa Civil de la municipalidad recibían un promedio de seis denuncias por minuto.

Un total de 70 empleados municipales estuvieron abocados al operativo que se organizó a media mañana, cuando la subsecretaría de Gobierno de la municipalidad ya tenía en su poder el pronóstico que anticipaba ráfagas de entre 50 y 80 kilómetros para la tarde.

“Se cayeron más árboles que nunca y en distintos puntos de la ciudad, en el bajo comercial tuvimos muchos problemas con los carteles publicitarios y hubo muchas denuncias por voladuras de techos”, afirmó Pelliza quien trasladó su despacho a la dirección de Defensa Civil. Desde allí comandó a una brigada de Servicios Públicos que salió a atender los problemas ocasionados por la caída de árboles y voladuras de techos. Paralelamente otro grupo hacía lo propio con los postes de iluminación pero en conjunto con personal de la cooperativa Calf, la concesionaria de la electricidad en esta ciudad.

Desde Acción Social se organizó la distribución de chapas y de naylon (para reparar casillas), siempre bajo la coordinación de Defensa Civil, donde entrada la noche se seguían recibiendo denuncias y reclamos de los vecinos.

“El hecho de contar con el pronóstico nos permitió una buena organización previa, y esta vez los anticipos meteorológicos se cumplieron”, admitió Pelliza.

Una brigada de empleados municipales con motosierras se encargó de desgajar las ramas y los troncos más grandes, que en algunos casos tuvieron que ser movidos con vehículos y máquinas viales. En el centro de esta ciudad, sobre todo en las diagonales, el piso quedó alfombrado con ramas de eucaliptus, una especie que se deshoja y desgaja con mucha facilidad. Hubo cinco calles que estuvieron bloqueadas por la caída de árboles. Pelliza dijo que los troncos y las ramas serán levantados hoy. En el barrio Confluencia, en tanto, la caída de un álamo afectó a tres viviendas.

Los cortes de energía afectaron a muchos rionegrinos. Cerca de las 20, en Roca había entre 3 mil y 4 mil clientes fuera de servicio.

Hoy, como el pronóstico indica que seguirá el viento, el gerente de Edersa aseguró que continuarán atentos. “Aquí el personal no abandona el trabajo hasta que no termina, así que en ese sentido estamos haciendo todo el esfuerzo. Estamos trabajando duro y vamos a seguir haciéndolo hasta que no quede ningún cliente fuera de servicio”, aseguró el máximo representante de la empresa de Energía en Río Negro.

En Cipolletti el viento tiró una buena cantidad de ramas, algunos árboles, hubo un incendio y varios reclamos por cortes de luz.

Durante la tarde, cuando las ráfagas eran más intensas, los bomberos voluntarios tuvieron que acudir a la Colonia Santa Elena para apagar las llamas que se habían apoderado de los pastos y troncos que había en un terreno de unos 100 x 50 m.

El problema más significativo para algunos vecinos fueron los cortes de luz. Los inconvenientes se presentaron en algunos barrios desde las 15 aproximadamente. Por otra parte, tanto en las veredas como en las calles se vieron infinidad de ramas y hojas derribadas por el viento.

Adolfo Carmona, de Servicios Públicos de la municipalidad, dijo que tuvieron “una tarde bastante agitada”. Si bien no hubo daños, debieron atender distintos reclamos por caídas de ramas gruesas y árboles enteros. (AN, AC, AR)

Albañil en coma al caerle una madera

NEUQUEN (AN) – Una pesada estructura de madera de desplomó -presumiblemente por el viento- sobre la cabeza de un obrero de la construcción que anoche permanecía internado en estado de coma en el hospital regional Neuquén, con pocas posibilidades de recuperación.

El accidente se produjo ayer a alrededor de las 13 en el barrio San Lorenzo de esta ciudad donde la empresa Codam construye el edificio de la escuela 54. Tomás Parra, de 34 años, casado y padre de cuatro chicos, quedó literalmente aplastado por un mojinete (la denominación que reciben las estructuras de madera que soportan una losa) que habría sucumbido por efectos del viento que ayer azotó a la región.

El golpe le produjo múltiples fracturas en el cráneo y en el rostro, y le provocó un edema cerebral.

Parra es un obrero especializado y luego de estar sin trabajo durante algunos días, a principios de semana se incorporó a la empresa que construye ese edificio en la calle Las Gaviotas.

“Como sólo tienen una hora para almorzar prefirió quedarse y comer algo allí porque no le daban los tiempos para ir hasta su casa que queda en el barrio Progreso”, explicó el secretario general adjunto de la UOCRA, Héctor Sifuentes.

El peso del mojinete fue estimado en 20 kilogramos por el gremialista y la altura desde la que cayó en alrededor de cuatro metros. “Desde esa altura y con ese peso es un golpe terrible”, agregó el dirigente quien explicó que al no haber paredes el viento atraviesa la construcción.

Sifuentes cree que hay responsabilidad de parte de la aseguradora de riesgo de trabajo (ART) “que no controla que se cumplan todas las normas de seguridad”, se quejó.

No obstante, admitió que Parra no tenía puesto el casco de seguridad.

Para el dirigente gremial “si se cumplieran las normas de seguridad nada tendría que caerse, el viento tiene su responsabilidad pero la mayor es de las empresas y de las ART”. Enseguida recordó que históricamente los obreros de la construcción son los más expuestos a este tipo de accidentes y reclamó que de una vez por todas se exija y se controle el cumplimiento de todas las normas de seguridad.

El obrero es muy conocido en el gremio de los albañiles donde “a pesar de ser una persona joven ha estado como capacitador de otros . Es un profesional que conoce muy bien su trabajo”. La categoría oficial especializado define a los obreros que trabajan como carpinteros, armadores y albañiles. Por ese trabajo, a raíz de la nueva escala salarial que consiguió la UOCRA neuquina, recibe una remuneración mensual que oscila entre los 380 y los 400 pesos.

Hubo daño por fruta caída y “rameado”

El fuerte viento de ayer tiró fruta que estaba lista para ser cosechada y afectó otra cantidad por efectos del “rameado”. Si bien aún no se hicieron los relevamientos, se anticipó que “hubo daño”.“En pera ha tirado bastante”, se dijo.

La pera “D’Anjou” habría sido la más afectada por el fenómeno climático que azotó a toda la zona productiva durante la jornada. “El viento tiró principalmente D`Anjou que es una pera fácil de caer y lo que pudo haber quedado de William’s. De todos modos hay que esperar a que pase el viento para ver qué sucedió realmente”, contó un productor consultado.

Si bien no se hablaba de un porcentaje muy significativo de pérdidas -algunos arriesgaban el 1 ó 2%- los chacareros coincidían en que “hubo daño”.

El viento fuerte tira fruta al suelo y además produce el efecto de “rameada”, que se da cuando los frutos se golpean entre sí o contra las ramas. La calidad de la fruta disminuye en este caso.

No obstante, los daños no pueden generalizarse. Depende de las protecciones que tenga cada campo frutal por medio de las alamedas. Si bien algunos chacareros decían que en manzanas no había sido muy significativo, otros sí veían con preocupación varias Red Delicious en el suelo.


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