Que el invierno no sea excusa para descuidar nuestro jardín
Entre Phornios, Verónicas y Camelias, tenemos una buena combinación para arreglar el jardín en esta época. Claudia Rodríguez, del vivero “Almendro” de Plottier, nos comparte sus consejos.
Estamos a mediados de junio y el frío se hace notar cada vez más, pero no debemos abandonar la atención a nuestras plantas y jardín por pequeño o grande que éste sea. A pesar de los días de baja temperatura, aún hay muchas cosas por hacer y una de ellas es renovar algunas plantas y redecorar algún esquinero o cantero, además de las podas típicas y limpieza de las diferentes plantas. Por eso, te acercamos estas opciones, con plantas muy buenas y combinables.

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Phormios
Los “Phormios” o “Formio” (Phormium tenax) también conocido como “lino de Nueva Zelanda”, es originaria de los pantanos de dicho país oceánico y se distribuyó por todo el mundo. Es la planta ideal para decorar espacios verdes en parques, jardines, canteros o al frente de una casa con espacio amplio, para permitir su desarrollo -que sin dudas regalará una imponente y destacada vista al lugar-.
Por ser una especie herbácea perenne, tiene hojas largas, duras y afiladas, que logran una altura -una vez desarrollada- de entre 2-3 metros de largo y 10-12 centímetros de ancho. En cuanto al color de las hojas, depende de las diversas variedades de cultivos, pero las más comercializadas despliegan tonalidades cromáticas en el follaje entre el rojizo, el verde claro y los bronceados. Existen también diferentes variedades de hojas en amarillo, rojo, rosado y también bronce. El Phormio es una planta resistente a los vientos, a temperaturas bajo cero y el calor del verano; y también a suelos arenosos o duros. Se puede plantar en cualquier momento del año y en verano es importante un riego abundante, para que sus hojas no tomen color amarillo, mientras que en esta época invernal requiere de poco riego.

Durante el verano, esta planta brinda su floración, que se presenta en racimos en forma de tubo curvado luciendo un atrapante color rojo y naranja brillante. Estos rígidos tallos florales suelen superar la altura de las hojas. Luego de la polinización, las flores dan lugar a frutos negros y largos, que en su interior guardan cientos de semillas.
El Formio crece sin inconvenientes en suelos que retengan bien la humedad. Aguanta bien tanto el pleno sol como la media sombra y resiste las heladas medias, pero necesita protección frente a heladas intensas o persistentes en zonas donde imperan inviernos más gélidos. Claudia Rodríguez (del vivero “Almendro” de Plottier) asegura que es una planta que se adapta tanto en zonas de sol, como de sombra. “Los Phormio son simples, pero a la vez sus hojas fibrosas y en punta la hacen atractiva para realizar paisajismo en tu propio jardín de manera sencilla”, comenta la paisajista; y afirma que “esta especie también se presenta en hojas de color morado, verde liso, verde con vetas blancas y otras en tonos rosados con verde”.
Según la experta no requiere de poda y al momento de plantarlos se debe tener en cuenta que es una especie que se reproduce por matas y que crece hasta 3 metros, por lo tanto se debe preveer el espacio en donde se coloque. Por esta razón se recomienda presentar la planta en el lugar de destino para corroborar y luego proceder a su plantado, el cual debe cubrir gran parte de las raíces. “Esta planta no posee tronco y por eso se debe cubrir las raíces hasta unos 15 a 20 centímetros desde el inicio de las hojas”, afirma la experta. Por último, Rodríguez aconseja combinar los Phormios con especies más bajas, de tipo florales o arbustivas como cinerarias, nandinas enanas o lavandas.
Verónicas
Conocida como “Hebe” o “Verónicas” (Hebe Speciosa), pertenece a la familia de las Plantaginaceae del género Hebe, formado por unas 90 especies de arbustos nativos de Sudamérica, Nueva Zelanda, Australia y varias islas del Pacífico.
Son arbustos perennifolios de porte compacto, y sus ramas opuestas alcanzan los 1,5 metros de altura. Las hojas, de color verde claro o variegadas con forma ovobada, aparecen a lo largo de sus ramas y las flores, muy similares a espigas y compactas, se presentan de color azul, blanco, rojo o violeta. Por su resistencia al viento y a la salinidad, son muy vistas en los jardines de las costas.
“Se trata de una planta muy similar, en cuanto a sus cuidados, a la lavanda”, asegura Rodríguez, quien además manifiesta que “teniendo en cuenta los consejos para su cuidado, se tendrá una planta con bellos colores morados todo el año y bien frondosa”. Necesitan un suelo bien drenado y con abundante materia orgánica.

Es ideal para decorar espacios en canteros o macetas -ya sea en patios o terrazas-, y además se emplean para formar borduras, canteros bajos o grupos. Si bien la época ideal para plantarla es en los meses otoñales y primaverales, la finalización del invierno es apropiada para realizar una buena poda de limpieza. Se abonan cada 15 días, en verano, con fertilizante mineral; y a finales de invierno con compost. Son plantas resistentes a las plagas y enfermedades. Se propagan por división y mediante esquejes en otoño, además de semillas. “En cuanto a la realización de la poda, es importante tener en cuenta que por lo general las podas son formativas, y es bueno realizarlas a fines de invierno, porque al iniciar la primavera brotarán con más fuerza. Mientras más podemos, mas frondoso será su crecimiento”, explica la experta; y asegura que “es importante el tema de la exposición para que ayude a su floración y también a su color morado de las hojas”.
En cuanto al lugar, Claudia recomienda plantar las “Verónicas” en zonas de mayor exposición solar. Su reproducción es mediante esquejes, es decir, corte de ramas de la propia planta que se colocan en sustrato y se espera que heche raíces para volver a plantar. Se le puede colocar enraizante natural -como por ejemplo miel- antes de colocar los esquejes en un sustrato rico en nutrientes. Para realizar esta operación, la especialista aconseja realizarlo recién al finalizar el verano y hasta mediados de otoño.
En cuanto el suelo debe tener un buen drenaje si la planta se encuentra en maceta; y en el caso de que se encuentre en suelo directo, se debe evitar el encharcado porque corre el riesgo de que se pudran sus raíces. El riego en esta época de otoño e invierno debe ser mucho más espaciado que en primavera y verano, donde es más frecuente (de 2 hasta 3 riegos por día). El consejo es regar regularmente durante todo el año para que el sustrato no se seque por completo, pero nunca encharcar.
Camelias
Es una planta que llegó a Europa a través de los jesuitas, por eso su nombre proviene de un padre jesuita llamado Camellus, que vivió en el siglo XVII. Se dice que existen más de 80 especies diferentes entre árboles y arbustos, con una gran variedad de flores dueñas de una absoluta belleza. “Esta especie de planta arbustiva de orígen asiática con más de 250 especies, pertenece a un género de planta que se adapta muy bien en el exterior y soporta bastante bien el frío”, acota Claudia.
Sus flores son bastante grandes, y varían desde el blanco al púrpura, salmón, amarillo, rojo, rosa o hasta bicolor. Las hojas son muy consistentes, ovaladas, con bordes dentados y terminan en punta, de un color verde oscuro, muy brillante, pero con el envés un poco más pálido.
“Es ideal para ser puesta en zonas de sombra o poca luz”, aclara, “además de necesitar de un suelo con Ph ácido. Eso se aporta con un sustrato preparado para brindar acidz, como turba, pinocha, resaca y harina de hueso”. El momento ideal para su poda es luego de la floración, en primavera verano; y se reproduce mediante esquejes, al igual que las Verónicas, pero mucho más sencillo. Con enraizante se puede lograr su reproducción de manera fácil y rápida. En cuanto al abono, se recomienda realizarlo después de la floración, con algún abono ácido plantas acidófilas.

No soporta los lugares cerrados con calefacción, por ello en caso de tenerla en un jardín de invierno se debe mantener el ambiente con una humedad superior al 60% y temperatura entre 5-12º C; y para que la planta produzca muchas flores necesita mucha luz, pero siempre teniendo cuidado de que no le dé directamente los rayos del sol. “En cuanto al riego, al florecer en los meses de otoño e invierno, no requiere de demasiada agua y debe ser controlado, mientras que en verano, el riego es mucho más continuo”, comenta la especialista.
La camelia suele perder sus capullos aún cerrados y se debe a un exceso de agua o al cambio de temperatura. En ese caso, llevar la planta a un lugar mejor iluminado y fresco, controlando el riego. En el caso de que las hojas se tornen amarillas, se debe a que el suelo no es lo suficientemente ácido. Eso se resuelve cambiando la tierra por un sustrato con un PH más ácido y rico en nutrientes. En el caso de que aparezcan manchas plateadas en sus hojas, éstas se deben quitar y curar aplicando remedios orgánicos adecuados para tratar el hongo (por ejemplo, el pestalozzia guepini); y si aparecen pequeños bultos en su follaje es a causa de un hongo llamado Roya, que enferma tanto a cultivos de hortalizas como arbustos y se elimina con remedios orgánicos o adquiridos en tiendas o forrajerías.
En cuanto al diseño
Como paisajista, la experta recomienda realizar esta combinación de Phornios, Verónicas y Camelias en forma de escaleras, para que todas las plantas sean más vistosas respetando el espacio de unas a otras. Esto es para que no se encimen entre las especies. Por ejemplo, colocar Verónicas adelante, Phormios por detrás y las Camelias detrás del todo, por su crecimiento.
Si se trata de un frente es aconsejable intercalar un Phornio (la planta más alta) y una Verónica o una segunda opción es una Camelia, que se destinará detrás debido a su crecimiento y una Verónica, en el caso de tratarse de vestir un cantero amplio o esquinero. Sin embargo en el caso de elegir esta combinación, se debe asegurar si el lugar es el indicado, ya que la Camelia no tolera zona de mucho sol, a diferencia de las Verónicas.
Si se trata de una espacio verde más amplio, la experta aconseja intercalar un Phornio con una Verónica y otra opción en un lugar de media sombra, una Camelia como planta central con otras especies de época de menor altura o plantas de flores de estación que rodeen las Camelias, que sin lugar a dudas brindarán un espacio de gran belleza.
Estamos a mediados de junio y el frío se hace notar cada vez más, pero no debemos abandonar la atención a nuestras plantas y jardín por pequeño o grande que éste sea. A pesar de los días de baja temperatura, aún hay muchas cosas por hacer y una de ellas es renovar algunas plantas y redecorar algún esquinero o cantero, además de las podas típicas y limpieza de las diferentes plantas. Por eso, te acercamos estas opciones, con plantas muy buenas y combinables.
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