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Un impulso al cine regional con el reconocimiento a Marcos Montes de Oca

El cineasta Marcos Montes de Oca, radicado en Bariloche, recibió una mención por el guión de su proyecto “Falta!” en los Premios Estímulo a la Escritura. Cómo es llevar adelante una producción desde el interior, y qué expectativas tiene de cara al 2023.

Hace dos semanas, la Fundación Bunge y Born, Fundación Proa y La Nación anunciaron conjuntamente los proyectos galardonados del Premio Estímulo a la Escritura “Todos los tiempos el tiempo 2022”. La ceremonia, que culminó un proceso de selección de tres meses, tuvo lugar en el Auditorio de Fundación Proa, en La Boca. Y allí tuvimos un representante regional: Marcos Montes de Oca, cineasta oriundo de Patagones pero radicado en Bariloche, quien recibió una mención en la categoría “Guión” por su proyecto “Falta!”.


“Por la fase que atraviesa el proyecto, que es la parte de desarrollo, tener un reconocimiento en una instancia temprana no solo es motivo de felicidad, sino que es favorable para el proyecto. El año pasado, en la misma convocatoria, había quedado finalista y este año tuve la mención. No solo es un antecedente para el proyecto, sino también el acceso a una clínica que dan Romina Paula y Alan Pauls, profesionales muy interesantes del área. Ese recorrido sirve”, explicó Marcos en diálogo con RÍO NEGRO, al tiempo que comentó que “hace unos minutos terminé de inscribir el mismo proyecto a una convocatoria de cine en desarrollo en Francia, es algo que no puedo mencionar mucho, pero el antecedente del proyecto es un cortometraje y quedó seleccionado para la fase de competencia”.

Montes de Oca fue el único rionegrino que recibió una mención en todo el certamen, y destacó sobre todo en la categoría de guión, donde compitió con otros cuatro proyectos, todos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Representante del interior en una terna fuertemente unitaria, relató que “la historia versa sobre un grupo de adolescentes que, terminada la etapa escolar, se inscriben en una convocatoria un poco ‘fantasma’ que promete darle oportunidades como alcanzapelotas en un torneo de tenis de Grand Slam. Pasan la etapa de la preselección, y después la organización desaparece un poco y no les confirman. En ese interín, pierden la esperanza y empieza a construirse en Bariloche la pregunta de qué pasó, y además desaparece la influencer más importante de la zona. La principal diferencia entre el cortometraje y el largo es que aparece el elemento policial”. Además, el cineasta indicó que “está contada en una anacronía, partimos de un tiempo futuro donde la policía está buscando a la persona desaparecida, y luego asistimos al desarrollo de lo que pasó”.

El proyecto, que cada vez va tomando más forma y que ya empieza a registrar sus primeros reconocimientos, tiene toda una inspiración detrás. Según comentó Montes de Oca, “tiene que ver con el interés por el género policial y el coming of age, que está también emparentado con mi interés por el escritor David Foster Wallace, que ha trabajado sobre el tenis también. Yo además trabajé varios años en secundaria, y como alguien que transcurrió su adolescencia en el interior, me interesa esa tensión que hay entre interior y centro, y cómo los adolescentes construyen la idea del progreso con el foco en Buenos Aires. En esos tópicos fue donde me paré para escribir este proyecto”.

Como ocurre con el arte en general, el cine atraviesa un momento difícil. Y si de por sí es complicado para todos, cuando se hacen desde el interior, las cosas pueden costar aún más. En este sentido, Marcos indicó que “ahora estoy por grabar un cortometraje en enero, en Bahía Creek, porque vine unos días a Viedma para charlar con el secretario de Cultura y personas del gobierno a ver si me pueden brindar distintos tipos de asistencia. El corto como formato es difícil de financiar, no hay convocatorias que acompañen. Este corto tuve la suerte de ganar una beca de creación del Fondo Nacional de las Artes que sirve como estímulo, y junto a unas compañeras lo presentamos también para historias cortas del INCAA. Fuera de eso es difícil, salvo algún aporte privado, uno busca distintos tipos de colaboración, canjes y demás. Ahora en Viedma estamos tratando de ver si para este proyecto podemos saldar algunas necesidades que tenemos”.

Por suerte tuve una reunión con Ariel Ávalos, Secretario de Cultura de Río Negro, y hubo un gran acompañamiento para el corto. Me parece importante destacar cuando hay una política de acompañamiento al cine independiente”

Marcos Montes de Oca, cineasta.


Al mismo tiempo, marcó que “para largometrajes es otra cosa. Es muy difícil pensar en filmar un largometraje sin ningún tipo de financiamiento, en general es necesario acceder a instancias así. Por un lado está el INCAA como uno de los caminos, y después están los caminos alternativos, que cada vez son más frecuentes. Con esto me refiero a los fondos de festivales, o a generar lazos de coproducción… El problema no está en Bariloche, y tampoco quiero usar la palabra problema. El desafío es financiar películas en general, en este momento. Sigue habiendo maneras de todas formas. En Bariloche sí es difícil el hecho de que algunas partes de la gestión de la producción se hacen en Buenos Aires. O que los productores con espalda para presentarse a festivales internacionales deben tener cierto recorrido, y quizás en Río Negro no tenemos mucho esa figura. Yo particularmente creo que es necesario convivir con ambos caminos, el INCAA y el fondo privado o de festivales”.

Pero claro, no todo termina en la presentación del proyecto. Lo dijo Marcos: “la exposición ya es distinta. Es necesaria y es accesible, sobre todo cuando uno empieza con formatos como el cortometraje, que se puede entender como un paso previo”. Y en ese sentido, explicó que “tiene que ver mucho con la distribución, que es un área que me interesa bastante. En algún momento pensé en proponerla desde Bariloche, pensando sobre todo en el interior, más específicamente en la Zona Andina, brindando ese servicio para distintos proyectos porque es necesario. Hay que conocer el material con el que se trabajó, qué tipo de público le interesa, que es lo conveniente, dónde queremos llegar… Es un tema en sí, las posibilidades de exposición están y son necesarias. Uno de los objetivos es que el material se vea, y hacerlo circular es fundamental”.

El desafío es financiar películas en la actualidad, más allá de la región. Pero también es cierto que parte de la gestión de producción se hace en Buenos Aires.


Para el cierre, Montes de Oca mira al futuro y piensa en su 2023. “Este recorrido que tiene inicio con el certamen “Todos los tiempos…” pasa a la fase de desarrollo, que suele coincidir o es un tránsito a la parte de preproducción. Ahora vienen reuniones con posibles productores, conocer gente y empezar a gestionar el financiamiento. En mi caso me gustaría que sea una convergencia entre el financiamiento del INCAA y de otros aportantes, preferentemente europeos. En paralelo a la edición del cortometraje que grabaremos en enero en Bahía Creek, voy a trabajar en esa película”.

Pero, a todo esto… ¿para cuándo tendremos el estreno? “Hace poco llené un formulario respecto a la película y cuando me preguntaron cuándo me gustaría grabarlo, puse 2024. Pienso en usar el año que viene para escribir, corregir, conseguir el financiamiento y después sí grabar”, manifestó Marcos. Y nunca mejor dicho: es una manifestación de lo que quiere, de lo que espera para un 2023 que puede traer más reconocimientos. Mientras tanto, sigue trabajando por ello.


Los premios



El certamen “Todos los tiempos el tiempo” se llevó adelante por tercer año consecutivo con el objetivo de apoyar a autoras y autores jóvenes, de 20 a 40 años de edad, de todo el país, en el proceso de creación de sus obras de diversos géneros. Contó con cinco categorías: Narrativa, Narrativa Breve, Guión, Dramaturgia y Narrativa Gráfica.

El Jurado fue integrado por los reconocidos escritores María Sonia Cristoff, Mercedes Halfon, Héctor Guyot y Daniel Link; y se encargó de seleccionar un proyecto ganador en cada categoría.

Los premiados recibieron 350.000 pesos como estímulo para seguir desarrollando su obra, mientras que las menciones honoríficas tuvieron la posibilidad de acceder a clínicas de escritura con Alan Pauls y Romina Paula.


En Narrativa, el premio quedó para “La india sirena”, de Gabriela Larralde (CABA, 1985), una novela histórica de un pasado ficticio. En Guión, la categoría de Montes de Oca, el premio fue para “Los hermanos Sánchez” de Theo Fernández (CABA, 1998).

Narrativa Breve fue para “Cruza”, de Camila Vázquez (Rosario, 1994) y Dramaturgia para “Tres centímetros de un frío infinito”, de Ivana Schiaffino (CABA, 1990).

Por último, Narrativa Gráfica quedó para “Inundación”, el proyecto de Guido Barsi (La Plata, 1986) y Santiago Miret (CABA, 1983), con un proyecto que “retoma las formas clásicas de la novela gráfica”.


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