primero Sampa

Ante un rival de la peligrosidad de Brasil, en el estreno del ciclo y con apenas cuatro entrenamientos, Argentina se quedó con el invicto que ostentaba Tite, aunque hay mucho para mejorar.

Los comentarios, sabemos, suelen acomodarse muchas veces al resultado. Pero los comentarios analizan partidos. No resultados. Si se mirara un medio vaso, podría decirse entonces que Jorge Sampaoli inició con buen pie porque el triunfo 1-0 ante un rival de la jerarquía de Brasil, selección hoy número uno del mundo, podrá servir para un equipo que precisaba como pocos una inyección anímica.

Si se mirara el otro medio vaso, el vacío, podría decirse también que el resultado era lo de menos porque el partido era amistoso y la selección luchó más que jugó. Anunció intenciones (se paró más adelante y siempre quiso salir jugando). Pero quedó casi sólo en eso. Intenciones.

“No se jugó un partido para cumplir, se jugó para ganar”, dijo el DT debutante, Jorge Sampaoli. Se supone que todos los partidos se juegan para ganar. El debate entonces es cómo se gana. Cómo se juega. La selección no sufrió goles, es cierto. Pero hizo bastante para merecerlos.

La defensa desnudó lentitud para reaccionar cuando perdía el anticipo. La presión alta es tan interesante como arriesgada. Y Brasil quedó con campo libre al menos tres veces. Con Neymar, seguro, hubiese sido diferente. Pero lo más opaco del equipo no fue la defensa, sino el ataque.

Hacía tiempo que Leo Messi no estaba tan desaparecido jugando para la selección. Paulo Dybala no fue socio. Y Gonzalo Higuaín quedó muy aislado (Joaquín Correa, su reemplazante, logró conectar al menos mejor). Sólo Di María llevó peligro con sus corridas habituales por izquierda.

Aún así, dando ventajas en defensa y jugando mal en ataque, hubo algo de la selección que gustó: buscó cumplir siempre con ese juego de presión que le gusta a Sampaoli. Es decir, conectó con el mensaje del nuevo DT. También tocó como pide Sampaoli. Pero dos veces salió lenta y perdió pelotas preciosas en la boca del área. Y además sufrió cuando perdió la pelota.

Aún así, fue un equipo serio. Supo administrar el cansancio final. Excepto las tres jugadas claras que tuvo Brasil del minuto 13 al minuto 16 del segundo tiempo, Argentina jamás perdió la brújula del partido. Ahí sí me pongo de acuerdo con el “jugó a ganar” que lanzó Sampaoli en la conferencia. Y la selección precisa jugar a ganar en esta recta final de la Eliminatoria para salir de su quinto puesto actual y lograr el boleto directo a Rusia.

Juego y resultado suelen ir de la mano. Hoy no fue así. Pero esto recién empieza.

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“Valorizo el esfuerzo por intentar volcar una idea, en un partido que era muy incómodo para nosotros, porque no había tiempo de preparación”.

Sampaoli les agradeció a los jugadores la entrega en el clásico ante Brasil.

“En el segundo tiempo, el equipo tuvo las mejores oportunidades, articuló más, pero no tuvo efectividad. Por eso perdimos”.

Tite y las explicaciones de la derrota, la primera desde que es el DT de la selección.

Datos

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Las victorias en fila que llevaba la verdeamarela, desde el arribo de Tite a la dirección técnica.
“Valorizo el esfuerzo por intentar volcar una idea, en un partido que era muy incómodo para nosotros, porque no había tiempo de preparación”.
“En el segundo tiempo, el equipo tuvo las mejores oportunidades, articuló más, pero no tuvo efectividad. Por eso perdimos”.

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