Alberto Fernández dejó una deuda de US$ 230 millones por el gas importado de Bolivia

Lo reveló el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo. Equivale a casi cuatro meses de los despachos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Boliviano (YPFB). Detalló que hay una intimación de corte si no cancelan la deuda.

El contrato de importación de gas desde Bolivia tiene los días contados, pero por lo visto no deja de ser un dolor de cabeza para el gobierno nacional. Es que el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, reveló que la saliente gestión de Alberto Fernández se fue dejando sin pagar una serie de facturas, que suman nada menos que 230 millones de dólares.

La novedad fue dada a conocer por el titular de Energía durante la Audiencia Pública 104 que se desarrolla desde esta mañana para definir las nuevas tarifas del servicio de gas. En el encuentro, Rodríguez Chirillo explicó el estado complejo en el que se encuentra el sector, que alertó tiene incluso riesgos de abastecimiento.

Retomando las palabras del presidente Javier Milei, sobre decir verdades incómodas antes que mentiras confortables, indicó que «en 2023 el Estado dejó sin pagar una deuda de 230 millones de dólares» por la importación de gas desde Bolivia.

Y sumó que dicha deuda «actualmente tiene que honrarse bajo apercibimiento de corte» de parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.

Considerando que el valor promedio que se debería abonar a YPFB es de 10 dólares por millón de BTU, el monto de la deuda heredada por la actual gestión de gobierno representa que no se abonó el contrato de importación durante más de tres meses.

Rodríguez Chirillo recordó que el contrato de importación está en manos de Enarsa, un organismo que en septiembre del año pasado selló la octava adenda contractual con YPFB, que fijó que desde el 1 agosto de este año el gobierno de Luis Arce no tendrá la obligación de enviar gas a la Argentina, complicando el suministro a todo el Norte Argentino.

Pero además, en dicha última adenda del contrato pactada por el entonces presidente de Enarsa, Agustín Gerez, se convalidó un precio más alto para el gas adicional que Argentina demanda desde agosto, con un valor de 17 dólares el millón de BTU.

Con tal acuerdo, que fue firmado pensando en que se llegaría a junio con la Reversión del Gasoducto Norte que aún no se terminó de licitar, el actual gobierno previó una menor importación de gas desde Bolivia.

Según la documentación proyectada por Nación, la importación desde YPFB continuará en agosto y septiembre, pero en bajos volúmenes, en línea con la adenda. Se detalló un estimado de 2,4 millones de metros cúbicos por día para esos meses, por lo cual el pago sería de 8 dólares el millón de BTU.


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